Una ley francesa criminaliza la difusi¨®n de im¨¢genes violentas

Grupos de defensa de la libertad de expresi¨®n, as¨ª como la organizaci¨®n Reporteros sin Fronteras, han denunciado la criminalizaci¨®n de la difusi¨®n por Internet de im¨¢genes violentas, tal y como queda establecida en uno de los art¨ªculos de la nueva Ley de prevenci¨®n de la delincuencia aprobada el mes pasado por el Parlamento franc¨¦s. En su art¨ªculo 26 bis, la ley introduce una nueva figura incriminatoria, la de la difusi¨®n de las im¨¢genes obtenidas por la pr¨¢ctica del llamado happy slapping, consistente en filmar una agresi¨®n o un acto violento con la c¨¢mara del tel¨¦fono m¨®vil y difundir la grabaci¨®n posteriormente por Internet.

Este delito no figuraba en el texto original del proyecto de ley elaborado por el equipo del ministro del Interior y candidato a la presidencia francesa, Nicolas Sarkozy. Pero a mediados de febrero, cuando el texto legal pas¨® por el Senado, los legisladores introdujeron una enmienda en este sentido, coincidiendo con una serie de casos de violencia de alumnos contra profesores y maestros, cuyas im¨¢genes fueron difundidas en los colegios e institutos, y que crearon un gran malestar en la opini¨®n p¨²blica francesa. Los legisladores quisieron ser especialmente duros y fijaron una pena espec¨ªfica de hasta un m¨¢ximo de cinco a?os de prisi¨®n y 75.000 euros de multa por la sola difusi¨®n de las im¨¢genes. La ley excluye espec¨ªficamente a "los periodistas profesionales".

Reporteros sin Fronteras y otros colectivos de defensa de la libertad de expresi¨®n en Internet dudan de las buenas intenciones del ministro del Interior y sospechan que el objetivo es otro. Consideran que lo que en realidad proh¨ªbe es la denuncia las pr¨¢cticas violentas del poder y se remiten concretamente a las im¨¢genes de las brutalidades policiales que surgen peri¨®dicamente en la Red y que, como en el caso de la rebeli¨®n de las barriadas de 2005 y otros incidentes concretos han permitido identificar a los autores. La ambig¨¹edad del texto legal, aseguran estos colectivos, permitir¨ªa por un lado que los periodistas pusieran en la red impunemente todas las im¨¢genes de happy slapping que quisieran, pero mandar¨ªa a la c¨¢rcel a un ciudadano que denunciara una paliza de las fuerzas del orden.