Mastretta y el arte de la disidencia
Maneras de jazz, aromas de score cinematogr¨¢fico, ecos de a?ejas m¨²sicas populares: Nacho Mastretta consolida su oferta con una ins¨®lita orquesta donde conviven instrumentistas de variadas tendencias. El m¨²sico re¨²ne en un disco y un DVD sus conciertos en la sala El Sol e inicia una temporada de actuaciones de las que saldr¨¢ un nuevo trabajo.
Esperen, esto puede ser complicado. Ignacio Mastretta Rodr¨ªguez (Barcelona, 1964) acaba de editar un carnoso concierto grabado en la madrile?a sala El Sol el 25 de noviembre de 2004, en formato de cuarteto. Pero act¨²a ahora con una orquesta de diez instrumentistas que anticipa lo que ser¨¢ su pr¨®ximo disco, con diferente repertorio. Ning¨²n conflicto, Nacho est¨¢ por la libertad creativa: "Los m¨²sicos pensamos demasiado en dar salida a lo que hacemos y eso nos condiciona. Deber¨ªamos profundizar en la m¨²sica y no c¨®mo venderla. Ya que las nuevas tecnolog¨ªas nos permiten grabar y difundir m¨²sica con un costo m¨ªnimo, mejor no obsesionarse por la discogr¨¢fica o el circuito: ya saldr¨¢n. Me dan mucho ¨¢nimo esos aficionados que hacen equilibrios para poder contratar artistas. Garitos, centros culturales, asociaciones vecinales, la cara B de la industria del directo".
Con el grupo Manos de Or
lac, Nacho vino de Santander a Madrid, donde malvivi¨® hasta que, en 1992, consigui¨® un puesto estimulante: t¨¦cnico de sonido en El Sol. "Fueron siete a?os sonorizando a cuatro grupos por semana, una educaci¨®n fant¨¢stica. De seis de la tarde a dos de la madrugada, con una parada para cenar". Ante sus ojos, pasaban todo tipo de tendencias. A final de los a?os noventa, con la superaci¨®n de los esquemas rockistas, Mastretta encontr¨® una salida para sus creaciones instrumentales y se transform¨® en m¨²sico de moda, al que se aplicaban etiquetas como freak-lounge.
De repente, estaba en muchos frentes: producciones, bandas sonoras, un disco con cantantes femeninas (Luna de miel, 2000). "Cuando se te reconoce, sientes tal energ¨ªa que aceptas todo y tu arte sufre, igual que tu vida. En 2003, hice la m¨²sica para tres largometrajes, dos cortos, un audiovisual... ?y cuarenta conciertos! El problema es que dejas de vivir y entonces no tienes cosas interesantes que compartir".
Y cort¨®: rechaz¨® encargos y centr¨® sus energ¨ªas en componer. Con alguna aventura oxigenante, como tocar piano en Strip tease cardiovascular, con Ajo, ex Mil Dolores Peque?os y micropoeta: "Es un espect¨¢culo improvisado de poes¨ªa y m¨²sica. Al principio, llevaba red de seguridad, unas piezas a las que pod¨ªa recurrir. Luego, prefer¨ª ir en blanco, todos los sentidos en alerta para interactuar con Ajo. Tambi¨¦n nos han salido canciones, un formato del que yo llevaba tiempo alejado. Terminar¨¢ en disco, supongo".
Mastretta aglutina un equipo de m¨²sicos inquietos: "Pablo Novoa est¨¢ colaborando con Lantana pero ya piensa en otro disco personal. Miguel Malla ha sacado lo primero de Racalmuto y es el director musical de la ¨²ltima obra de Animalario. Y Ricardo Moreno ha vuelto con Los Ronaldos". Los cuatro funcionaron juntos desde 1998 hasta que "los conciertos salieron demasiado correctos, se fue perdiendo la emoci¨®n". La soluci¨®n fue parar y, posteriormente, ampliar la formaci¨®n: "Tenemos cuerdas y metales, la gente con las que hice las bandas sonoras de D¨ªas azules y Nadie es perfecto; al ser conocidos, puedo personalizar los arreglos. Es una agrupaci¨®n heterog¨¦nea, hay veinte a?os de diferencia entre el mayor y el m¨¢s joven; conviven m¨²sicos contempor¨¢neos con jazzeros. Y todos con proyectos particulares".
En disco, prefiere no procesar los sonidos: "Evito el reverb, los compresores, el delay, esos trucos. Suena crudo, tal como lo capt¨® el micr¨®fono. No se reducen los contrastes din¨¢micos, hay explosiones de sonido. Todos tocamos juntos, nada de grabar por pistas". Mastretta ir¨¢ goteando adelantos del disco, poniendo a la venta singles de dos temas coincidiendo con los conciertos mensuales de la orquesta en una sala madrile?a. "Lo bonito ser¨¢ comprobar c¨®mo evoluciona ese repertorio tras el directo".
No se trata de una obsesi¨®n
egoc¨¦ntrica por documentar todo lo que hace, aclara. Prefiere que no se reedite la m¨²sica pop que hizo con Las Manos y en su debut como solista: "Era descorazonador sufrir tanto por esas canciones y que luego el productor te echara del estudio para deformarlas con los tics propios de aquella ¨¦poca". Est¨¢ en etapa de exploraci¨®n del pasado, tanto en m¨²sica como en cine: "Las pel¨ªculas que se hacen ahora no me gustan, hay veces que me levanto del cine. As¨ª que me he comprado un proyector y me dedico a ver cl¨¢sicas, que adem¨¢s est¨¢n baratas". Y muestra entusiasmado sus ¨²ltimos hallazgos de vinilo, tangueros conseguidos en Argentina.
Desconf¨ªa de los elitismos: "Yo entiendo que debe haber un pop para el gran p¨²blico, una m¨²sica poco exigente. Luego est¨¢ el pop m¨¢s elaborado y las m¨²sicas m¨¢s complejas. Cada uno elige su v¨ªa; no comulgo con esos creadores que reniegan ante el mal gusto de la gente".
Mastretta en El Sol es un CD + DVD publicado por Subterfuge. La orquesta act¨²a el 20 de cada mes en Galileo Galilei (Galileo, 100, Madrid).
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