Ideas para reavivar un barrio perif¨¦rico que fue vanguardia
Arquitectura propone intervenciones para devolverle el brillo al modernismo del Barrio de Las Flores en A Coru?a
El barrio de las Flores de A Coru?a evolucion¨® a la inversa de la historia del patito feo que, de adulto, se transform¨® en cisne. Naci¨® en la periferia de la ciudad como centro de modernidad. Pero su peculiar configuraci¨®n, la de un barrio aut¨®nomo con servicios y equipamientos propios y cuyo interior est¨¢ vetado al tr¨¢fico rodado, ensanch¨® su aislamiento tanto econ¨®mico como social.
Apenas sobrevive el comercio, padece peque?os brotes de inseguridad ciudadana y la mara?a de escaleras y accesos laber¨ªnticos a los edificios dificulta la vida diaria de sus vecinos. Es misi¨®n imposible para una ambulancia, un cami¨®n de bomberos o un coche f¨²nebre llegar hasta las casas unifamiliares.
Los residentes est¨¢n orgullosos de un pol¨ªgono con mala imagen en la ciudad
Pese a todo, este pol¨ªgono de 1.900 viviendas sociales, construidas entre las d¨¦cadas de los 60 y 70 por la dictadura de Franco al amparo de su Obra Sindical del Hogar, sigue hoy considerado como "la mejor pieza residencial del movimiento moderno de la arquitectura espa?ola". Y bastar¨ªan "peque?as operaciones" urban¨ªsticas para mejorar sustancialmente la calidad de vida de los habitantes de las Flores y reavivar el vanguardismo arquitect¨®nico con el que naci¨®, sin "perder su esp¨ªritu de barrio".
Es una de las principales conclusiones del estudio de revitalizaci¨®n urban¨ªstica de este barrio que elabor¨®, por encargo del Ayuntamiento, un equipo de profesores y estudiantes de la Escuela T¨¦cnica Superior de Arquitectura de A Coru?a, bajo la direcci¨®n del responsable del departamento de Urbanismo, Jos¨¦ Gonz¨¢lez-Cebri¨¢n.
El de Las Flores es un barrio dif¨ªcil de entender para la sociedad, destaca el coordinador del trabajo, el profesor Mart¨ªn Fern¨¢ndez Prado, y m¨¢s a¨²n de ver alg¨²n valor arquitect¨®nico a un conjunto de edificios y casas, visto desde fuera y percibido as¨ª tambi¨¦n por la mayor¨ªa de los coru?eses como un amalgama de hormig¨®n con zonas verdes.
Pero para asombro de muchos, el barrio de Las Flores tiene grandes cualidades y relevancia. Una parte est¨¢ incluso protegida. Dividido en cinco "unidades vecinales", una de ellas, la n¨²mero tres, le vali¨® a Jos¨¦ Antonio Corrales el Premio Nacional de Arquitectura. Otros cuatro arquitectos destacados en la segunda mitad del siglo pasado, Sobrini, Bescansa, Rodr¨ªguez Losada y Fern¨¢ndez-Abalat, son los autores de las dem¨¢s.
El proyecto consisti¨® en crear un barrio concebido como "un paquete completo", explica Fern¨¢ndez Prado: bloques de edificios y casas unifamiliares con su templo parroquial, centro de salud, local social y colegio propios, el todo adornado de mucho jard¨ªn. Sigue siendo la zona de A Coru?a con la mayor proporci¨®n de zona verde por habitante.
En las Flores no entran veh¨ªculos. Est¨¢ circundado por un per¨ªmetro exterior, la ¨²nica v¨ªa de acceso para los coches a los aparcamientos subterr¨¢neos de los edificios o a callejones en cul-de-sac (sin salida). Pero esa segregaci¨®n de coche y peat¨®n, caracter¨ªstica del movimiento moderno de la arquitectura de la mitad del siglo XX, unido a la ausencia originalmente de ascensores -57 portales siguen sin tenerlos- se torn¨® en contra del barrio y sus habitantes. "Hay escaleras por todas partes", explica Fern¨¢ndez Prado, "y corredores en plantas medias para subir o bajar a los pisos, porque uno de sus cualidades en aquel momento era que no se tuviera que recorrer a pie m¨¢s de cuatro plantas".
Uno de los bloques de viviendas ten¨ªa, en su fachada externa, una especie de montacargas que, accionado por un funcionario del entonces Ministerio de la Vivienda, permit¨ªa acceder a los pisos. Cuando el ascensorista se jubil¨®, el aparato, otrora s¨ªmbolo de modernidad, cay¨® en desuso, abandonado.
Mejorar o incluso crear accesos que rompan el aislamiento de las Flores con el resto de la ciudad y tambi¨¦n con sus habitantes as¨ª como renovar sus equipamientos y espacios p¨²blicos, que dejaron de ser modernos alimentan las propuestas e ideas de rehabilitaci¨®n del estudio en el que trabajaron este grupo de profesores y alumnos de Arquitectura durante a?o y medio, recopilando mapas, planos e informes del estado actual de edificios y espacios colectivos.
La Facultad de Sociolog¨ªa complet¨® la radiograf¨ªa del barrio con un informe sociol¨®gico sobre usos, costumbres y demandas de los residentes, que en l¨ªneas generales se declaran contentos y orgullosos de un barrio que en el resto de A Coru?a tiene mala imagen.
Sustituir escaleras por rampas, crear pasarelas peatonales y abrir accesos a los garajes constituir¨ªa peque?as intervenciones con grandes ventajas para mejorar la calidad de vida en esta zona ahora en decadencia. Un corredor peatonal con carril para bicicletas que, a largo plazo, se unir¨ªa al futuro paseo que recorrer¨¢ la r¨ªa coru?esa ayudar¨ªa a reintegrar las Flores con el resto de la ciudad.
Tampoco supondr¨ªa grandes inversiones modernizar los espacios p¨²blicos, como el otrora moderno polideportivo que hoy est¨¢ destartalado, o reconvertir el viejo centro de salud, cerrado desde que se abri¨® el nuevo ambulatorio del vecino barrio de Matogrande.
Para reactivar la econom¨ªa local en una zona donde apenas queda un pu?ado de tiendas en el per¨ªmetro exterior -las galer¨ªas comerciales del centro est¨¢n cerradas- y atraer a los coru?eses a un barrio, hoy s¨®lo residencial, Arquitectura propone crear un mercadillo permanente a semejanza de los famosos e informales mercados callejeros de Londres.
Son algunas entre otras ideas para reavivar el vanguardismo de Las Flores. El Ayuntamiento deber¨¢ ahora elegir entre las m¨²ltiples propuestas y materializarlas para, sin perder el esp¨ªritu propio del barrio, devolver brillo y atractivo a una zona perif¨¦rica que se encuentra aislada socialmente del resto de la ciudad.
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