El 'tibur¨®n' del Ebro no es de ficci¨®n
Una veintena de agresivas especies for¨¢neas amenazan el fr¨¢gil equilibrio ecol¨®gico en Espa?a y causan da?os millonarios
La gambusia era un chollo. El Gobierno trajo este pez en los a?os sesenta desde Estados Unidos para controlar el paludismo. Hoy es un quebradero de cabeza. Se ha adaptado tan bien que ha proliferado sin control, enturbia el agua y desplaza especies aut¨®ctonas.
Como la gambusia, unas 300 especies de plantas, peces, mam¨ªferos y hongos han colonizado Espa?a. Muchas son parte del paisaje, pero 20 de ellas, como el mejill¨®n cebra, el alga asesina, el vis¨®n americano, el cangrejo rojo o el gal¨¢pago de Florida, son extremadamente agresivas y amenazan el fr¨¢gil ecosistema en muchos lugares. El Grupo Especialista en Invasiones Biol¨®gicas, con el apoyo de la Caixa Catalunya, ha reunido los datos de estas 20 especies en un informe pionero.
500 personas combaten el camalote en el Guadiana. En verano, la planta cubre el r¨ªo
Un accidente liber¨® el alga asesina del acuario de M¨®naco en 1982. Ya ocupa 10.000 hect¨¢reas
La directora de este grupo de expertos, Laura Capdevila, explica que muchas "son liberadas como cebos para la caza o la pesca". As¨ª aparecieron el siluro (un pez de dos metros que no se come pero que se pesca) y el lucio. En otras ocasiones son animales escapados de granja, como el vis¨®n americano, que ha convertido en una especie en extinci¨®n al vis¨®n europeo. Tambi¨¦n hay mascotas, como el gal¨¢pago de Florida, que transmite la salmonelosis a los ni?os y que tras ser liberado desplaza al gal¨¢pago aut¨®ctono. En otros casos, las especies han llegado de forma voluntaria, como el cangrejo americano, soltado en los r¨ªos como alimento pero que ha podido con los originarios.
En 1974, un grupo de alemanes introdujo ejemplares de siluro en el Ebro (junto al embalse de Mequinenza, Zaragoza) para promover la pesca. El ¨¦xito ha sido tal que este animal ha acabado con las carpas locales. El brit¨¢nico Carl Smith lleg¨® a Espa?a el a?o pasado en busca de un siluro m¨ªtico. Pesc¨® uno de 102,7 kilos, el mayor de Espa?a y uno de los m¨¢s espectaculares de Europa.
Todas estas especies alteran la cadena tr¨®fica y rompen el fr¨¢gil equilibrio ecol¨®gico. Pero sus efectos van mucho m¨¢s all¨¢. El jacinto de agua o camalote es una alga que desde 2005 prolifera en el Guadiana y ha afectado a 75 kil¨®metros del r¨ªo. La Confederaci¨®n Hidrogr¨¢fica del Guadiana, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, afirma que ha gastado en el ¨²ltimo a?o 7,5 millones de euros para retirar 200.000 toneladas de camalote. La confederaci¨®n explica que desde septiembre de 2005 ha empleado a 500 personas para instalar 5.000 metros de barreras flotantes y ha movilizado 16 embarcaciones, un catamar¨¢n, un cami¨®n-pulpo y una gr¨²a para luchar contra la plaga. La planta cubre la superficie del r¨ªo y, especialmente con altas temperaturas, impide la oxigenaci¨®n y la entrada de luz y produce mortandades de peces. Aunque los herbicidas funcionan, no se puede atacar directamente porque el impacto sobre el Guadiana ser¨ªa mucho peor.
La almeja asi¨¢tica -que obstruye las tuber¨ªas y da?a las centrales hidroel¨¦ctricas- o el mejill¨®n cebra, tambi¨¦n generan cuantiosos da?os. El mejill¨®n cebra, un peque?o molusco procedente del Caspio y el Aral, ya cuesta dos millones de euros al a?o a las centrales hidroel¨¦ctricas del Ebro. Crece a tal velocidad que tapiza todo y bloquea cauces y tuber¨ªas. Ser¨¢ imposible de erradicar y colonizar¨¢ los r¨ªos de toda la Pen¨ªnsula. Del Ebro ya ha saltado al J¨²car y al Segura. C
omo se?ala Capdevila, "no se sabe si las larvas de mejill¨®n cebra llegaron en tanques con peces para piscifactor¨ªa o en agua de lastre de los barcos". Los buques llevan tanques con agua de lastre para estabilizarse cuando no llevan carga. Al llegar a un puerto los vac¨ªan, y as¨ª se convierten en un vector de transmisi¨®n de alta eficacia. El Ministerio de Fomento ha aprobado una norma que obliga a los barcos a vaciar sus tanques lejos de la costa.
La Generalitat Valenciana ha destinado 3,6 millones a luchar contra el picudo rojo. Este insecto procedente de Egipto destroza las palmeras. Cuando aparece no basta con talar el ejemplar enfermo, sino que hay que quemarlo y enterrarlo para que el insecto no se propague. Nadie sabe c¨®mo lleg¨® a Espa?a, pero los ecologistas apuntan a las urbanizaciones e invernaderos del sureste que importan palmeras desde Egipto. El insecto amenaza el palmeral de Elche, Patrimonio de la Humanidad. Tambi¨¦n el parque de Do?ana corre serios riesgos. Desde 1998, la Junta de Andaluc¨ªa ha destinado all¨ª 3,92 millones de euros a combatir 14 plantas invasoras, como la u?a de le¨®n, y ha capturado 372 gal¨¢pagos de Florida.
A veces, las invasiones surgen por accidente. As¨ª ocurri¨® con la Caulerpa taxifolia, el alga asesina. Los cient¨ªficos cultivaban el alga, propia de climas c¨¢lidos, en el acuario de M¨®naco que dirig¨ªa Jacques Cousteau. En 1982, un escape de agua liber¨® una min¨²scula cantidad de alga. Y desde entonces no ha parado de proliferar en el Mediterr¨¢neo. Desde Espa?a a Croacia ocupa ya 10.000 hect¨¢reas de bajos fondos marinos. Capdevila, detalla que el problema es que el alga asesina "hab¨ªa adquirido una mutaci¨®n en M¨®naco y se volvi¨® m¨¢s agresiva". La sospecha es que el mut¨® al ser tratada con luz ultravioleta.
La caulerpa acaba con la Posidonia oceanica, un alga propia del Mediterr¨¢neo que sirve de refugio y zona de cr¨ªa para muchos peces, por lo que su desaparici¨®n puede afectar a todo el ecosistema mediterr¨¢neo. Probablemente debido al calentamiento global en el Mediterr¨¢neo hay ya especies propias del mar Rojo y tropicales.
El informe sobre las 20 especies m¨¢s da?inas destaca que la mayor¨ªa son plantas, que pasan inadvertidas. Muchas de ellas, como el camalote, se venden como ornamentales. "La gente piensa que las plantas no se escapan, pero son el principal problema". As¨ª son los invasores silenciosos.
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