Los geof¨ªsicos siguen en directo la deriva de los continentes
El valle del Rift de Etiop¨ªa se abre y ?frica se parte a un ritmo de unos 16 mil¨ªmetros al a?o. Se trata de un fen¨®meno geol¨®gico muy lento, pero tambi¨¦n de una oportunidad ¨²nica de seguir en directo el movimiento de los continentes. Por ello, un equipo de investigaci¨®n internacional liderado por Tim Wright, geof¨ªsico de la Universidad de Leeds (Reino Unido), ha comenzado a estudiar el proceso en el desierto et¨ªope de Afar, tras obtener una subvenci¨®n de 3,79 millones de euros del Consejo Nacional de Investigaci¨®n del Medio Ambiente (NERC). "Es muy emocionante porque estamos siendo testigos del nacimiento de un nuevo oc¨¦ano", afirma Wright. "No sabemos exactamente qu¨¦ va a pasar, pero creemos que algunas partes del norte de Etiop¨ªa y Eritrea pueden convertirse en una isla, antes de que la gran masa de tierra del Cuerno de ?frica se separe del continente".
Esta descomunal fractura se produce porque en el valle del Rift de Etiop¨ªa se juntan dos gigantescas placas litosf¨¦ricas, la Africana y la Ar¨¢biga, que ahora se est¨¢n separando. El tiempo estimado para que este proceso cambie realmente el aspecto de ?frica se mide en millones de a?os, pero de forma ocasional las tremendas presiones bajo el suelo provocan ya episodios catastr¨®ficos, como el ocurrido en septiembre de 2005, cuando se abrieron cientos de grietas en la zona. "Etiop¨ªa es el ¨²nico lugar del planeta donde podemos ver un continente rajarse en tierra firme", incide Wright, y explica que en la investigaci¨®n se usar¨¢n sat¨¦lites para tomar im¨¢genes del mismo lugar en momentos diferentes, adem¨¢s de instrumentos GPS y sism¨®grafos. As¨ª, los cient¨ªficos esperan medir los cambios en el suelo y desarrollar un modelo inform¨¢tico de c¨®mo el magma se mueve bajo la corteza terrestre para crear y destruir continentes.
Resulta parad¨®jico, pero los cient¨ªficos conocen mucho mejor algunos planetas remotos que el interior de la propia Tierra. Si bien la observaci¨®n en superficie aporta muchas pistas, reconstruir qu¨¦ pasa a mayor profundidad es m¨¢s complicado. Otra investigaci¨®n reciente, ¨¦sta de la Universidad de Purdue, en Indiana (EE UU), en colaboraci¨®n con el Instituto de Geolog¨ªa y S¨ªsmolog¨ªa de China, ha tratado de confirmar en un amplio estudio sobre el conjunto de Asia, c¨®mo son las placas tect¨®nicas: ?duras y quebradizas o blandas y viscosas? La primera hip¨®tesis sugiere que los continentes se parten en pedazos en los choques entre placas tect¨®nicas, la segunda que aumentan de espesor al juntarse. Como detalla Eric Calais, profesor de Geof¨ªsica de Purdue, durante 10 a?os han ido colocando cerca de 160 marcadores en la superficie rocosa de Asia para medir durante 3 o 4 d¨ªas la velocidad de su movimiento con instrumentos GPS. "Se compara la velocidad entre puntos vecinos para determinar si tienen un desplazamiento coherente entre ellos, si es as¨ª, se trata de placas r¨ªgidas, si no, el continente se deforma de manera continua", detalla Calais.
El resultado de la investigaci¨®n, publicado en Geophysical Research Letters, corrobora que la respuesta correcta no es sino una combinaci¨®n de las dos hip¨®tesis: "Hemos encontrado que la mayor parte de Asia es muy dura y se rompe como un plato de cer¨¢mica, pero tambi¨¦n que hay grandes pedazos, como el T¨ªbet o las monta?as Tien Shan, que parecen deformarse como la plastilina", comenta Calais. A diferencia de lo que ocurre en Europa, m¨¢s estable, este equipo de investigadores ha medido en Asia movimientos de entre 1 y 30 mil¨ªmetros al a?o, siendo los m¨¢s importantes los que se producen por la colisi¨®n de la India, que son responsables de la creaci¨®n de las monta?as del Himalaya y del levantamiento de la meseta del T¨ªbet. "Estos movimientos suceden muy despacio durante millones de a?os, pero su impacto es tremendo por las masas tan enormes implicadas", comenta Calais.
Uno de los grandes interrogantes a los que no responde la tect¨®nica de placas es la formaci¨®n de muchas islas volc¨¢nicas, como Hawai, Gal¨¢pagos o Canarias. La explicaci¨®n m¨¢s utilizada es la de penachos t¨¦rmicos: parte del material del manto terrestre sube al tener una mayor temperatura y una menor densidad y se funde al llegar a superficie formando una isla o una monta?a submarina, lejos de los bordes de las placas tect¨®nicas. Sin embargo, si bien la mayor¨ªa de los ge¨®logos est¨¢ de acuerdo con esta teor¨ªa, no deja de tener tambi¨¦n detractores.
En este debate que dura 30 a?os, un estudio publicado en la revista Nature inclina la balanza un poco m¨¢s hacia los defensores de los penachos t¨¦rmicos. Esta investigaci¨®n llevada a cabo por Bernad Bourdon, del Instituto Federal de Tecnolog¨ªa de Z¨²rich (Suiza), y Alberto Saal, de la Universidad de Brown, en Rhode Island (EE UU), ha descubierto una correlaci¨®n entre is¨®topos de torio, protactinio y uranio medidos en lavas y los valores del flujo de flotabilidad de ocho archipi¨¦lagos -entre ellos, las islas Canarias-, que probar¨ªa que provienen del manto terrestre que asciende por las diferencias t¨¦rmicas.
Como los investigadores no pueden descender a los l¨ªmites del manto para recoger pruebas f¨ªsicas, deben realizar sus suposiciones con las pistas afloradas en superficie; en este caso, qu¨ªmicas. Con estos indicios, los cient¨ªficos hallan una estrecha vinculaci¨®n entre la relaci¨®n isot¨®pica y el flujo de material requerido para formar estas islas. Es m¨¢s, esta informaci¨®n les ha permitido estimar los cambios en la temperatura, la velocidad y el tama?o de los penachos. "Cuanto m¨¢s r¨¢pido se mueve el manto hacia arriba y se funde, menor es la relaci¨®n isot¨®pica de torio, protactinio y uranio", detalla Saal.
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