El mismo aire, la misma tierra

Alucinante y contradictoria la situaci¨®n ecol¨®gica en Castilla y Le¨®n. Primero, ese intento de urbanizar en terreno especialmente protegido en las Navas del Marqu¨¦s, anulado por el Tribunal Superior de Justicia de aquella comunidad aut¨®noma. Luego, la pol¨¦mica estaci¨®n de esqu¨ª de San Glorio, proyectada en un parque nacional, donde seguramente ni hay nieve debido a las altas temperaturas invernales. Y ahora, m¨¢s alucinante y contradictorio todav¨ªa, el proyecto para una gran urbanizaci¨®n en suelo protegido de Soria (EL PA?S, 13-3): lo defiende el consejero de Medio Ambiente, te¨®ricamente encargado de proteger la naturaleza; se tramita por una v¨ªa de dudosa legalidad que s¨®lo puede anular el Tribunal Constitucional; y se bautiza con el nombre orwelliano Ciudad del Medio Ambiente.

Sin embargo, la p¨¢gina web de Castilla y Le¨®n, en su apartado Medio Ambiente, presenta un breve v¨ªdeo que, con un fondo de bellas fotograf¨ªas y m¨²sica lacrim¨®gena, anuncia: "Todos despertamos bajo el mismo cielo, respiramos el mismo aire, caminamos sobre la misma tierra, convivimos en armon¨ªa, formamos parte de una Comunidad, de un espacio ¨²nico que es de todos, para todos, para siempre". Termina con una voz sincera que sentencia: "Nuestro futuro est¨¢ en la naturaleza, y cuidarla est¨¢ en nuestras manos".

Por favor, que se retire el v¨ªdeo o -mejor- el proyecto urban¨ªstico.