Ovidio con iPod
La modernidad cl¨¢sica de Juan Antonio Gonz¨¢lez Iglesias obtiene el Loewe de Poes¨ªa
"Un griego en una discoteca, s¨ª, pero algo m¨¢s tambi¨¦n". As¨ª describi¨® ayer V¨ªctor Garc¨ªa de la Concha, director de la RAE, a Juan Antonio Gonz¨¢lez Iglesias (Salamanca, 1964), autor de Eros es m¨¢s (Visor), que ha obtenido el ¨²ltimo premio Loewe, el m¨¢s prestigioso de la poes¨ªa espa?ola actual.
"La palabra patria es un problema para un poeta espa?ol, no para un revolucionario franc¨¦s"
Autor de cuatro libros m¨¢s, Gonz¨¢lez Iglesias ha sabido sintetizar la biblioteca y el gimnasio, la m¨²sica pop y San Agust¨ªn de Hipona. Sabe lo que hace: es profesor de lat¨ªn en la universidad de su ciudad natal y un verso suyo afirma: "La canci¨®n del verano suena m¨¢s que la Eneida". Ni apocal¨ªptico ni integrado, el poeta celebra y lamenta la cultura de masas: "Va por d¨ªas. Hay momentos en los que necesitamos estar con nuestro tiempo. Hay muchos aspectos del arte contempor¨¢neo que son superiores a los cl¨¢sicos. Por ejemplo, el intento de democratizaci¨®n, acomodarse al tiempo humano. Mucho arte contempor¨¢neo es ef¨ªmero, ni m¨¢rmol ni bronce. Su duraci¨®n es la nuestra. El riesgo es que en vez de ser democr¨¢tico sea demag¨®gico. Dar lo que el p¨²blico espera es muy f¨¢cil. A veces se dice que cualquiera puede ser un artista y es verdad. Como cualquiera que en el mundo cl¨¢sico tuviera educaci¨®n literaria pod¨ªa ser un poeta, con grados, claro".
Pese al luminoso vitalismo de sus poemas, Gonz¨¢lez Iglesias avisa sobre el cambio de ¨¦poca en el que nos encontramos. "Algo se est¨¢ terminando", afirma. "Nuestra ¨¦poca se parece a la Antig¨¹edad tard¨ªa, por eso algunos hablan de modernidad tard¨ªa". Para ¨¦l, uno y otro tiempo comparten el deterioro cultural combinado con el desarrollo tecnol¨®gico. Se hacen recuentos de sabidur¨ªa como los compendios divulgativos que tanto abundan hoy: de los mil libros que hay que leer a las pel¨ªculas del siglo. Aunque sostiene que las mutaciones son tan largas que no debemos preocuparnos, ¨¦l mismo se?ala datos preocupantes: "Teniendo un sistema de ense?anza que permitir¨ªa educar a cada ciudadano como un senador romano, a?adiendo las nuevas tecnolog¨ªas, deliberadamente se rebajan los niveles educativos. Esa educaci¨®n estar¨ªa al alcance de cualquiera. No requiere inversi¨®n. Hay un instituto p¨²blico en el pueblo m¨¢s peque?o. Que no se haga indica que el poder no quiere ciudadanos bien formados. Aprender tecnolog¨ªas nuevas es f¨¢cil. Un joven lo puede ense?ar m¨¢s f¨¢cil a un adulto que al rev¨¦s. Pero filosof¨ªa no".
De la s¨ªntesis entre el pesimismo de la raz¨®n y el optimismo de la voluntad nacieron tambi¨¦n libros como Esto es mi cuerpo y Ol¨ªmpicas, un conjunto de poemas, que siguiendo el modelo de P¨ªndaro, cantan las haza?as de atletas como el japon¨¦s Koji Murofushi, el campe¨®n ol¨ªmpico de lanzamiento de martillo. "Igual que hay gente que no cree en el alma", explica el poeta, "la hay que no cree en el cuerpo. Yo creo en las dos cosas". Su autor insiste en que su ¨²ltimo poemario es tambi¨¦n una reflexi¨®n sobre el poder, "a pesar de que la pol¨ªtica no ocupe m¨¢s que un verso en todo el libro". En ese verso aparece la palabra patria, que "es un problema para un poeta espa?ol, algo que no sucede para el m¨¢s izquierdista de los revolucionarios franceses. Es la sombra de Franco, s¨ª. Pero o tenemos patria o no la tenemos. Las dos cosas est¨¢n bien, pero es lamentable que cierta izquierda -y ¨¦sa es la novedad, porque de la derecha no nos sorprende- reivindique peque?as patrias. La heterogeneidad es un valor pero es lamentable que se use la diversidad para promover la desigualdad". Autor de poemas de gran altura homoer¨®tica, Gonz¨¢lez Iglesias es, junto a ?lvaro Pombo, uno de los pocos intelectuales que critic¨® la ley de matrimonios homosexuales: "Zapatero tuvo la valent¨ªa de plantear un problema que exist¨ªa, pero hac¨ªa falta una instituci¨®n nueva y alternativa al matrimonio. Me parece mejor la ley italiana de parejas de hecho. Ten¨ªamos a nuestra disposici¨®n a Plat¨®n, a Wilde, a Gide. Con una semana m¨¢s de discusi¨®n en el parlamento y con los diputados leyendo y razonando un poco habr¨ªa salido algo mejor".
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