Roberta, a secas
La sobrina de Armani se prepara para heredar el negocio del dise?ador
Roberta, a secas. El apellido es innecesario. Si uno conoce a Roberta, de 39 a?os, no encuentra cerrada ninguna puerta. Hasta hace unos a?os, Roberta Armani era la sobrina del modista m¨¢s c¨¦lebre y poderoso del mundo, la jefa de relaciones p¨²blicas del imperio Armani y la esposa de Angelo Moratti, miembro de una de las familias m¨¢s ricas de Italia. Ahora se ha convertido en mucho m¨¢s: es amiga de toda la gente importante, es representante de su t¨ªo y podr¨ªa convertirse, dicen, en su heredera.
Roberta, hija de Sergio, hermano mayor de Giorgio Armani, ha vivido siempre entre lujos y rodeada de famosos. Fue desde peque?a una habitual del Mari¨², el privad¨ªsimo yate de 52 metros de Giorgio Armani, y estaba acostumbrada a ver por casa a Richard Gere, prob¨¢ndose el vestuario de American gigol¨®, o compartir su adolescencia con amiguitos como el Leonardo di Caprio de antes de Titanic.
Quer¨ªa ser actriz en Hollywood. Su vida cambi¨®, sin embargo, en 1992. Su padre, Sergio Armani, contrajo ese a?o una enfermedad que le mat¨® poco despu¨¦s. Su t¨ªo, Giorgio Armani, a¨²n estaba recuper¨¢ndose de otra muerte devastadora, la de su socio, asesor financiero y compa?ero sentimental, Sergio Galeotti, ocurrida en 1985. Giorgio propuso a Roberta que trabajara con ¨¦l, como modelo y ayudante, y ambos se hicieron inseparables. Roberta empez¨® a participar en desfiles en Estados Unidos y descubri¨® que tal vez no le interesaba ser actriz: "Bastaba que dijera que era la sobrina de Giorgio Armani", explica, "para que la gente me tocara como a una santa".
El parentesco con el juez supremo del buen gusto le permiti¨® conocer a miles de personas famosas o influyentes. Le ayudaron tambi¨¦n su simpat¨ªa y su extroversi¨®n (el t¨ªo es t¨ªmido y m¨¢s bien arisco) y su dominio del ingl¨¦s (se sospecha que el t¨ªo entiende el idioma internacional de los negocios, pero se niega a hablarlo, quiz¨¢ para reforzar su aura de misterio). De forma m¨¢s o menos natural, Roberta fue encarg¨¢ndose de las relaciones p¨²blicas del grupo Armani. En 2000, Giorgio Armani le asign¨® formalmente la relaci¨®n con los clientes famosos. Desde entonces, su protagonismo no ha dejado de crecer.
Reconoce que, por temor a los cazadotes, siempre ha evitado relacionarse con chicos pobres. "Me cas¨¦ con un hombre de mi mismo ambiente para no tener problemas", comenta. El elegido fue Angelo Moratti, hijo de Gianmarco Moratti (presidente de la petrolera Saras y de otras empresas), sobrino de Massimo Moratti (propietario del Inter) e hijastro de Letizia Moratti, ex ministra y alcaldesa de Mil¨¢n: la cr¨¨me de la cr¨¨me italiana.
A sus 73 a?os, Giorgio Armani s¨®lo aparece en p¨²blico en ocasiones muy contadas, como la presentaci¨®n de sus colecciones. A todos los efectos, es Roberta quien le representa. Hay otros Armani en la empresa, como Silvana, hermana de Roberta, que trabaja en el equipo de dise?o, o el primo Andrea, empleado en el ¨¢rea financiera. Pero Roberta es la persona de confianza del gran jefe, la ¨²nica que puede permitirse hablar en su nombre o actuar como patrona en el cuartel general milan¨¦s.
Hace unos meses, Giorgio Armani se dign¨® acudir a la boda de Tom Cruise y Katie Holmes en el castillo de Bracciano, y lo hizo con su sobrina como acompa?ante. En diciembre, en el Baile de los Artistas del Museo Guggenheim de Nueva York (del que Armani es mecenas), el modista estuvo ausente, y fue Roberta quien ejerci¨® como anfitriona.
La visibilidad y la influencia de Roberta Armani suscitan abundantes especulaciones. Sigue siendo una inc¨®gnita el futuro del imperio Armani. Cada vez que se ha hablado de una posible venta (a L'Or¨¦al, por ejemplo), el modista ha publicado un desmentido oficial. Con venta o sin ella, el gran problema consiste en encontrar un estilista que pueda continuar el trabajo de Giorgio, un hombre tan talentoso como perfeccionista: sigue controlando personalmente hasta la ¨²ltima corbata que sale de sus talleres. En cuanto a la propiedad, ?y si quedara en manos de Roberta? Su corte de VIP ya la trata como si fuera la futura reina.
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