La Administraci¨®n no sabe, no contesta
El acceso a los datos p¨²blicos para periodistas y ciudadanos es una carrera de obst¨¢culos
Qu¨¦ hay de secreto en la marcha de las obras del tren AVE Madrid-Ja¨¦n? ?Por qu¨¦ es imposible conocer los criterios con los que el INE controla la veracidad de los censos de poblaci¨®n? ?Por qu¨¦ el Ministerio de Sanidad no facilita las listas de espera hospitalaria, ni el de Medio Ambiente las de los municipios que no depuran las aguas residuales? No son secretos de Estado, pero en los despachos ministeriales se les trata como tales.
Todo periodista acostumbrado a reclamar datos a las administraciones p¨²blicas sabe de las dificultades de obtenerlos. Las preguntas arriba formuladas, e infinidad de otras similares, desaparecen por los agujeros negros de los gabinetes de prensa y de las instituciones de nuestra democracia. La opacidad no es una pr¨¢ctica exclusiva del Gobierno central, que alega en su defensa que muchas de las materias sobre las que se reclama informaci¨®n est¨¢n transferidas. Los Ejecutivos auton¨®micos y las corporaciones locales no son m¨¢s transparentes. Y es que la Administraci¨®n p¨²blica (que da trabajo a casi tres millones de personas y es sin duda el mayor empresario nacional) es un complejo y pesado engranaje a las ¨®rdenes del poder pol¨ªtico. Sin embargo, la ideolog¨ªa no marca diferencias fundamentales en el apego casi patrimonial a la informaci¨®n que maneja.
La Constituci¨®n espa?ola exime al Rey de dar explicaciones sobre sus gastos
Fomento, ministerio impenetrable, es calificado de "entorpecedor" por el Defensor del Pueblo
Prueba de ello es la constancia con la que el Ministerio de Fomento ha mantenido un estilo impenetrable a lo largo de las distintas legislaturas. Y no s¨®lo para los periodistas. El Defensor del Pueblo, en su ¨²ltimo informe, coloca a este departamento entre las entidades "entorpecedoras". Un listado que incluye espec¨ªficamente a la Secretar¨ªa de Estado de Infraestructuras y Planificaci¨®n y a Aviaci¨®n Civil, junto a la Ciudad Aut¨®noma de Ceuta y una docena de ayuntamientos grandes y peque?os. Pero aunque no figuren en la memoria del Defensor, son varios los departamentos que custodian la informaci¨®n como cruzados.
Especialmente alguna informaci¨®n. Mientras cualquier ciudadano brit¨¢nico puede enterarse, a trav¨¦s de la p¨¢gina web de la C¨¢mara de los Comunes, de qu¨¦ actividades extra desarrolla y qu¨¦ bienes declara el diputado que le representa, el espa?ol lo tiene algo m¨¢s complicado. Puede acceder a la lista de actividades extraparlamentarias de los diputados -previa petici¨®n por escrito-, pero lo relativo a sus bienes patrimoniales no es p¨²blico, tal y como especifica en su art¨ªculo 160 la Ley Electoral.
En Francia tambi¨¦n es material secreto. Pero la declaraci¨®n patrimonial es custodiada (y supervisada) por la comisi¨®n para la transparencia financiera de la vida pol¨ªtica, dependiente del Consejo de Estado e integrada por altos magistrados. En nuestro pa¨ªs, todo queda en casa. Es decir, en manos de la Comisi¨®n del Estatuto del Diputado.
Tampoco el Rey de Espa?a, que ostenta la suprema representaci¨®n de la naci¨®n, est¨¢ obligado a dar cuentas, ni de su patrimonio personal ni del uso que hace de los poco m¨¢s de ocho millones de euros de presupuesto anual asignado a la Casa Real. Fuentes de La Zarzuela explican vagamente que el dinero sirve para pagar sueldos de altos cargos de la Casa, del personal laboral, y para cubrir "gastos derivados de la funci¨®n del Rey como jefe del Estado, recepciones y viajes preparatorios de Sus Majestades". Los viajes oficiales corren, en cambio, por cuenta del Ministerio de Exteriores. No m¨¢s explicaciones. El Rey no tiene que darlas, de acuerdo con el art¨ªculo 65 de la Constituci¨®n, apuntan las mismas fuentes.
Nadie podr¨ªa acusar de falta de transparencia, en cambio, sino de parquedad informativa, al Instituto de Comercio Exterior (Icex) cuando se le reclaman datos sobre exportaciones de armas espa?olas. En el instituto remiten a una estad¨ªstica en la que dichas exportaciones est¨¢n recogidas bajo el ep¨ªgrafe "defensa y seguridad militar", sin m¨¢s especificaciones. ?No ser¨ªa posible encontrar algo m¨¢s detallado? "Pregunte a la Agencia Estatal Tributaria", replican en el Icex.
Al habla con la Agencia, que depende de la Direcci¨®n General de Aduanas, toman buena nota de la pregunta, pero una semana despu¨¦s aclaran que ellos no elaboran esas estad¨ªsticas. Hay que dirigirse a la Secretar¨ªa de Estado de Comercio. Esta vez, la responsable de prensa se apiada de la periodista y le facilita exactamente el sitio de la p¨¢gina web donde se encuentra el dato.
El recorrido no es del todo sencillo, porque hay que pinchar no menos de cinco veces en otros tantos ep¨ªgrafes algunos tan enigm¨¢ticos como los titulados "Canales tem¨¢ticos" o "Informaci¨®n sectorial", hasta llegar a la publicaci¨®n detallada y completa de las exportaciones de material de Defensa y doble uso.
A veces, el problema no es la escasez de informaci¨®n, sino el exceso. Como en el caso de las tan tra¨ªdas y llevadas balanzas fiscales (la relaci¨®n entre lo que el Estado recauda en cada comunidad y lo que revierte en ella). El Ministerio de Econom¨ªa y Hacienda no las publica debido a la complejidad que entra?a su elaboraci¨®n, que puede arrojar resultados muy diferentes seg¨²n se incluyan o no determinados conceptos. Cuando se le pide este espinoso dato al ministerio, desde el departamento de prensa hacen llegar un estudio de cien folios elaborado por el Instituto de Estudios Fiscales. Una inestimable ayuda que confunde m¨¢s que aclara.
El inmenso territorio de entidades que engloba Econom¨ªa y Hacienda tiene puntos opacos que no son defendibles con argumentos de alta pol¨ªtica. Pongamos el caso del Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE). Hace unas semanas, el INE detect¨® el crecimiento falso de los padrones en algunas localidades en v¨ªsperas de las elecciones municipales. Preguntado por los dispositivos de que se vale para detectar esta supercher¨ªa, el INE guarda silencio alegando que se trata de "datos internos". Una f¨®rmula original para designar el no sabe, no contesta, el famoso silencio administrativo.
?Sabe alguien cu¨¢ntos polic¨ªas municipales hay?
"AQU? ESE DATO NO LO TENEMOS", responde un portavoz de Administraciones P¨²blicas, un ministerio que se ocupa del funcionariado y del conjunto de empleados del Estado, cuando se le pregunta por la cifra de polic¨ªas municipales que hay en Espa?a. Seg¨²n la propia p¨¢gina del departamento, son casi dos millones y medio de personas las que se ocupan a diario de que funcione la maquinaria estatal, auton¨®mica y local, aunque seg¨²n la ¨²ltima encuesta de poblaci¨®n activa (EPA) est¨¢n muy cerca de los tres millones, por lo mucho que han engordado las administraciones auton¨®micas.
El mismo portavoz recuerda que los agentes municipales dependen de cada Ayuntamiento. ?Habr¨¢ que llamar uno por uno a todos los que tienen m¨¢s de 5.000 habitantes y, seg¨²n la normativa
est¨¢n obligados a contar con alg¨²n agente local? Quiz¨¢ la Federaci¨®n Espa?ola de Municipios y Provincias, un organismo que pretende aglutinar a las administraciones locales, pueda ayudarnos. "No, desgraciadamente no", explican amablemente en la FEMP. "Calculamos que estar¨¢n entre los 50.000 y los 100.000 efectivos, pero no podemos precisar. ?Ha probado a llamar al Ministerio del Interior?".
Pero en Interior s¨®lo se ocupan de "los nuestros", en palabras de una portavoz, es decir, de la Polic¨ªa Nacional y de la Guardia Civil. "Los municipales dependen de los ayuntamientos". ?No est¨¢n considerados como parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado? "No. Son miembros de las Fuerzas de Seguridad, pero no del Estado".
Tampoco en la Direcci¨®n General de Protecci¨®n Civil, que depende de la Subsecretar¨ªa de Interior, hay datos de algunos de los efectivos fundamentales con los que se cuenta siempre en casos de cat¨¢strofes: los bomberos. "Puedo darle una cifra que manejamos aqu¨ª, pero no es oficial, no puede citarnos como fuente", explica una portavoz, que aconseja llamar a las asociaciones de bomberos para obtener el dato.
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