Un juez investiga al CSIC por contaminar un acu¨ªfero en Valencia

A?o y medio de prisi¨®n por un delito contra el medio ambiente. Es la sanci¨®n que propone la fiscal¨ªa del Tribunal Superior de Justicia de Valencia contra los responsables de un antiguo laboratorio del CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas) en Pobla de Farnals. En el 2000 trasladaron la investigaci¨®n a las nuevas instalaciones de la Universidad Polit¨¦cnica y en la mudanza llegaron a contaminar un acu¨ªfero natural de la huerta, seg¨²n los informes encargados por la fiscal¨ªa. Las sustancias afectaron los pulmones de un vecino de la parcela del CSIC.

Los invernaderos se parecen m¨¢s a un vertedero que a un centro de investigaci¨®n

Desde el 2000 el olor se hizo insoportable. Las ratas ocuparon el lugar antes frecuentado por los cient¨ªficos y el agua del grifo sal¨ªa contaminada. As¨ª lo describe un vecino de la parcela y afectado por la supuesta negligencia, que prefiere permanecer en el anonimato. Una denuncia suya oblig¨® a que una brigada especializada de la Guard¨ªa Civil acudiera hace tres a?os con trajes especiales a limpiar la parcela contaminada. El da?o ya estaba hecho. Sus pulmones se encuentran afectados por haber respirado durante a?os "un olor parecido al yodo", seg¨²n lo describe. Sus ¨®rganos estaban expuestos a plaguicidas utilizados para crear f¨®rmulas para el tratamiento de cultivos, seg¨²n la fiscal¨ªa.

El Instituto de Biolog¨ªa Molecular y Celular de las Plantas, situado ahora en las instalaciones de la Universidad Polit¨¦cnica en Valencia, fue creado en 1992 para investigar las posibilidades de la aplicaci¨®n de la biotecnolog¨ªa en las t¨¦cnicas de cultivo y desarrollo vegetal. Desde 1996 ocup¨® las instalaciones de Puebla de Farnals en colaboraci¨®n con el CSIC.

El aspecto de los antiguos invernaderos es m¨¢s parecido a un vertedero que a un antiguo centro de investigaci¨®n. Un informe del Instituto Nacional de Toxicolog¨ªa, encargado por la fiscal¨ªa de medio ambiente de la Generalitat, lleg¨® a encontrar 26 productos qu¨ªmicos acumulados junto a los residuos de la planta experimental "durante un periodo indeterminado de a?os". Los suficientes como para que las culebras se convirtieran en los habitantes habituales de esta parcela.

Para Vicente Conejero, director del instituto y uno de los acusados, "los informes son una tonter¨ªa". "Lo que ocurre es que la fiscal¨ªa de medio ambiente ve un bote de pintura en el campo y enloquece", explica. El laboratorio ha aportado, a la fase de instrucci¨®n en la que se encuentra el caso, informes que demuestran que las sustancias eran inocuas, seg¨²n afirma Conejero. El cient¨ªfico, que admite que es un problema heredado del anterior director del instituto, no quiso facilitar los informes que desmienten a la Fiscal¨ªa. Seg¨²n Conejero, el caso est¨¢ en fase de instrucci¨®n y s¨®lo debe ser el juez el que tenga acceso a las pruebas. En todo momento, resta gravedad a las acusaciones y est¨¢ convencido de que el caso se sobreseer¨¢.

El funcionario del CSIC niega incluso que las sustancias hayan colaborado en la propagaci¨®n de ratas y culebras. "Es normal que haya este tipo de animales. Ocurre en todas las acequias", afirma. Sin embargo, el vecino de la finca experimental ha percibido un aumento "desmesurado" en los ¨²ltimos a?os. "He tenido que lanzar raticidas a trav¨¦s de la valla para controlarlas", responde el afectado.

Sin embargo, fuentes de la fiscal¨ªa advierten de la gravedad del caso. Y descartan el archivo del caso. Un juzgado de Massamagrell estudia el litigio desde hace dos a?os. El informe ecotoxicol¨®gico que ha tenido en cuenta la fiscal¨ªa para llegar incluso a pedir prisi¨®n para Conejero, advierte del peligro de propagaci¨®n de las sustancias analizadas, a trav¨¦s del aire, el agua o el suelo. Los residuos afectan de "grave riesgo sobre el equilibrio de los sistemas naturales y la salud de las personas afectadas", seg¨²n el informe firmado por Luis Burillo Borrego, ecotoxic¨®logo forense.

El estudio se?ala el riesgo de los residuos por la movilidad del suelo donde fueron vertidos, la volatilidad de su composici¨®n, la facilidad para disolverse en el agua y la capacidad de b¨ªoacumulaci¨®n. La inspecci¨®n cont¨® con la colaboraci¨®n del Laboratorio de Salud P¨²blica de la Generalitat que realiz¨® los an¨¢lisis de plaguicidas del pozo del vecino intoxicado.