Un instituto pionero: sin libros, castigos ni notas
Profesores y alumnos recuerdan los 75 a?os del nacimiento del Institut-Escola de la Generalitat
Un instituto sin libros de texto, sin notas, sin castigos y mixto. As¨ª recordaron ayer el profesor Ramon Sugranyes y algunos alumnos c¨®mo era el Institut-Escola de la Generalitat republicana. S¨®lo recordando c¨®mo eran Espa?a y Catalu?a en la d¨¦cada de 1930 se percibe lo que supuso la entidad en el panorama educativo de entonces. Lo dijeron ayer varios ex alumnos en el acto del 75 aniversario del nacimiento de esta instituci¨®n reunidos por la Universidad Pompeu Fabra y al que asistieron el consejero de Educaci¨®n, Ernest Maragall y el rector Josep Joan Moreso."El Institut-Escola fue una de las concesiones que obtuvo la Generalitat del Gobierno republicano. Abri¨® en febrero de 1932 como centro piloto en educaci¨®n secundaria", explica Pere Sol¨¤, catedr¨¢tico de Historia de la Pedagog¨ªa de la UAB. "El centro se sum¨® a la renovaci¨®n pedag¨®gica que se inici¨® en Catalu?a a principios de siglo XX", a?ade Sol¨¤. Esta tradici¨®n empez¨® con la Escuela Moderna de Ferrer i Gu¨¤rdia, prosigui¨® con pedagogos como Alexandre Gal¨ª y Maria Montsesori, corrientes luego recuperadas en los albores del tardofranquismo por movimientos como Rosa Sensat.
De los 110 docentes de secundaria que hab¨ªa en 1939, s¨®lo 68 no sufrieron represalias
El profesor Sugranyes imparti¨® clases de Literatura Catalana en la sede del instituto en la Ciutadella de Barcelona. "Me sent¨ª cautivado por aquella atm¨®sfera. All¨ª no hab¨ªa castigos; s¨®lo el sentido de la responsabilidad de cada uno", dec¨ªa ayer.
La corta vida de la entidad acab¨® en 1939. Luego lleg¨® la depuraci¨®n. Hab¨ªa 110 profesores de bachillerato en Catalu?a. De ellos, 23 fueron expulsados definitivamente; otros 19, expulsados temporamente o trasladados y apenas continuaron 68, como explic¨® ayer el doctor y profesor de la UPF, Jaume Claret.
"Aquellos maestros nos ayudaban a ser personas", dijo el tambi¨¦n ex alumno e historiador Josep Maria Ainaud de Lasarte, que calific¨® aquellos tiempos como "uno de los momentos m¨¢s apasionantes de nuestro pa¨ªs".
Josep Ribera, otro ex alumno de 82 a?os, recordaba a la entrada al acto conmemorativo: "Entr¨¦ en octubre de 1934 para estudiar bachillerato en el centro que hab¨ªa frente al Parlament. Tengo grandes recuerdos de aquellos a?os".
Conxa Sugranyes fue una de las primeras alumnas del Institut-Escola. Hoy tiene 87 a?os y un gran recuerdo de su paso por la instituci¨®n. "El objetivo del centro no era s¨®lo transmitir informaci¨®n, sino formarnos como personas y transmitir valores como el compa?erismo y el altruismo", explic¨®.
Esta ex alumna dice que se renov¨® totalmente el bachillerato catal¨¢n. Prueba de ello son los m¨¦todos pedag¨®gicos que utilizaba. "No hab¨ªa ex¨¢menes ni libros de texto, para cada asignatura ten¨ªamos una libreta y a finales de la semana las revisaba el profesor", explic¨® Conxa Sugranyes.Otra de las innovaciones fue el tratamiento de la religi¨®n. "No hab¨ªa una asignatura como tal, pero en las excursiones se reservaba tiempo para que los alumnos que lo deseasen fueran a misa. Las puertas del centro estaban todo el d¨ªa abiertas, y al finalizar las clases hab¨ªa un sinf¨ªn de actividades". Conxa tambi¨¦n recuerda que el Institut-Escola no era gratuito, aunque cada alumno pagaba "en funci¨®n de la c¨¦lula del padre"
El tambi¨¦n ex alumno, Oriol Casasses, recordaba ayer que la d¨¦cada de 1930 fue un periodo extraordinario por "la renovaci¨®n pedag¨®gica que emprendieron los maestros y las innovaciones en campos como en la arquitectura que lider¨® el grupo GATPAC o la medicina, ejemplificada por el doctor August Pi i Sunyer".
No fue hasta 1965 cuando la entidad de renovaci¨®n pedag¨®gica Rosa Sensat empez¨® a retomar algunas ideas defendidas 30 a?os atr¨¢s por los precursores. Su fact¨®tum principal fue la pedagoga Marta Mata, fallecida el a?o pasado.
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