El PP defiende aplicar el C¨®digo Penal Militar a los guardias civiles

El PP defender¨¢ "con toda rotundidad" la aplicaci¨®n del C¨®digo Penal Militar a los guardias civiles, incluso cuando cumplan tareas de seguridad ciudadana o tr¨¢fico. En cambio, quiere excluirlos del r¨¦gimen disciplinario castrense, que incluye la posibilidad de imponer arrestos, aunque formen parte de unidades militares en zonas de conflicto. As¨ª lo revel¨® ayer su portavoz en la Comisi¨®n de Interior del Congreso, Alicia S¨¢nchez-Camacho.

La comparecencia del ministro del Interior, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, para explicar los dos proyectos de reforma de la Guardia Civil aprobados el viernes por el Consejo de Ministros -el c¨®digo disciplinario y la ley de derechos y deberes- sirvi¨® para desvelar en parte la actitud del PP.

S¨¢nchez Camacho no quiso anticipar si su grupo presentar¨¢ enmiendas a la totalidad de las dos leyes, pero revel¨® que se opondr¨¢ a uno de los ejes de la reforma: que el C¨®digo Penal Militar deje de aplicarse a los guardias civiles que realizan funciones policiales y s¨®lo les afecte cuando cumplan misiones militares o se integren en unidades del Ej¨¦rcito. Para la portavoz del Grupo Popular, esta medida supone una "desmilitarizaci¨®n encubierta".

El PP ha tomado prestado el argumento del sector conservador del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), que impuso un dictamen contrario al proyecto del Gobierno en el que aseguraba que la no aplicaci¨®n del C¨®digo Penal Militar a los agentes era "incongruente" con su naturaleza militar, podr¨ªa dejar en la "impunidad" conductas graves y planteaba "serias dudas acerca de su constitucionalidad".

Pese a ello, S¨¢nchez Camacho reivindic¨® el borrador de reforma disciplinaria que elabor¨® el Gobierno del PP -y que nunca lleg¨® al Consejo de Ministros por la oposici¨®n de Defensa- , que suprim¨ªa los arrestos disciplinarios en cualquier circunstancia. En este sentido, era m¨¢s desmilitarizador que el del Gobierno socialista, pues ¨¦ste aplica el r¨¦gimen disciplinario castrense, y por tanto los arrestos, para los guardias civiles que cumplan misiones militares o est¨¦n integrados en unidades del Ej¨¦rcito. La doble propuesta del PP es como m¨ªnimo parad¨®jica: disciplina civil para los guardias enviados a Afganist¨¢n y C¨®digo Penal Militar para los agentes de tr¨¢fico.

Manifestaci¨®n

El debate en la Comisi¨®n de Interior del Congreso no se centr¨® tanto en las reformas como en si ¨¦stas fueron consecuencia de la manifestaci¨®n que unos 3.000 agentes de uniforme celebraron el 20 de enero en la Plaza Mayor de Madrid. Todos los grupos establecieron una relaci¨®n de causalidad entre ambos hechos, que Rubalcaba neg¨® con el argumento de que, cuando se produjo el acto de protesta, la ley disciplinaria ya hab¨ªa sido remitida al CGPJ para su informe preceptivo. Efectivamente, el Gobierno remiti¨® ese texto el 12 de enero, una semana antes de la concentraci¨®n, pero para entonces ya se conoc¨ªa su convocatoria. Respecto a la ley de Derechos y Deberes, su aprobaci¨®n se decidi¨® tan a ¨²ltima hora que fue directamente a la mesa del Consejo de Ministros, sin pasar por el Consejo de Estado o la Comisi¨®n de Subsecretarios.

"La reforma no quita un ¨¢pice de eficacia a la Guardia Civil; si adem¨¢s da satisfacci¨®n a algunas reivindicaciones, miel sobre hojuelas", zanj¨® Rubalcaba, quien se esforz¨® por presentar como un episodio superado la concentraci¨®n de la Plaza Mayor.

El ministro, que ha puesto su firma a la reforma al a?o escaso de llegar al cargo, quiso rendir homenaje a los diputados socialistas que la han impulsado desde hace a?os: Carme Chac¨®n, Mamen S¨¢nchez, ?ngel Mart¨ªnez Sanju¨¢n y Victorino Mayoral.