Por el estereotipo hacia la escultura
La Fundaci¨®n Mir¨® presenta los trabajos de Claes Oldenburg y Coosje van Gruggen
Claes Oldenburg era ya conocido en todo el mundo como uno de los padres del pop art, cuando en 1976 conoci¨® a Coosje van Bruggen, una hist¨®rica del arte, menos c¨¦lebre pero igual de creativa, que el a?o siguiente se convirti¨® en su esposa. Juntos empezaron una nueva trayectoria que les llev¨® a redefinir el lenguaje de la escultura p¨²blica monumental. La memoria de este intenso di¨¢logo personal y profesional se recoge en su primera exposici¨®n retrospectiva Escultura, tal vez, abierta en la Fundaci¨®n Mir¨® hasta el 3 de junio. Un t¨ªtulo que lleva impl¨ªcita la reflexi¨®n sobre el nuevo significado del concepto de escultura, surgido de la interacci¨®n con el entorno tanto arquitect¨®nico como humano, as¨ª como de la relaci¨®n entre los dos artistas.
"Esta antol¨®gica revela el desarrollo de nuestro proceso creativo y la naturaleza de nuestra colaboraci¨®n, que no persigue una identidad de pensamiento, mas se basa en la unidad de los opuestos y en las sinergias entre nuestras diferencias", explicaron con ocasi¨®n del estreno de la exposici¨®n en el museo de arte contempor¨¢neo Castello di Rivoli de Tur¨ªn (Italia). Muy a su pesar, debido a que Van Bruggen se est¨¢ recuperando de una intervenci¨®n quir¨²rgica, no han podido estar presentes en Barcelona, ciudad que acoge Mistos (Cerillas), una de sus esculturas monumentales m¨¢s c¨¦lebres. Algunos las definen arqui-esculturas, pero ellos prefieren denominarlas large-scale projects, proyectos de gran escala. En definitiva, se trata de objetos cotidianos e intencionadamente estereotipados, que -ampliados- pierden sus connotaciones originales y ganan una fuerte carga de iron¨ªa, humor y sutileza, sin perder el perfecto equilibrio de las proporciones, como "un recuerdo de la dimensi¨®n ¨¢urea", indic¨® Rosa Maria Malet, directora de la Fundaci¨®n Mir¨®.
La exposici¨®n recorre los ¨²ltimos 20 a?os de la simbiosis vital y art¨ªstica de la pareja, a trav¨¦s de unas doscientas obras, empezando por "los restos" de la acci¨®n p¨²blica Il Corso del Coltello, realizada en Venecia en 1985. "La performance utilizaba la imagen del cuchillo suizo multiuso como s¨ªmbolo de un nuevo sistema art¨ªstico arquitect¨®nico, que interviene en el entorno, en aquel caso el contexto hist¨®rico veneciano, con cortes e incisiones", explic¨® Marcella Beccaria, conservadora jefe del Castello di Rivoli y comisaria de la exhibici¨®n, junto con la directora del museo turin¨¦s, Ida Gianelli. Aquella performance marc¨® el inicio de su colaboraci¨®n con el arquitecto Frank Gehry, que se plasm¨® en el volante blando para el Museo Guggenheim de Bilbao; el edificio con forma de prism¨¢ticos -su ¨²nica escultura habitable- para la sede de una agencia de publicidad de California; y Cuello y pajarita, creada para la entrada de la Disney Concert Hall de Los ?ngeles, que el arquitecto est¨¢ construyendo.
Todas estas piezas forman parte de la colecci¨®n de modelos tridimensionales y maquetas que sale por primera vez de su estudio de Nueva York para esta muestra, junto con Soledad para dos, un diario visual en forma de dibujos y esbozos, imprescindible para entender su proceso de trabajo. "Las decisiones definitivas las tomamos en nuestro estudio, estimulados por el recuerdo de lo que observamos en el lugar que acoger¨¢ la obra", explicaban los artistas, que realizan sus maquetas con materiales pobres, tan cotidianos y triviales como los objetos que representan.
Babelia
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