"La lengua es lo que se mueve"
El director de la Real Academia Espa?ola conf¨ªa en que el congreso de Cartagena de Indias recoja lo que se habla, no lo que estiman los fil¨®logos.
"Un informe sobre el habla indica que la unidad ling¨¹¨ªstica supera el 93%. Vas a Am¨¦rica y nos entendemos"
Sentado en su despacho de la Real Academia Espa?ola, V¨ªctor Garc¨ªa de la Concha, asturiano de 1934, que rige los destinos de la entidad desde 1998, no parece el hombre ajetreado que ha dedicado cada minuto de los ¨²ltimos meses a organizar el IV Congreso de la Lengua de Cartagena de Indias. Tranquilizado acaso por el silencio reconfortante del recinto de la madrile?a calle de Felipe IV, el antiguo cr¨ªtico de poes¨ªa y catedr¨¢tico de Literatura Espa?ola en la Universidad de Salamanca tiene tiempo para hablar de lo que pasar¨¢ y tambi¨¦n de lo que ha pasado con los congresos de la lengua, que empezaron en Zacatecas (M¨¦xico), cuando dirig¨ªa la Academia su colega Fernando L¨¢zaro Carreter.
PREGUNTA. Menuda tarea.
RESPUESTA. La compartimos con el Instituto Cervantes... Despu¨¦s del primer congreso, el de Zacatecas, la Academia Espa?ola firm¨® un convenio con el Cervantes para responsabilizarse de la organizaci¨®n acad¨¦mica de los congresos. Es decir, que nosotros, de acuerdo con las academias americanas, establecemos el tema central del congreso, su t¨ªtulo, hacemos un borrador de las secciones y vamos haciendo una primera selecci¨®n de las personas que en nuestra opini¨®n deben ser invitadas a participar, siempre teniendo en cuenta que no es bueno repetir... Porque de lo que se trata es de que haya una representaci¨®n de todos los pa¨ªses y de que esto se vaya renovando.
P. ?Qu¨¦ prima en la selecci¨®n de asuntos?
R. ?stos no son congresos cient¨ªficos de la lengua. Son foros de reflexi¨®n, cada vez m¨¢s abiertos a los m¨¢s distintos sectores. La lengua es sustrato de todo lo que se mueve. Y en este congreso hay cient¨ªficos, hay arquitectos..., se pretende que recoja lo que se va hablando, no lo que los cient¨ªficos de la lengua estiman que es asunto de su especialidad.
P. El de Zacatecas fue un buen p¨®ster... ?Aquel discurso de Garc¨ªa M¨¢rquez en contra de la ortograf¨ªa!
R. Imag¨ªnese. Ese congreso fue idea de Ernesto Zedillo, entonces presidente de M¨¦xico. ?l lanz¨® la idea de que fueran foros permanentes y que se establecieran con una periodicidad determinada. All¨ª se propuso que Colombia fuera el segundo pa¨ªs en organizarlo, pero no pudo asumirlo. En una reuni¨®n que tuvimos en casa de Eulalio Ferrer [pr¨®cer espa?ol exiliado en M¨¦xico, apasionado de Cervantes], Zedillo me pidi¨® que le comunicara al Gobierno espa?ol su deseo de que Espa?a tomara el testigo y organizara el segundo congreso, que se hizo en Valladolid. Y despu¨¦s se hizo el de Argentina... Este ¨²ltimo fue muy laborioso de preparar. F¨ªjese que en Argentina se sucedieron cuatro presidentes desde que el pa¨ªs asumi¨® la idea de montarlo. Lo hicimos en Rosario, y all¨ª fue donde Colombia manifest¨® mucho inter¨¦s en hacerlo ahora. Y ah¨ª estamos.
P. Le dec¨ªa que aquel congreso de Zacatecas fue un gran p¨®ster de los congresos, gracias a aquel exabrupto ortogr¨¢fico de Garc¨ªa M¨¢rquez...
R. As¨ª fue... Alguien del Instituto Cervantes me dec¨ªa: "Ojal¨¢ alguien agitara tanto las aguas en cada congreso". Lo de Garc¨ªa M¨¢rquez fue en efecto un exabrupto. Pero tiene una ra¨ªz personal. ?l dice que siempre tuvo muchos problemas con la ortograf¨ªa. Soy ahora un testigo privilegiado de que es un escrupuloso y obsesivo corrector de cuanto escribe. Llega al escr¨²pulo. ?Un punto mal puesto le saca de quicio y no quiero ni pensar c¨®mo se pondr¨ªa ante una errata!
P. Claro, ahora habr¨¢ visto c¨®mo corrige Cien a?os de soledad...
R. S¨ª, para la edici¨®n conmemorativa de las academias... Hicimos unos cuadros comparativos de todas las ediciones que se han hecho, y ¨¦l nos anunci¨® que revisar¨ªa y fijar¨ªa definitivamente el texto. ?Y con qu¨¦ escr¨²pulo lo hizo! Con una meticulosidad obsesiva... Y lo que ¨¦l hizo en Zacatecas, en su famoso discurso sobre la ortograf¨ªa, fue proponer una vuelta a la ortograf¨ªa con una ¨¦tica estricta.
P. Y luego vino a la RAE, como si hiciera penitencia...
R. Hab¨ªa pasado Zacatecas, y un d¨ªa fui al hotel Palace, de Madrid, con Fernando L¨¢zaro, nuestro director. De repente me encontr¨¦ con Carlos Fuentes, quien nos lleva a donde estaba precisamente Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez... Fernando le dijo: "Me quito el sombrero ante un escritor que se pasa por debajo del arco del triunfo toda la ortograf¨ªa...". A ra¨ªz de ese encuentro, Juan Luis Cebri¨¢n organiz¨® un almuerzo en el que nosotros le explicamos a Gabo lo que supondr¨ªa cambiar la ortograf¨ªa... Y s¨ª, vino a la Academia. Fue un encuentro excelente, conmovedor.
P. ?Y c¨®mo le son¨® a usted lo que dijo en Zacatecas?
R. Me son¨® como una reencarnaci¨®n de Sarmiento; quiz¨¢ quer¨ªa proclamar la necesidad de una did¨¢ctica de la ortograf¨ªa m¨¢s f¨¢cil... Cuando en Francia abordaron una revisi¨®n ortogr¨¢fica se produjo una verdadera revoluci¨®n. En Alemania pas¨® lo mismo. ?La ortograf¨ªa: ojo al Cristo que es de plata! Una de las grandes conquistas de la lengua es la unidad de la ortograf¨ªa, que se logr¨® entre 1884 y 1927... Mira lo que pasa en Brasil y Portugal, porque la unidad ortogr¨¢fica no existe...
P. ?Y ya est¨¢ fijada entre nosotros, es inamovible?
R. A veces en la ortograf¨ªa se cuelan imprecisiones, y ¨¦sas son las que hay que modificar. Hay que mantener una ortograf¨ªa muy actualizada en la ense?anza. En Medell¨ªn [en el congreso de las academias] vamos a hablar de una pr¨®xima edici¨®n de la ortograf¨ªa, y a ver si la hacemos muy del siglo XXI...
P. ?En qu¨¦ estamos obsoletos, en el uso de la ortograf¨ªa?
R. Ya hay unas convenciones, pero debemos tratar m¨¢s lo que pasa con las palabras en lengua extranjera, con el lenguaje de la publicidad, con las consecuencias de la irrupci¨®n de la cibern¨¦tica... Convendr¨ªa fijar algunas normas.
P. ?Qu¨¦ le preocupa m¨¢s, la ortograf¨ªa o la sintaxis?
R. Las dos cosas. Son las dos grandes bases de la unidad de la lengua... El l¨¦xico es mucho m¨¢s abierto, y las diferencias son subsanables. El espa?ol tiene una estructura muy sobria. En un informe que se hizo sobre el habla en Madrid, en comparaci¨®n con el que se habla en M¨¦xico, se llegaba a la conclusi¨®n de que la unidad supera el 93%. Vas a Am¨¦rica y nos entendemos.
P. Pues un escritor mexicano, Jos¨¦ Emilio Pacheco, cuenta lo que le pas¨® en un hotel de Madrid, cuando llam¨® a recepci¨®n y dijo: "Se?or, se me da?¨® la tina y no funciona la regadera".
R. Y el recepcionista no entendi¨® nada... Pero las diferencias l¨¦xicas las resuelve el contexto.
P. Nunca hablaremos igual.
R. ?Gracias a los dioses! El romance es la base, pero en cuanto la lengua empieza a andar incorpora elementos de otras hablas y se va enriqueciendo. Todas las lenguas son consecuencia de mestizajes. Y la mestiza por excelencia es el espa?ol.
P. Si usted fuera un cirujano de la lengua, ?por d¨®nde empezar¨ªa a operar en el caso del espa?ol?
R. Creo que la lengua espa?ola est¨¢ en un momento de expansi¨®n muy importante, y tiene su base de expansi¨®n en Latinoam¨¦rica. La propia globalizaci¨®n hace que todas las lenguas est¨¦n haci¨¦ndose pr¨¦stamos. Actualmente, los mayores est¨ªmulos le vienen al espa?ol del ingl¨¦s. El ingl¨¦s se ha convertido en una lengua franca, de comunicaci¨®n, de la ciencia, del comercioAntes fue el franc¨¦s. Y antes a¨²n fue el lat¨ªn. Siempre ha habido lenguas francas... El gran reto del espa?ol ahora es consolidarse como lengua internacional, conseguir el mayor reconocimiento en el ¨¢mbito diplom¨¢tico y en los organismos mundiales. Pero lo m¨¢s importante es que se incorpore como lenguaje de las nuevas tecnolog¨ªas.
P. Un investigador brit¨¢nico ha dicho que en 2050 va a haber m¨¢s hablantes de espa?ol que de ingl¨¦s...
R. No s¨¦ si vamos a poder desplazar al ingl¨¦s, no lo s¨¦. En cualquier caso, el espa?ol est¨¢ en un momento expansivo, y con una ventaja enorme. Y la ventaja es la unidad enorme que tiene el espa?ol.
P. ?Es cierto que los periodistas hacemos que se hable un peor espa?ol?
R. Habl¨¦ mucho con Fernando L¨¢zaro de esto... Como en cualquier gremio, en periodismo hay profesionales buenos, regulares y malos... Hay una gran responsabilidad en el periodismo; los peri¨®dicos han influido para bien y para mal en el uso de la lengua. El peligro est¨¢ m¨¢s en la comunicaci¨®n oral que en la escrita. Los medios de comunicaci¨®n deber¨ªan volver a la sana costumbre de la correcci¨®n.
P. ?Es un t¨®pico que se habla mejor en Am¨¦rica Latina?
R. Los niveles de correcci¨®n no pasan tanto por pa¨ªses cuanto por niveles de personas. Hay pa¨ªses de Latinoam¨¦rica que tuvieron muy a gala el cuidado de la expresi¨®n. Y es verdad que en muchas zonas de Am¨¦rica con menos progreso econ¨®mico se conserv¨® un espa?ol m¨¢s cercano al aprendido de la tradici¨®n oral del Siglo de Oro... La globalizaci¨®n lo va nivelando todo.
P. ?Qu¨¦ espera del congreso?
R. No espero resultados concretos. Bueno, en el de la Asociaci¨®n de Academias s¨ª los esperamos, porque vamos a discutir y aprobar un estatuto que no significa nada m¨¢s que la consagraci¨®n en norma de lo que estamos haciendo. Llevamos trabajando en ello diez a?os. En cuanto al congreso de Cartagena, no creo que haya conclusiones. Estos congresos cumplen su funci¨®n con reclamar la atenci¨®n sobre la importancia de la lengua, que es un patrimonio activo... Es la matriz del pensamiento, de la expresi¨®n, de la capacidad del ensanchamiento personal de cada uno, de la libertad colectiva... Crear esta conciencia es ya una aportaci¨®n.
P. Un congreso de palabras. ?Y cu¨¢l es su palabra?
R. Hay tantas palabras hermosas... Amor, libertad, madre. Ser hombre de palabra. La ciudad de las palabras. Una buena ciudadan¨ªa no puede ser m¨¢s que el producto de la palabra.
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