Un rito barroco recuperado

Cuarenta d¨ªas dur¨® el diluvio, cuarenta a?os estuvo el pueblo de Israel en el desierto antes de acceder a la tierra prometida, cuarenta horas estuvo Cristo en el sepulcro antes de la resurrecci¨®n. La fiesta, el rito barroco de las Cuarenta Horas tiene su origen en un desagravio a los excesos del Carnaval, pero se adorn¨® ocasionalmente en sus inicios en Espa?a con fuegos artificiales, corridas de toros y ornamentaci¨®n de los altares, sermones ret¨®ricos y villancicos al Sant¨ªsimo Sacramento. Los or¨ªgenes se remontan a Dalmacia y despu¨¦s a Mil¨¢n o Macerata (Italia). El Festival P¨®rtico de Zamora recrea ahora el esp¨ªritu musical y escenogr¨¢fico de esas jornadas.

Los M¨²sicos de Su Alteza se prestan a ello, con un espl¨¦ndido grupo de cantantes -Raquel Andueza, Olalla Alem¨¢n, Jos¨¦ Pizarro, Toni Gubau-, un predicador y unos instrumentistas superconcentrados a las ¨®rdenes de Luis Antonio Gonz¨¢lez, iluminado y sabio en este tipo de propuestas. Logran con el apoyo de las m¨²sicas de Ruiz Samaniego, Garc¨ªa de Salazar, Correa, Padilla, Gal¨¢n, P¨¦rez Rold¨¢n o Marqu¨¦s, y con un aparato esc¨¦nico a medio camino entre lo artesanal y las marionetas eucar¨ªsticas, un ambiente que sobrecoge e ilumina una ¨¦poca. Un ¨¦xito.