"Rossini es el Moli¨¨re de la ¨®pera"
Un hombre menudo de 80 a?os dirige con en¨¦rgica batuta a la orquesta del Teatro Real. Los j¨®venes m¨²sicos sudan tinta para seguir su ritmo. Es el maestro Alberto Zedda (Mil¨¢n, 1928), especialista en Gioachino Rossini, aunque prefiere que le llamen "un enamorado de Rossini y no experto, que suena muy fr¨ªo". Estrena hoy y dirige hasta el 16 de abril La pietra del paragone (La piedra de toque), ¨®pera poco conocida del compositor, que escribi¨® con 20 a?os como cr¨ªtica a la frivolidad de los ricos. Lo ir¨®nico es que la present¨® con gran ¨¦xito en el elitista teatro de la Scala de Mil¨¢n.
"Con Rossini nunca sabes si va en serio o te est¨¢ tomando el pelo con la partitura. La palabra que le define es ambig¨¹edad, por eso La pietra... era demasiado moderna para la ¨¦poca, 1812. Ahora se empieza a entender su juego de inteligencia", explica Zedda. La historia trata de un c¨ªnico conde -interpretado por el bajo Marco Vinco- que pone pruebas a tres damas -Patrizia Biccir¨¨, Laura Brioli y Marie-Ange Todorovitch- para saber qui¨¦n le ama de verdad y no por su fortuna. En ese juego de equ¨ªvocos probar¨¢ tambi¨¦n la fidelidad de sus amigos: un poeta fracasado (Paolo Bordogna), un periodista engre¨ªdo (Pietro Spagnoli) y el fiel caballero Giocondo, interpretado por el tenor Ra¨²l Jim¨¦nez.
"El estilo del compositor es antirromanticismo, ?en pleno siglo XIX!"
"El italiano dec¨ªa: 'El amor lo hago en la cama, no en el escenario"
En la representaci¨®n del Real, el director de escena Pier Luigi Pizzi ha sumado su iron¨ªa a la de Rossini y los personajes son muy identificables: raquetas de p¨¢del, polos de marca y gomina en el pelo, en una mansi¨®n con piscina incluida. A Zedda le encanta esta maldad esc¨¦nica. "Pizzi ha conseguido dar todav¨ªa m¨¢s actualidad a la obra. Retrata a los ricos que no saben en qu¨¦ gastar su tiempo. Pero no es una ¨®pera c¨®mica, sino una comedia de car¨¢cter como el teatro del absurdo de Moli¨¨re. Rossini es el Moli¨¨re de la ¨®pera. Hace un estudio psicol¨®gico de los personajes que contrasta con su m¨²sica abstracta. Por eso resulta tan dif¨ªcil de dirigir y representar", confiesa el maestro, director art¨ªstico del Rossini Opera Festival de Pesaro, que ha sido tambi¨¦n responsable del repertorio italiano en la Neue Deutsche Opera de Berl¨ªn y en la New York City Opera.
Despu¨¦s de 30 a?os estudiando al autor de obras tan conocidas como El barbero de Sevilla o Guillermo Tell, Alberto Zedda asegura que ha descubierto incluso los secretos m¨¢s ¨ªntimos de Rossini: "Su estilo es antirromanticismo, ?en pleno siglo XIX! No correspond¨ªa a su ¨¦poca. Nunca mostraba en escena la pasi¨®n o los sentimientos porque era muy pudoroso para esas cosas. Y todo el mundo sab¨ªa que era un mujeriego, pero ¨¦l dec¨ªa 'el amor lo hago en la cama, no en el escenario".
Otros de los secretos confesables de Rossini son los "autopr¨¦stamos", por decirlo de forma elegante, que hac¨ªa con sus obras. Se plagiaba a s¨ª mismo, con la esperanza de que no le pillasen. Esto explica que le diese tiempo a escribir cuatro ¨®peras despu¨¦s de La pietra..., entre 1812 y 1813. Verdi tard¨® cuatro a?os en componer Aida. "Bueno, no son plagios", defiende el maestro como si Rossini fuera el hijo revoltoso. "En realidad es un ejemplo de modestia, porque ¨¦l no pensaba que sus obras tuvieran tanta importancia. Por aquel entonces, el p¨²blico de Venecia o Mil¨¢n no sab¨ªa lo que se exhib¨ªa en Par¨ªs y no pod¨ªa apreciar esa reutilizaci¨®n de partituras. Rossini no imaginaba que al cabo de los a?os se estudiar¨ªa su obra".
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