Batasuna, s¨ª; Batasuna, no

Una semana antes de que Batasuna se pronuncie sobre su participaci¨®n en las elecciones municipales, el Gobierno asegura que mantendr¨¢ su exigencia a la formaci¨®n independentista para que cumpla con la Ley de Partidos y rechace la violencia terrorista sin quiere tener acceso a las urnas. "El Ejecutivo est¨¢ dispuesto a asumir las consecuencias de una decisi¨®n de veto, incluido un rebrote de la violencia, si Batasuna incumple la ley", se?alan fuentes gubernamentales, ante la anunciada comparecencia p¨²blica de los l¨ªderes de la izquierda abertzale, el pr¨®ximo 31 de marzo.

Los partidos nacionalistas vascos exigen en bloque a la izquierda 'abertzale' que rechace la violencia

El Gobierno combina la defensa de los principios con medidas orientadas a evitar nuevos atentados

Tres meses despu¨¦s del doble asesinato de ETA en el aeropuerto de Barajas, el Gobierno afronta, con la proximidad de las elecciones municipales del 27 de mayo y la actitud de Batasuna ante ellas, un momento crucial para su futuro, el de ETA y de la pol¨ªtica antiterrorista.

El atentado del 30 de diciembre de 2006 no acarre¨® el inicio inmediato de una nueva ofensiva terrorista, al contrario de lo que sucedi¨® tras la ruptura de la tregua indefinida de la banda en noviembre de 1999. Aunque el Gobierno de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero ha dado por roto el proceso para el fin dialogado del terrorismo, ETA mantiene la incertidumbre: Tras los dos asesinatos de Madrid no ha vuelto a atentar, pero ha advertido de que puede hacerlo en cualquier momento.

El 18 de febrero pasado, el presidente del Gobierno fij¨® las nuevas bases de la pol¨ªtica antiterrorista tras el atentado de Barajas: s¨®lo reabrir¨¢ el di¨¢logo con ETA si la banda abandona definitivamente las armas, y Batasuna s¨®lo podr¨¢ participar en las elecciones municipales si cumple la Ley de Partidos y rechaza la violencia de forma clara. Con ello traspas¨® a Batasuna y ETA la responsabilidad del futuro.

El Ejecutivo se ha planteado "combinar la defensa de estos principios democr¨¢ticos con una pol¨ªtica inteligente que evite en lo posible una situaci¨®n traum¨¢tica como la de 1998, cuando ETA rompi¨® la tregua, y ponga a la banda m¨¢s dif¨ªcil el regreso del terrorismo", se?alan fuentes socialistas.

En este contexto se encuadr¨® la decisi¨®n del Gobierno de evitar la muerte por huelga de hambre del preso etarra I?aki De Juana con el otorgamiento de la prisi¨®n atenuada, y el respeto a la decisi¨®n de la fiscal¨ªa de retirar la acusaci¨®n contra el dirigente de Batasuna Arnaldo Otegi en la causa por enaltecimiento del terrorismo en el entierro de una etarra.

El Ejecutivo no tiene garant¨ªas de que estos gestos supongan que ETA no volver¨¢ a atentar, pero s¨ª cree que lo dificulta "por su impacto en el mundo de Batasuna". Por el contrario, no descarta que ETA vuelva a atentar si Batasuna incumple la Ley de Partidos y el Gobierno y los tribunales impiden su participaci¨®n en las elecciones municipales y forales. "Seremos muy firmes en la aplicaci¨®n de la ley. No dejaremos que Batasuna cuele listas sin rechazar la violencia. Estamos preparados para las consecuencias de esta decisi¨®n", advierte.

De modo que en las pr¨®ximas semanas se librar¨¢, con el debate de las candidaturas de Batasuna y la aplicaci¨®n de la Ley de Partidos, la gran batalla sobre el fin de la violencia en Euskadi. Pero, pase lo que pase a corto plazo, el Gobierno considera que "mirando con perspectiva hist¨®rica, se est¨¢ en el ¨²ltimo acto de la tragedia etarra".

ETA se mantiene a la expectativa, pero est¨¢ aislada internacionalmente. Y carece del apoyo social del que goz¨® en Euskadi, incluso en el entorno de Batasuna. As¨ª, Batasuna, frente al silencio seguidista que mantuvo tras la ruptura de la tregua de ETA en 1999, ahora, si bien no termina de condenar la violencia, la mayor¨ªa, que representa Arnaldo Otegi, tampoco aprueba la continuidad del terrorismo. "Las ¨²ltimas iniciativas del Gobierno, tan atacadas por el PP, est¨¢n dirigidas a quitar argumentos al ¨¢mbito social que apoy¨® a ETA en el pasado", se?alan fuentes gubernamentales.

Tambi¨¦n el PNV y EA, que anta?o mantuvieron la complicidad pol¨ªtica con Batasuna, ahora han hecho un bloque, junto con Aralar, para presionar a la izquierda abertzale. Le exigen un claro rechazo a la violencia como condici¨®n para reabrir una mesa de partidos.

El Gobierno est¨¢ teniendo en cuenta estos factores en el dise?o de su pol¨ªtica antiterrorista, as¨ª como la opini¨®n mayoritaria de la poblaci¨®n que desea un fin dialogado del terrorismo con condiciones.