Despachos y autobuses
Ahora se ha sabido que mientras la alcaldesa de C¨¢diz, Teofila Mart¨ªnez le pagaba los autobuses a las mujeres de los trabajadores de Delphi para que se manifestaran en Sevilla, en el despacho profesional de su primer teniente de alcalde, Enrique Garc¨ªa-Agull¨® se realizaban las gestiones pertinentes, en nombre de la empresa, para llevar a buen puerto su intenci¨®n de marcharse de la Bah¨ªa de C¨¢diz. La contradicci¨®n era insoportable y m¨¢xime cuando los propios trabajadores tuvieron conocimiento de este extremo. As¨ª las cosas, el edil no tuvo m¨¢s remedio que dimitir, marcharse por la puerta trasera a tan s¨®lo dos meses de que concluya esta legislatura, al optar por su actividad profesional antes que por su responsabilidad p¨²blica. Ya en su d¨ªa este mismo concejal fue expulsado, o renunci¨®, a su condici¨®n de integrante de Greenpeace tras percatarse la organizaci¨®n de su consentimiento al paso de mercanc¨ªas radiactivas por la ciudad. De esta forma, el conflicto de Delphi se ha cobrado una inesperada v¨ªctima pol¨ªtica en la persona del n¨²mero dos de una Mart¨ªnez a la que se le nota demasiado sus ansias irrefrenables de devolverle la moneda a la Junta despu¨¦s de que se encontrara a?os atr¨¢s una soluci¨®n a la crisis de Astilleros.
Sector naval
Entonces, tanto ella como otros alcaldes de la zona llegaron a criticar a los sindicatos que dieron una lecci¨®n al aceptar una salida a las factor¨ªas que pasaba por dedicarlas a la construcci¨®n naval militar. A¨²n as¨ª, conviene no sorprenderse mucho. En m¨¢s de una ocasi¨®n ha habido serios encontronazos entre la actividad privada y profesional de sus concejales y su labor como gobernantes.
Eso de criticar a determinados estamentos porque acuerdan voluntades con la administraci¨®n socialista no resulta tampoco nuevo. S¨®lo basta con echar un vistazo a declaraciones anteriores del mismo Javier Arenas para darnos cuenta de lo mal que ha digerido siempre, por ejemplo, la concertaci¨®n social de los empresarios con sindicatos y Junta.
Una medida mod¨¦lica que ha demostrado con el paso del tiempo su eficacia y que la derecha ha interpretado, siempre, como un elemento imprescindible del que insisten en llamar "r¨¦gimen andaluz". Pues bien, Arenas ya puede respirar tranquilo al observar c¨®mo el presidente de la patronal, Santiago Herrero comienza a ense?ar los dientes al gobierno andaluz. Parece que se recobra despu¨¦s fracasar estrepitosamente en su intento de acceder a la presidencia de la CEOE y lo hace con fuerza teniendo al "ladrillo" como una de sus principales preocupaciones. Y ah¨ª tiene a su lado al PP, en un reposicionamiento de las cosas, hasta cierto punto natural. No parece que Herrero vaya a rectificar esta semana sus criticas hacia la Junta, tal y como le ha demandado un Chaves al que se espera que est¨¦ m¨¢s acompa?ado en su planteamiento firme contra el presidente de la CEA. Por eso, tal vez tengamos que confiar todo a los buenos oficios del "invisible" Gri?¨¢n para que vuelvan las aguas a su cauce.
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