Liderazgo global
Considera el autor que la nueva pol¨ªtica sobre energ¨ªa y cambio clim¨¢tico aprobada por 'Los 27' va en el direcci¨®n adecuada y vuelve a dar impulso a una deprimida Uni¨®n Europea.
La cumbre del 9 de marzo del Consejo de Europa, en la que los jefes de Estado y de gobierno de la UE-27 han aprobado una nueva pol¨ªtica sobre energ¨ªa y cambio clim¨¢tico, marca un hito altamente positivo en los 35 a?os que la Uni¨®n lleva desarrollando pol¨ªticas y programas ambientales. ?stas han sido en mi opini¨®n algunas claves.
1.- La Uni¨®n Europea ha dado una respuesta pol¨ªtica satisfactoria al reciente requerimiento del 4? Informe del Panel Intergubernamental para el Cambio Clim¨¢tico. Las voces de alerta de la comunidad cient¨ªfica internacional han sido debidamente escuchadas y la UE ha decidido que va a reducir un 20% las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) para 2020. Este hecho tiene una gran relevancia, dadas las caracter¨ªsticas del juego del cambio clim¨¢tico.
Las emisiones afectan a un bien p¨²blico global, por lo que los avances en su reducci¨®n favorecen por igual a todos
El problema de las emisiones afecta un bien p¨²blico global, la atm¨®sfera de la Tierra, por lo que los avances en la reducci¨®n de emisiones favorecen por igual a todos los pa¨ªses. Es decir, no hay apropiaci¨®n posible de los beneficios por una de las partes. En segundo lugar, si bien el cambio clim¨¢tico ya est¨¢ ocurriendo la mayor parte de los impactos negativos derivados de la modificaci¨®n del clima se van a manifestar en el futuro, lo que hace pol¨ªticamente m¨¢s f¨¢cil atrasar los compromisos. Finalmente, el origen de las emisiones se produce en el coraz¨®n mismo del sistema econ¨®mico, la energ¨ªa, en torno a la cual existen muchos y poderosos intereses creados que obstaculizan los avances. Estos factores hacen que una serie de jugadores clave act¨²en como free riders, benefici¨¢ndose de los avances pero sin comprometerse en el esfuerzo.
A la vista de esos condicionantes, modificar el sistema de incentivos y desincentivos para que se avance hacia una soluci¨®n cooperativa internacional requiere que uno de los centros de decisi¨®n asuma con firmeza el liderazgo. Al decidir que va a reducir en un 20% sus emisiones de GEI, independientemente de lo que hagan el resto de pa¨ªses clave -EE UU, Rusia, Jap¨®n, China e India-, la UE ha movido su ficha en el tablero, rompiendo la inercia paralizante del que s¨®lo est¨¢ dispuesto a actuar si otro lo hace primero. Al decidir que si hay acuerdo en la comunidad internacional est¨¢ dispuesta a firmar una reducci¨®n del 30% de emisiones, la Uni¨®n ha enviado una segunda se?al positiva a favor de que el resto de pa¨ªses se vinculen en una din¨¢mica de colaboraci¨®n solidaria.
2.- La energ¨ªa nuclear es la perdedora en la nueva pol¨ªtica energ¨¦tica de la Uni¨®n. La industria at¨®mica hab¨ªa movilizado en los dos ¨²ltimos a?os a su poderos lobby para conseguir que fuese reconocida como un componente central en la soluci¨®n a la ecuaci¨®n planteada por el fuerte encarecimiento del petr¨®leo y del gas, en un escenario dominado por la preocupaci¨®n derivada por el cambio clim¨¢tico. La industria hab¨ªa visto ah¨ª una ventana de oportunidad estrat¨¦gica para recobrar el protagonismo perdido en las ¨²ltimas d¨¦cadas. Los resultados alcanzados en la cumbre han sido, sin embargo, muy limitados. La imagen del presidente franc¨¦s dedicando su ¨²ltima cumbre europea a salvar los muebles de la industria nuclear francesa y europea, mientras el resto de dirigentes ignoraban educadamente el alegato, habla por s¨ª sola. En t¨¦rminos de modelo energ¨¦tico, Francia tiene puestos sus huevos en la cesta equivocada, la nuclear. Y asiste impotente al hecho de que una Uni¨®n de la que es Estado fundador le ignore educadamente en su promoci¨®n de la industria at¨®mica.
3.- La obligatoriedad de que el mix energ¨¦tico incorpore como m¨ªnimo un 20% de origen renovable en el a?o 2020 supone un impulso econ¨®mico y tecnol¨®gico decisivo al sector, en un mercado de 500 millones de personas. La Uni¨®n Europea comenz¨® su pol¨ªtica a favor de las renovables en 1997, fijando el objetivo del 12% para 2010 mediante contribuciones voluntarias de los Estados miembros. En la actualidad, las renovables suponen el 7% de la Uni¨®n y los an¨¢lisis de la Comisi¨®n se?alan que no se va a alcanzar el objetivo del 12%. La v¨ªa de las opciones voluntarias no ha funcionado. Los pa¨ªses que han protagonizado el despegue de la e¨®lica (Dinamarca, Espa?a y Alemania) lo han conseguido gracias a que han creado mecanismos financieros adecuados para primar a la renovable en un contexto de estabilidad regulatoria. Los estudios de la Comisi¨®n hab¨ªan planteado que para alcanzar un despegue real de las renovables en el conjunto de la Uni¨®n era imprescindible una visi¨®n compartida a largo plazo al m¨¢s alto nivel, del que surgiese un marco regulatorio estable que proporcione seguridad y credibilidad a los inversores. La decisi¨®n formalmente vinculante aprobada proporciona ese marco regulatorio.
4.- En una especie de contraprogramaci¨®n de alto nivel, en la misma semana en que los dirigentes europeas presentaban la nueva pol¨ªtica energ¨¦tica, el primer ministro chino Wen Jiabao se dirig¨ªa a la Asamblea Nacional Popular proponiendo que su pa¨ªs avance sustancialmente en el ahorro y eficiencia de la energ¨ªa y vaya reconduciendo el modelo de desarrollismo salvaje de las ¨²ltimas d¨¦cadas hacia par¨¢metros m¨¢s cercanos al desarrollo sostenible. Asimismo, hemos escuchado conjuntamente a los presidentes de EE UU y Brasil, principal productor mundial de bioetanol, hacer una defensa estrat¨¦gica de los biocombustibles. El presidente norteamericano ha vuelvo a se?alar que la excesiva dependencia del petr¨®leo afecta a la seguridad nacional de su pa¨ªs. Situados en su debido contexto y alcance, son signos que se?alan que actores clave de la comunidad internacional se preparan para dar pasos hacia una econom¨ªa cada vez m¨¢s baja en carbono.
5.- Tras la relativa par¨¢lisis en la construcci¨®n pol¨ªtica de la UE con posterioridad a los resultados negativos de los referendos de Francia y Holanda, la UE necesitaba recomponer su confianza interna y volver a conectar con las preocupaciones reales de la ciudadan¨ªa. Era importante que el 50 aniversario de la Uni¨®n nos cogiese de pie, con la mirada erguida, satisfechos del balance de estas cinco d¨¦cadas de derechos humanos, paz, libertad, democracia, cooperaci¨®n al desarrollo, igualdad y sostenibilidad.
Al coincidir el aniversario con la aprobaci¨®n de una ambiciosa pol¨ªtica energ¨¦tica en clave de sostenibilidad, reafirmando su vocaci¨®n de liderar el cambio global hacia una econom¨ªa baja en carbono, la UE ha cargado sus pilas de energ¨ªa positiva. Ha sido un ¨¦xito de las instituciones comunitarias atribuible en gran medida al buen trabajo desempe?ado por los comisarios de energ¨ªa, Andris Piebalgs, y medio ambiente, Stavros Dimas, as¨ª como al liderazgo de la presidenta alemana Angela Merkel. Pero, por encima de todo, es un gran triunfo de la sociedad civil europea, la m¨¢s activa y preocupada del mundo en defensa del desarrollo sostenible.
Antxon Olabe es economista ambiental y socio de Naider.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.