Collserola: cuenta atr¨¢s para ser parque natural
El nuevo estatuto que se est¨¢ pactando reforzar¨¢ la prohibici¨®n de construir en la sierra metropolitana
Es inminente. Las administraciones han decidido coger el toro por los cuernos y declarar la sierra de Collserola parque natural. Esta denominaci¨®n le otorgar¨¢ mayores dosis de protecci¨®n frente al acoso del ladrillo.
El documento base se publicar¨¢ en el Diaro Oficial de la Generalitat en menos de un mes. Despu¨¦s se abrir¨¢ un periodo para que entidades vecinales y ecologistas presenten alegaciones. Seg¨²n fuentes del departamento de Medio Ambiente, Collserola ser¨¢ parque natural antes de que finalice este a?o. "El proceso es muy complejo, pero los principales escollos ya se han superado", se?ala el director de Medio Natural, Joan Pellicer. "Ya hemos llegado a un acuerdo con casi todos los municipios colindantes con la monta?a para trazar los l¨ªmites del futuro parque", a?ade.
Collserola concentra a su alrededor casi la mitad de la poblaci¨®n de Catalu?a
La Generalitat a¨²n tiene en proyecto construir dos v¨ªas que atravesar¨ªan la sierra
Las 8.836 hect¨¢reas de la sierra de Collserola se ubican en medio de nueve municipios que concentran unos 4,5 millones de personas, casi el 50% de la poblaci¨®n de toda Catalu?a. Ayuntamientos y Generalitat ya han pactado los l¨ªmites del recinto. S¨®lo falta Barcelona. "Hemos pedido a Medio Ambiente que considere marcar una franja de transici¨®n entre la ciudad y el parque. Creemos necesario establecer una zona colch¨®n para preparar a la monta?a ante el acceso de los ciudadanos. En ese ¨¢rea habr¨ªan centros de informaci¨®n y equipamientos similares, y tendr¨ªa la consideraci¨®n de parque urbano", explic¨® Ricard Fayos, director t¨¦cnico de Urbanismo e Infraestructuras del Consistorio barcelon¨¦s.
Collserola siempre ha sido un bocado muy apetitoso para los amantes del ladrillo. Pero desde la d¨¦cada de los ochenta, 7.400 hect¨¢reas est¨¢n incluidas dentro del Plan de Espacios de Inter¨¦s Natural (PEIN), una f¨®rmula que le ha otorgado una protecci¨®n especial frente a los excesos urban¨ªsticos. Por tanto, la verdadera amenaza para la monta?a est¨¢ en sus faldas, m¨¢s cercanas a los n¨²cleos de poblaci¨®n.
"Gracias a la lucha que hemos mantenido los vecinos todos estos a?os, la situaci¨®n en la sierra no es dram¨¢tica", indica Pilar Nieto, portavoz de la plataforma c¨ªvica en defensa de Collserola. Y lanza una advertencia: "No daremos nuestra aprobaci¨®n a un parque natural que sea una mera operaci¨®n de imagen. Queremos la absoluta prohibici¨®n de construir".
Pero la urbanizaci¨®n no constituye ya una amenaza real para la sierra, indican otras fuentes. El PEIN protege casi el 90% de su superficie. Y el a?o pasado Collserola se integr¨® en la Red Naturaleza 2000, una distinci¨®n de la Uni¨®n Europea que se concede a espacios naturales de especial valor ecol¨®gico, al tiempo que les confiere mayor protecci¨®n. "La denominaci¨®n de parque natural no va a impedir edificar, porque ya no se puede. Debemos entenderlo como un t¨ªtulo que le va a dar un mayor valor ecol¨®gico", afirma Fayos.
Queda claro que los nueve municipios ubicados a lo largo del per¨ªmetro de Collserola renunciar¨¢n a crecer a costa de la sierra. Sin embargo, todav¨ªa hay algunos problemas no resueltos. Los usos urban¨ªsticos de la monta?a est¨¢n regulados por el Plan General Metropolitano (PGM) de 1976, que permiti¨® el crecimiento de n¨²cleos de viviendas en la monta?a.
La amenaza inmobiliaria ha seguido vigente y hasta el momento las administraciones han solventado la papeleta comprando esos terrenos para luego recalificarlos como suelo forestal, o negociando con los propietarios una permuta de solares. "La declaraci¨®n de parque natural es incompatible con edificar nada. Si nos encontramos con un particular que no quiere vender, habr¨¢ que solucionarlo en los tribunales", explic¨® Joan Pellicer.
Los departamentos de la Generalitat mantienen posturas contradictorias. Desde Medio Ambiente se insiste en que el parque quedar¨¢ blindado frente a la edificaci¨®n. Pero Obras P¨²blicas va en otra direcci¨®n: "Se aplicar¨¢n criterios m¨¢s rigurosos a la hora de conceder licencias, pero se permitir¨¢ un cierto crecimiento urban¨ªstico y la construcci¨®n de algunas infraestructuras necesarias", se?alaron fuentes del departamento que dirige Joaquim Nadal.
De hecho, el Plan de Infraestructuras 2006-2026 del Ejecutivo aut¨®nomo planea la construcci¨®n de un t¨²nel que conectar¨ªa Horta y Cerdanyola. Tambi¨¦n de una carretera que unir¨ªa Molins de Rei, Sant Cugat, Cerdanyola y Montcada i Reixach, m¨¢s conocida como vial de cornisa. Ambos proyectos, que datan de los a?os ochenta, atravesar¨ªan la sierra. Sin embargo, ning¨²n equipo de Gobierno se ha atrevido a ejecutarlos hasta el momento.
Vecinos, asociaciones c¨ªvicas y administraciones llevan a?os centrando su atenci¨®n sobre las construcciones. Pero quiz¨¢ se han descuidado problemas que a la larga pueden ser tan graves para la fauna y flora de la sierra. La contaminaci¨®n, el aislamiento y los incendios que se repiten casi cada verano ponen en serio peligro la colonia de rapaces, jabal¨ªes, tejones, encinas, robles y pinos que habitan la sierra. Llu¨ªs Caba?eros, t¨¦cnico medioambientalista del parque, subraya otro problema, tal vez el m¨¢s importante: "Cada a?o nos visitan cerca de tres millones de personas. Luchamos para que eso no afecte al ecosistema y que Collserola no se convierta en un parque urbano".
18 hect¨¢reas m¨¢s para la monta?a
El Ayuntamiento de Barcelona ha convertido en los ¨²ltimos seis a?os 185.000 metros cuadrados de superficie edificable en Collserola en suelo forestal o zona verde.
Para ganar todo ese suelo, el Consistorio ha aplicado diferentes f¨®rmulas legales: recalificar terrenos urbanizables a suelo forestal o negociar con los propietarios la permuta de terrenos para edificar en otro lugar.
La actuaci¨®n m¨¢s comprometida se desarroll¨® en Pedralbes, donde el Ayuntamiento recalific¨® como terreno forestal una franja de suelo de 62.000 metros cuadrados situada entre la monta?a y la ciudad. "Con aquella intervenci¨®n corrimos un riesgo jur¨ªdico muy grande", recuerda Ricard Fayos. "Pero era necesario para impedir el avance de los edificios hacia la sierra.
Desde 2001 el Ayuntamiento ha impulsado nueve actuaciones de este tipo. Esta pol¨ªtica de parches obedece a que el Plan General Metropolitano, de 1976, est¨¢ desfasado. Este documento, que regula los usos urban¨ªsticos en la sierra, se redact¨® en pleno desarrollismo y es muy permisivo con la edificaci¨®n.
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