Las venganzas entre sun¨ªes y chi¨ªes hunden a Irak en el peor ba?o de sangre en meses
La polic¨ªa eleva a 152 los muertos del atentado de Tal Afar, el m¨¢s mort¨ªfero de la guerra
El cami¨®n cargado con m¨¢s de 3.000 kilogramos de explosivos disimulados entre sacos de harina y de pan, que explot¨® el martes en Tal Afar, al norte de Irak, ya es el m¨¢s mort¨ªfero de la guerra. El portavoz del Ministerio de Interior, general Abdul Kareem Jalaf, elev¨® ayer la cifra oficial de fallecidos a 152 y la de heridos a 347. "Nos ha llevado varios d¨ªas recuperar los cuerpos que estaban bajo los escombros", dijo. La explosi¨®n destruy¨® 100 viviendas y dej¨® un cr¨¢ter de 23 metros de di¨¢metro.
EE UU pide a sus funcionarios que usen chalecos antibalas dentro de la zona verde
El conductor aparc¨® el cami¨®n en un barrio chi¨ª de esta ciudad de mayor¨ªa turcomana, situada a 90 kil¨®metros de la frontera de Siria y que es zona de paso de insurgentes extranjeros, e invit¨® a la gente a aproximarse ofreci¨¦ndoles pan y harina gratis. Cuando le rodearon, hizo estallar la carga.
Ese brutal atentado -que el jefe del Ej¨¦rcito estadounidense en Irak, David Petraeus, atribuy¨® a Al Qaeda y a su voluntad de provocar un enfrentamiento civil- logr¨® en parte este objetivo. Esa noche, una turba de polic¨ªas de confesi¨®n chi¨ª, milicianos y familiares de las v¨ªctimas atacaron el barrio sun¨ª de Tal Afar. M¨¢s de 80 personas perdieron la vida en una org¨ªa de venganzas. El jueves, la insurgencia sun¨ª respondi¨® con cuatro bombas que causaron m¨¢s de 140 muertos en Bagdad y en la ciudad de Jalis, al norte de la capital. Es la semana m¨¢s sangrienta (m¨¢s de 400 muertos en cuatro d¨ªas) en meses y deja gravemente herido el plan de seguridad para la capital dise?ado por el Gobierno de Nuri al Maliki y el Ej¨¦rcito de EE UU.
La polic¨ªa iraqu¨ª, ayudada por unidades militares, estableci¨® ayer controles militares en los accesos a Bagdad, provocando enormes atascos de tr¨¢fico. Pese a ello, un coche explot¨® en la ma?ana de ayer cerca del hospital de Al Saderein, en Ciudad S¨¢der, un barrio chi¨ª con m¨¢s de un mill¨®n de habitantes y donde se concentra la mayor¨ªa de los seguidores del cl¨¦rigo radical M¨²qtada al S¨¢der. Once personas murieron y 53 resultaron heridas.
La organizaci¨®n de Al Qaeda en Irak ha demostrado esta semana que dispone de medios para golpear en todo momento y en todo lugar y con una gran rapidez de reacci¨®n, aunque el plan de seguridad en Bagdad les dificulta la introducci¨®n en la capital de grandes cantidades de explosivos.
Una prueba de que la situaci¨®n se ha deteriorado a¨²n m¨¢s en las ¨²ltimas semanas, pese al despliegue de tropas norteamericanas de refresco procedentes de EE UU, es que la embajada de este pa¨ªs ha enviado una circular a todos sus ciudadanos que viven y trabajan en la ultraprotegida zona verde en el centro de Bagdad para que se muevan dentro de ella con la indumentaria de protecci¨®n, es decir, con el chaleco antifragmentaci¨®n puesto, incluso cuando se limiten a cruzar de un edificio a otro. La insurgencia dispara granadas de mortero sobre la zona verde desde los alrededores de la calle Haifa, situada a menos de un kil¨®metro. Hace unos d¨ªas, uno de los proyectiles mat¨® a un norteamericano.
Mientras que el primer ministro Maliki, de confesi¨®n chi¨ª, ha pedido a sus compatriotas que eviten caer en la divisi¨®n que buscan "los demonios", el presidente Yalal Talabani, kurdo, ha admitido que hab¨ªa conversaciones con una parte de la insurgencia, aunque no quiso ofrecer m¨¢s detalles. "Hay muchos grupos armados que est¨¢n en conversaciones con el Gobierno". El embajador saliente de Estados Unidos en Bagdad, Zalmay Khalilzad, que se incorpora a su puesto en Naciones Unidas, tambi¨¦n habl¨® de esos contactos. Para algunos observadores, lo ocurrido esta semana es un intento de Al Qaeda de evitar cualquier acuerdo que debilite a la lucha armada.
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