La declaraci¨®n de Riad

La reciente cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la Liga ?rabe celebrada en Riad bajo el auspicio del rey Abdul¨¢ puede considerarse un hito, pues va m¨¢s all¨¢ del simplismo de "paz por territorios". Los pa¨ªses ¨¢rabes no s¨®lo reconocen que el Estado de Israel tiene derecho a existir, sino que plantean una serie de iniciativas para que esta convivencia, hasta ahora imposible, pueda desarrollarse dentro de los paradigmas comunes de las relaciones internacionales. Si bien reivindican el retorno de los refugiados palestinos y la retirada de las tropas hebreas hasta las posiciones previas a la Guerra de los Seis D¨ªas, Altos de Gol¨¢n incluidos, aspectos que en principio parecen inasumibles por el Gobierno de Olmert, de la declaraci¨®n final puede inferirse que, con una negociaci¨®n serena y realista, pueden lograrse avances.

Las cr¨ªticas que el monarca saud¨ª ha realizado a sus pares ¨¢rabes, la menci¨®n del peligroso plan nuclear iran¨ª y la menci¨®n directa a Israel es una vuelta de tuerca en el oxidado mecanismo que rige las relaciones en Oriente Pr¨®ximo. As¨ª pues, esperemos que las esperanzas de paz en este avispero mundial no caigan en manos de dirigentes maximalistas, y que puedan sentarse todos en una mesa y declarar lo que el mundo espera o¨ªr: la creaci¨®n de un Estado palestino con fronteras definitivas y la paz y el reconocimiento del Estado de Israel que es la ¨²nica verdadera democracia que hay en esa zona.