Osasuna y Sevilla, chispeantes, pero sin goles

Con ambos conjuntos cogidos con alfileres -el Sevilla, por decisi¨®n de Juande Ramos, y Osasuna, por las lesiones-, pocos apostaban por un partido tan chispeante, sin goles pero con enorme emoci¨®n. Pero las formas y los estilos, cuando se aplican y se entienden a la perfecci¨®n, son muy capaces de superar el brillo de las individualidades. El Sevilla llev¨® el f¨²tbol hacia lo vibrante, la velocidad con sentido y casi hasta el desorden. El juego que le hace feliz, con ese punto de arrabal e indisciplina, pero siempre en un orden milim¨¦trico.

Los locales se sumaron a la propuesta y la primera parte se convirti¨® en un duelo trepidante, sin que los porteros llegaran a vivir situaciones de extremo peligro, pero eximiendo al centro del campo de sus responsabilidad. Es decir, envidando jugadas. Los de Ramos fueron m¨¢s constantes y un punto m¨¢s creativos, pero Osasuna no perdi¨® el tino y mantuvo el nivel. Chevant¨®n, muy revoltoso, se convirti¨® en el ariete mientras Navas y Puerta trataban de abrirse paso por los flancos. El canterano Navas, tras un buen taconazo de Chevant¨®n, puso en peligro a Ricardo, pero el f¨²tbol de ambos equipos era m¨¢s amenazante que mort¨ªfero.

Mientras, los de Ziganda tiraban de su ¨²nica arma ofensiva, Web¨®, que se vaci¨® en su desigual lucha contra Dragutinovic y Javi Navarro. Incluso lleg¨® a rematar un par de ocasiones, pero sin poner en riesgo a Cobe?o. El tiempo discurr¨ªa sin que nadie consiguiese llevar el bal¨®n a las redes. Tras el descanso, no hubo demasiados cambios en la estructura. Empezaron a aparecer los nervios del resultado y, sobre todo, el cansancio f¨ªsico. Dragutinovic, con un remate tras un saque de esquina que Web¨® atin¨® a despejar, y Kerzhakov pusieron algo de peligro. Osasuna, por su parte, se encomendaba a Juanfran para que rompiese por el ala derecha.

Los entrenadores menearon los banquillos para dinamizar el encuentro y, a la desesperada, tiraron de las armas de alcance: Milosevic y Kanout¨¦. No sirvi¨® de nada. El duelo hab¨ªa ca¨ªdo en las dudas y la incertidumbre, con m¨¢s empuje del Sevilla gracias a los saques de esquina y las jugadas a bal¨®n parado. El ritmo cay¨®, pero la emoci¨®n segu¨ªa sobre el c¨¦sped, como en un error de Cobe?o, que fue lo m¨¢s peligroso de Osasuna durante la segunda mitad. Incluso Ziganda recurri¨® a lo emotivo, a la vuelta de Valdo tras una lesi¨®n de dos meses, aunque sin cambiar ni un ¨¢pice el sino del encuentro.