El secreto del mundo
LA OBRA de Philippe Jaccottet es se?alada como una de las m¨¢s importantes de la actual literatura en lengua francesa, y goza de un fervor creciente gracias a la ejemplaridad e intencionalidad ¨¦tica que determinan la realidad patente y precisa de sus textos. Su escritura abarca toda la segunda mitad del siglo XX y se prolonga en la cuidada intensidad de sus ¨²ltimos libros, nacidos ya en el marco del reci¨¦n estrenado siglo XXI. Gracias al constante buen hacer de Rafael-Jos¨¦ D¨ªaz, su principal traductor al espa?ol y conocedor profundo de la obra entera del suizo, el lector ha podido acercarse a algunos de sus principales libros: A la luz del invierno (Calima, 1997); Antolog¨ªa personal (Igitur, 2002); A trav¨¦s de un vergel (Ultramarino, 2003); Cuaderno de verdor (Bartleby, 2005) y La oscuridad (Artemisa, 2005).
El ignorante. Poemas 1952-1956
Philippe Jaccottet.
Traducci¨®n y pr¨®logo de Rafael-Jos¨¦ D¨ªaz. Edici¨®n biling¨¹e.
Pre-Textos. Valencia, 2006. 147 p¨¢ginas.
15 euros.
Sus primeros poemas dan cuenta del conflicto entre lo po¨¦tico entendido como discurso m¨¢s o menos expl¨ªcito, y lo po¨¦tico como proceso. En los a?os que van de R¨¦quiem (1947) hasta El ignorante (1958), asistimos a la consolidaci¨®n de una voz: el poeta aprende y define un registro que le permite alcanzar una exactitud y justeza de tono sin la cual no habr¨ªa sido posible su obra. Es en El ignorante donde establece un equilibrio entre meditaci¨®n y contemplaci¨®n, una nueva apertura sobre el mundo que se recoge en un hablar "bajo", "a media voz" y con "palabras ligeras"; que busca "el resplandor de los murmullos", "esa palabra dicha en un soplo a la boca que espera / y esa bruma un instante tan s¨®lo en el astro de ojos ardientes"; y que declara la gracia de los beneficios de la luz.
Es la sabidur¨ªa de la ignorancia, que ajena a toda certeza, s¨®lo alcanza lo que se ha visto y probado ¨ªntimamente. A refugio del curso ca¨®tico de la historia y de la ilusi¨®n de las im¨¢genes, el poema puede sorprender la secreta pulsi¨®n de las formas de un tiempo c¨®mplice, y acercarse a un orden y a un acuerdo con el mundo. El poema invita a la escucha, a asociar palabra y vida. ?se es "el secreto" que descubre: "?No es preciso, al contrario, / dejar que invada muda los muros esta hiedra / por miedo a que una palabra de m¨¢s separe nuestras bocas / y el mundo fascinante se desplome?". Fuera de toda ciencia comprobable, la poes¨ªa no puede sino estar en suspenso, suscitar e intuir eso que se formula en algunas "palabras en el aire", que a la vez que aladas son sabedoras de su precariedad. Desarmado ante esa precariedad de la existencia y ante la muerte, la voz del mundo se afirma, sin embargo, en la transparencia del d¨ªa: "Lo que transforma incluso la muerte en una l¨ªnea blanca / al alba, el p¨¢jaro lo dice a quien le escucha".
La exactitud del poema viene de la mano de la misma justeza de la vida: "Que mi forma de brillar sea borrarme". Y ¨¦sa es la raz¨®n por la que ¨¦sta es una escritura de la expropiaci¨®n, de la indigencia: "Cuanto m¨¢s envejezco m¨¢s crezco en ignorancia, / cuanto m¨¢s he vivido, menos poseo y menos reino". Una postura existencial, una moral de la escritura y una ¨¦tica personal. Una palabra decidida en la claridad y la transparencia, que no esconde la finitud ni la muerte, que ocupa el lugar fecundo de la ignorancia, ese lugar dejado por el conocimiento: "La labor de una mirada que se apaga de hora en hora / ya no es ni so?ar ni formar llantos, / sino vigilar como un pastor y convocar / todo lo que podr¨ªa perderse si ¨¦l se duerme". Todo reba?o necesita de un pastor.
Nada m¨¢s realista que esa mirada a "ras de tierra", all¨ª donde crece una hierba que, renovada cada primavera, es siempre nueva y siempre la primera. Jaccottet alcanza en El ignorante, con un lenguaje despojado y cercano a la experiencia de lo cotidiano, una madurez a medio camino entre la conversaci¨®n y la elocuencia, un libro fuerte y singular, capaz de responder a las preguntas cruciales de un mundo enfrentado a la racionalidad tecnol¨®gica y a los mundos virtuales de la imagen. S¨®lo as¨ª es posible que "se revele lo que nadie esperaba", s¨®lo "cuando hablemos con la voz del ruise?or...".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.