El triunfo del 'plan McEnroe'

Espa?a cierra hoy su semana de viaje en Winston-Salem. El equipo lleg¨® a Estados Unidos el pasado domingo para adaptarse a la rapidez de la pista en la que juega desde el viernes los cuartos de final de la Copa Davis. Seis d¨ªas despu¨¦s, el balance es desolador: el viernes, Robredo perdi¨® ante Blake (6-4, 6-3 y 6-4) y Verdasco contra Roddick (7-6 (5), 6-1 y 6-4).

Anoche se disputaba el doble, que enfrentaba a los gemelos Bryan contra Feliciano L¨®pez y Fernando Verdasco. El partido que pod¨ªa decidir la eliminatoria a favor de Estados Unidos. Emilio S¨¢nchez-Vicario, el capit¨¢n espa?ol, ya ha apuntado en su libreta las razones que explican el resultado:

- Una pista a medida. "Ha funcionado muy bien", resume Patrick McEnroe, el capit¨¢n estadounidense, que ha decidido el tipo de superficie en funci¨®n de los puntos fuertes de sus jugadores y de las debilidades de los oponentes. "Con ella nos hemos dado una buena oportunidad. Los chicos han ejecutado perfectamente el plan de juego. La pista les ha ayudado a los dos en el servicio. La bola, realmente, no botaba nada alto. Y eso es bueno para nosotros". El an¨¢lisis es compartido por los espa?oles. "La pista es muy r¨¢pida", dice Robredo, afectado por una cancha de rompe y rasga, no apta para el peloteo, para que los espa?oles trabajen el punto con intercambios largos.

- Servicio, servicio, m¨¢s servicio. "Los primeros diez juegos de mi partido han sido s¨®lo servicio, servicio y m¨¢s servicio. Eso quiere decir que la pista es rapid¨ªsima y que es muy dif¨ªcil jugar. Si comprobamos el v¨ªdeo del partido, quiz¨¢s el punto m¨¢s largo han sido seis bolas pasando por encima de la red. La pelota no bota, no coge efecto". Con Robredo coincide Blake: "Aqu¨ª puedo acortar los peloteos, utilizar la pista para crear golpes ganadores. Me entran muchas derechas y puedo controlar los puntos. Mi porcentaje de servicio ha sido muy alto. La pista, muy r¨¢pida y cubierta, hace mi juego efectivo. Tambi¨¦n al de Andy. Y el de los Bryan".

- El juego espa?ol, seg¨²n Santana. "Tommy jug¨® aceptable", explica Manolo Santana, mito del tenis espa?ol. "Su reacci¨®n final, la del tercer set, lleg¨® tarde. Con esa intensidad, hubiera ganado. Pero estuvo conformista los dos primeros". ?Y Verdasco? "Hizo dos dobles faltas con 5-3 a favor y servicio. Con Roddick, que hoy por hoy es mejor que ¨¦l, acorralado. Ah¨ª desperdici¨® la oportunidad para ganar".

- El grito de McEnroe. Los espa?oles fueron recibidos con fuego, luces de discoteca y m¨²sica. Un espect¨¢culo a la americana. Les dej¨® fr¨ªos. Sus rivales, sin embargo, vivieron una catarsis cuando Miss Carolina del Norte cant¨® el himno estadounidense "?Ni os atrev¨¢is a poneros nerviosos!", fue la ¨²ltima consigna de McEnroe a sus jugadores, justo en el pasillo de entrada a la pista. Luego, con dos victorias en el zurr¨®n, cambi¨® el tono. "Nadie sigui¨® mi consejo. ?Estuvo genial!".

- Del insulto a la desconcentraci¨®n. "Aqu¨ª el p¨²blico es imberbe, l¨ªquido. No tiene temperamento latino", resum¨ªa antes de la eliminatoria Arrese, ex capit¨¢n espa?ol. El p¨²blico estadounidense no asusta. No desconcentra. Con la ¨²nica excepci¨®n de un espectador, el hombre de naranja, como ya le llama la expedici¨®n espa?ola. "Nos gritaba, '?tienes el saque de tierra!'. Eso te da martillazos en la cabeza en los momentos clave", resume S¨¢nchez-Vicario, que no utiliz¨® el agravio como excusa. Verdasco devolvi¨® los insultos "Le dije que era un cabr¨®n". Su reacci¨®n le vali¨® una amonestaci¨®n cuando se estaba decidiendo el partido.

- La sombra de Nadal. Espa?a juega en contra de p¨²blico, pista y estad¨ªstica. Sin Nadal, su mejor jugador y el coraz¨®n del vestuario. Todo eso afect¨® desde el primer d¨ªa al an¨¢lisis de sus posibilidades. "Lo normal es que perdamos", dec¨ªa Verdasco el jueves. Hab¨ªa cierta desesperaci¨®n en el ambiente. "Cuando juegas con alguien al que le gusta mucho m¨¢s que a ti la pista, que es tan bueno como t¨², que tiene todo a su favor, es normal que al final hasta las decisiones de los ¨¢rbitros caigan de su lado", resume Robredo sobre una bola pol¨¦mica. "Quise romper el vestuario, la pista, todo, para qu¨¦ mentir".