Doblemente amargo
Espa?a es eliminada por Estados Unidos pese a descubrir un d¨²o "para la esperanza"
Pecho contra pecho acab¨® el partido. El golpe, primer paso del baile de la celebraci¨®n, no fue espa?ol. Se lo dieron Bob y Mike Bryan, la pareja de dobles estadounidense. Lo vivieron en primera fila Fernando Verdasco y Feliciano L¨®pez, la espa?ola. Quedaban juegos por disputar. Un tie-break que fue emocionante. Pero Estados Unidos acababa de echarle el candado al partido: con 4-4 en el cuarto set, los Bryan, la pareja invencible, cedieron un pol¨¦mico punto de break. Lo protest¨® el p¨²blico. Se quej¨® el banquillo estadounidense. Y bramaron los gemelos contra el ¨¢rbitro, que decidi¨® a favor de los espa?oles una bola dudosa. La soluci¨®n tuvo pulso de acero y velocidad de crucero: un ace. El punto directo dej¨® a la pareja espa?ola tocada. Y la derrota, a Espa?a eliminada de la Copa Davis tras ganar un set en tres partidos y con un dobles para la esperanza: 7-5, 6-3, 3-6 y 7-6 (5).
Ya avisaba Santana sobre los Bryan: "Como les entren los saques, van a jugar a palos"
Espa?a lleva buscando pareja desde que Sergio Casal y Emilio S¨¢nchez-Vicario, ahora el capit¨¢n del equipo, se retiraron. El problema est¨¢ tan enquistado que la federaci¨®n y el Consejo Superior de Deportes han establecido una beca de 50.000 euros para la pareja que juegue 25 partidos al a?o. Y S¨¢nchez-Vicario se sonr¨ªe abiertamente cuando se le pregunta cu¨¢nto pagar¨ªa ¨¦l por tener un d¨²o como el de los gemelos Bryan, la dupla estadounidense, que vive por y para el dobles. Los Bryan pueden con cualquiera. Su historial es tan abrumador que ayer fueron recibidos al grito de los Mighty Bryan entre cohetes, luces y olor a p¨®lvora. Vencieron. Pudieron con el nervio competitivo de Verdasco y L¨®pez, una pareja que hasta ayer se arriesgaba a quemarse de tanto amagar sin pegar, de pintar tan bien y jugar tan regular. Con su resistencia dibujaron las razones por las que los Bryan se han ganado el apodo.
"Lo mejor que tienen los Bryan", explica S¨¢nchez-Vicario, "es que se compensan en todo. Uno es zurdo y el otro es diestro. Bob saca mejor que el otro. Mike resta mejor. Uno tiene mejor juego de fondo que el otro, que a su vez es el que volea bien", a?ade. "Tienen dedicaci¨®n exclusiva, 24 horas al d¨ªa dedicadas al dobles desde hace da?os", profundiza Feliciano L¨®pez. "Son buenos en individuales y, adem¨¢s, especialistas en el dobles. Son muy completos". ?se es el h¨¢ndicap de la pareja espa?ola. La coordinaci¨®n, la t¨¢ctica, ordenan el mundo del dobles. En eso, los Bryan, que son gemelos, que viven juntos, que lo comparten "todo menos las novias", que se hicieron un nombre ganando campeonatos universitarios para Stanford, que presumen de telepat¨ªa, de saber d¨®nde est¨¢ el otro sin verlo, son los mejores.
"S¨ª, es verdad", dice L¨®pez, "ellos tienen preparadas muchas jugadas". "Y est¨¢n especializados. Nosotros, al final, somos dos jugadores de individuales jugando un dobles", apunta Verdasco. El dobles se basa en la geometr¨ªa. Hay que buscar resquicios. Primero, para devolver el servicio. Luego, para pasar la red. Y, finalmente, para colocar la bola en un lugar inalcanzable. Que en el dobles manda la pareja que pone la bola en juego qued¨® demostrado con el inicio del partido. Se apagaron los cohetes, se despej¨® el olor a p¨®lvora y comenzaron los ca?onazos. Dos juegos en blanco. Ya avisaba Manolo Santana: "Va a ser un partido entretenido. Como les entren los saques, van a jugar a palos".
Los Bryan fueron a por Verdasco. Le buscaron los pies, el cuerpo en la red. As¨ª pasaron de perder por 40-0 a llevarse el servicio del madrile?o. Lo hicieron subidos al ingenio de su juego en la red. A la plasticidad con la que organizan su juego, en equipo, dos cuerpos dirigidos por un mismo cerebro. Y a la fuerza de su saque. Frente a ellos, Verdasco y Feliciano tuvieron pulso, saques y fe. Ambici¨®n. Cierta inconsistencia. Y algo de descoordinaci¨®n alarmante: los dos sufrieron sordera aguda cada vez que el compa?ero pidi¨® hacerse cargo de devolver una bola. Todo eso junto es todav¨ªa insuficiente. Apunta en la buena direcci¨®n. Y tiene el suficiente potencial como para provocar sudores en la mejor pareja del mundo. "Hemos conseguido un dobles con esperanza de futuro", cerr¨® S¨¢nchez-Vicario.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.