Ir¨¢n prepara la 'batalla' nuclear
Fundamentalistas y reformistas defienden el mismo objetivo: entrar en el club at¨®mico
Todas las c¨¢maras enfocaron a Mahmud Ahmadineyad, pero el ¨¦xito medi¨¢tico del presidente iran¨ª al liberar a los marinos brit¨¢nicos es otro en realidad. El inusual grado de unidad mostrado por la ¨¦lite gobernante de Ir¨¢n ha reforzado su posici¨®n ante la batalla que realmente le importa: su programa nuclear.
Ir¨¢n celebra ma?ana el D¨ªa Nacional de la Energ¨ªa At¨®mica, y est¨¢ previsto que revele una "buena noticia". La mayor¨ªa de los observadores se muestran convencidos de que supondr¨¢ un nuevo desaf¨ªo a las restricciones que quiere imponerle la comunidad internacional.
"No ha sido en absoluto un ¨¦xito de Ahmadineyad. A los duros les hubiera encantado que se declarara una guerra, porque eso les permitir¨ªa encubrir los problemas econ¨®micos y sociales que no son capaces de resolver", interpreta un analista iran¨ª. "Ahmadineyad anunci¨® la liberaci¨®n de los brit¨¢nicos porque el sistema ha concluido que el presidente tiene que dar una buena imagen", a?ade convencido de que se ha tratado de una forma de "mantener el equilibrio" interno.
De hecho, el jefe del Gobierno ha tenido escaso protagonismo en una crisis que se gestion¨® y resolvi¨® sin su intervenci¨®n directa. Particip¨®, eso s¨ª, en las reuniones del Consejo Supremo de Seguridad Nacional (CSSN) que decidieron el desenlace del problema. Es en ese foro, que re¨²ne a todos los grupos de poder, donde se decide la pol¨ªtica exterior y nuclear, con el visto bueno final del l¨ªder supremo, el ayatol¨¢ Al¨ª Jamenei. En este caso, a decir de varias fuentes consultadas, el sistema, ese entramado de centros de poder entrelazados y que a menudo compiten entre s¨ª, "presion¨® al l¨ªder" para que no dejara el asunto en manos de Ahmadineyad.
"Ya no es el presidente que era; ni el Parlamento, ni el estamento religioso ni figuras de peso como Rafsanyani y otros, le respaldan", asegura el analista citado. "Hace ya tiempo que le han apartado de los asuntos de pol¨ªtica exterior y nuclear", subraya.
La mayor¨ªa de esas fuerzas parecen haber llegado a la conclusi¨®n en los ¨²ltimos meses de que el estilo combativo de Ahmadineyad est¨¢ da?ando la imagen de Ir¨¢n y sirviendo de excusa para la creciente presi¨®n internacional que sufre. La gravedad de esa situaci¨®n se ha hecho evidente ante la crisis nuclear. En menos de un a?o, el Consejo de Seguridad de la ONU ha aprobado tres resoluciones conminatorias, para desmayo del Gobierno de Teher¨¢n, que defiende el car¨¢cter exclusivamente civil y pac¨ªfico de su programa.
Y el programa nuclear es realmente la batalla que importa hoy d¨ªa en Ir¨¢n. Lograr que la comunidad internacional reconozca su derecho ("inalienable", dice la propaganda oficial) a completar el ciclo de combustible se ha convertido en una cuesti¨®n de orgullo nacional. Harta de los dobles raseros de la comunidad internacional, de ser tratada como Estado paria, la Rep¨²blica Isl¨¢mica ha apostado su dignidad a la ficha nuclear. No es una cuesti¨®n de fundamentalistas o moderados, conservadores o reformistas. Los distintos grupos pueden discrepar sobre c¨®mo gestionar el asunto, pero su objetivo es el mismo: entrar en el club at¨®mico.
Significativamente, fue el secretario del CSSN, Al¨ª Lariyan¨ª, al que en Occidente se conoce sobre todo por su papel como responsable de la negociaci¨®n nuclear, quien ha llevado las riendas en la crisis de los marinos. Tanto Lariyan¨ª como Ahmadineyad son dos pol¨ªticos ultraconservadores, pero su forma de afrontar los problemas es muy distinta. Mientras que el presidente tiende a utilizar una ret¨®rica belicosa y exaltada, Lariyan¨ª, que compiti¨® con ¨¦l en las ¨²ltimas elecciones, se muestra menos inflexible y m¨¢s pr¨¢ctico.
"Es un hombre tratable", le describen varios embajadores europeos que han departido con ¨¦l. Ahora bien, esa diferencia de estilo no se traduce en diferencias notables ante la cuesti¨®n nuclear. Y el propio Lariyan¨ª lo dej¨® bien claro el pasado mi¨¦rcoles durante una conversaci¨®n telef¨®nica con el jefe de la diplomacia europea, Javier Solana. "La suspensi¨®n del enriquecimiento no puede ser ni la condici¨®n previa ni siquiera el resultado de las negociaciones", le dijo, seg¨²n los medios locales.
Nadie sabe cu¨¢l va a ser la "buena noticia" del D¨ªa de la Energ¨ªa At¨®mica, que conmemora la fecha en la que Ir¨¢n anunci¨® el a?o pasado que sus cient¨ªficos hab¨ªan logrado enriquecer uranio por encima del 3,5% (el umbral para producir combustible nuclear). El diario reformista Etemad Melli adelantaba ayer que Ahmadineyad, que con ese motivo se trasladar¨¢ a la planta de Natanz, va a comunicar "la puesta en marcha de una cascada de 164 centrifugadoras", las m¨¢quinas en las que se enriquece el uranio.
Aunque a mediados del pasado febrero los responsables iran¨ªes ya comunicaron al Organismo Internacional de la Energ¨ªa At¨®mica la instalaci¨®n de las dos primeras cascadas de la instalaci¨®n industrial (dos con car¨¢cter experimental llevan funcionando un a?o), no se tiene noticia de que llegaran a ponerlas en marcha.
En cualquier caso, un anuncio de ese tipo cuando la ONU acaba de reforzar las sanciones por su negativa a suspender el programa, complicar¨ªa a¨²n m¨¢s las negociaciones con la comunidad internacional.
Las dos partes denuncian torturas
La crisis de los marinos brit¨¢nicos se ha resuelto sin que la sangre llegue al r¨ªo, pero la guerra de propaganda sigue su curso. El portavoz de Exteriores iran¨ª, Mohamed Al¨ª Hoseini, calific¨® ayer de "montaje teatral" la conferencia de prensa en la que los soldados dijeron haber estado sometidos a "una presi¨®n psicol¨®gica constante". La acusaci¨®n tuvo adem¨¢s respuesta en la denuncia de torturas que realiz¨® el diplom¨¢tico iran¨ª liberado el pasado lunes en Irak despu¨¦s de dos meses de secuestro."Yalal Sharafi, en una entrevista con Fars, explic¨® c¨®mo hab¨ªa sido secuestrado y severamente torturado por fuerzas estadounidenses con la ayuda de agentes iraqu¨ªes (...) bajo supervisi¨®n de la CIA", informaba la agencia de noticias iran¨ª Fars, considerada pr¨®xima a los Guardianes de la Revoluci¨®n. "Mostr¨® a los informadores las marcas que la tortura ha dejado en su cuerpo y que los m¨¦dicos le est¨¢n tratando".Sharafi fue capturado el pasado 4 de febrero en un c¨¦ntrico barrio de Bagdad por una treintena de hombres con uniformes militares iraqu¨ªes. Ya entonces, Ir¨¢n responsabiliz¨® a Estados Unidos de lo sucedido. "Esa unidad del Ej¨¦rcito trabaja a menudo con las fuerzas estadounidenses", denunci¨® el portavoz de Exteriores. Pero fuentes militares norteamericanas negaron tener conocimiento del asunto."?C¨®mo es posible entonces que en el momento en que detenemos a los brit¨¢nicos se produzca su liberaci¨®n? Si hubiera estado en manos de los insurgentes, ¨¦stos no le habr¨ªan dejado en libertad; al contrario, tendr¨ªan inter¨¦s en haber puesto las cosas m¨¢s dif¨ªciles para los ocupantes", manifestaba ayer a este diario un diplom¨¢tico iran¨ª."La Fuerza Multinacional para Irak no estuvo implicada en su secuestro o en las alegaciones de tortura de las que ahora declara haber sido objeto", declar¨® por su parte el teniente coronel Christopher Garver, portavoz militar estadounidense en Bagdad. Tras la liberaci¨®n de Sharafi el pasado lunes, el ministro iraqu¨ª de Exteriores, Hoshyar Zebari, dijo que el diplom¨¢tico se encontraba bien de salud y asegur¨® desconocer qui¨¦n le hab¨ªa secuestrado.De igual forma que en Occidente se rest¨® credibilidad a las declaraciones hechas en cautividad por los marinos brit¨¢nicos, los portavoces iran¨ªes desestiman ahora su comparecencia ante la prensa en el Reino Unido. "S¨®lo han le¨ªdo unos textos preparados y ni siquiera han dejado estar presente a la mujer porque hubiera dicho que la tratamos bien", defend¨ªa el diplom¨¢tico antes citado."La escenificaci¨®n del Gobierno brit¨¢nico no puede tapar la verdad de que entraron ilegalmente en nuestras aguas", conclu¨ªa Hoseini.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.