Otegui est¨¢ de vacaciones
Lo mejor de esta semana no son las procesiones tradicionales en Orihuela, el esqu¨ª en Andorra o la posibilidad de ver Los Diez Mandamientos. Lo m¨¢s interesante es que Otegui tambi¨¦n se ha marchado de vacaciones y deja de ocupar el telediario como si fuera un ministro con derecho a cuota televisiva. ?Qu¨¦ alivio!
Aunque no las tengo todas conmigo, porque ya se sabe que esta es Semana de Pasi¨®n y alg¨²n zascandil puede apasionarse a su manera m¨¢s all¨¢ de escuchar a Sebasti¨¢n Bach. Pero, como dec¨ªa Nietzsche, no hay hechos sino solo interpretaciones. Y aunque sea una percepci¨®n, que Otegui, Endesa, Rajoy, Zapatero y hasta los eurodiputados anti de Bruselas est¨¦n de vacaciones resulta realmente un alivio.
Y ya no se trata de volver a repasar la obsesiva cantinela de lo endeudados que andamos los espa?oles, que resulta realmente chirriante cuando cualquier familia gastar¨¢ en cabalgadas santas m¨¢s que todos los incrementos que anuncian para la hipoteca en 2007. Es el derecho a ver la otra parte del espejo de la realidad, m¨¢s all¨¢ de aquel en el que pol¨ªticos y periodistas nos queremos ver representados.
El mejor ejemplo de las necesarias vacaciones de Otegui fue el debate con el presidente del Gobierno, Rodr¨ªguez Zapatero, el martes d¨ªa 27 en TVE con unos ciudadanos que le preguntaron sobre temas de enjundia: los precios, el trabajo de mi hijo y por qu¨¦ est¨¢n todo el d¨ªa de bronca. Endesa, Otegui, la alianza de las civilizaciones y el proceso de paz no s¨¦ si despertaron mucha curiosidad. Pero en la Comunidad Valenciana m¨¢s de 600.000 espectadores se quedaron enganchados a la pantalla seg¨²n Sofres cuando vieron que la gente preguntaba por sus cosas y no por las de otro.
Aprovechemos estos d¨ªas para repasar la vida sin las paranoias que nos traemos las tres p (pol¨ªticos, periodistas y promotores) entre manos. F¨ªjense si ser¨¢ obsesiva esta vida que todo un vicepresidente del Consell, V¨ªctor Campos, ha decidido retirarse de la pol¨ªtica despu¨¦s de las elecciones. Le ha podido m¨¢s el tir¨®n de la vida privada que el palio y el oropel de la cosa pol¨ªtica. Y les aseguro que es as¨ª, por muchas interpretaciones perversas que ahora toque hacer por aquella de la maldad gen¨¦tica.
Si todav¨ªa en esta nueva naci¨®n de provincias la pol¨ªtica fuera agradecida pues no ser¨ªa de entender la decisi¨®n de Campos. Pero aqu¨ª ya se sabe que la afici¨®n reinante es el apu?alamiento borjiano. En Extremadura le ponen sueldo fijo y equipo de trabajo a Rodr¨ªguez Ibarra, porque pretenden exprimirlo como sabio cuando deje la presidencia de la Junta. En Catalunya, Jordi Pujol pasea con un Passat por las carreteras, de pueblo en pueblo, de conferencia en conferencia, porque todo el mundo quiere aprender algo de su experiencia. Aqu¨ª a Joan Lerma no le preguntan ni la hora y a Eduardo Zaplana lo quieren enterrar vivo. Por eso V¨ªctor Campos hace bien en poner tierra de por medio.
Pues estos son temas que quedan ocultos porque el telediario est¨¢ siempre ocupado por Otegui y Endesa. Estos y muchos m¨¢s. Tanto Otegui y tanto eurodiputado no queda tiempo para preguntarse por qu¨¦ el PP y el PSOE murciano apoyan juntos en Aguilar y Lorca una macrourbanizaci¨®n llamada Nuevo Canc¨²n, con mil campos de golf, un mill¨®n de casas y aeropuerto privado, mientras aqu¨ª todo es imposible porque somos de "pura raza".
En fin. A Otegui le quedan dos d¨ªas de vacaciones y hay que aprovecharlo. Echen con los amigos una parrafada intentando averiguar c¨®mo van a conseguir eso de fomentar las energ¨ªas renovables contra el cambio clim¨¢tico, cuando la principal empresa valenciana que instala molinillos en nuestras monta?as, Renomar, sea carne de ca?¨®n porque Acciona Energ¨ªa, con el 50 por ciento de acciones, desembarque totalmente en el sector energ¨¦tico despu¨¦s de merendarse Endesa. Y hasta si quieren hablen de qui¨¦n controla el presupuesto de las universidades valencianas, que cerrar¨¢n este ejercicio con un gasto (no inversi¨®n) superior a cualquier administraci¨®n territorial. Y nadie los acusa de dispendio. Aprovechen la ocasi¨®n.
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