El Madrid ya se lo cree

El Madrid no divierte, pero su hinchada se entretiene mientras hace las cuentas. Y a s¨®lo dos puntos del l¨ªder, el Bar?a, le salen, por mucho que parezca imposible por lo indigesto que resulta el f¨²tbol del equipo. A su manera, al m¨¢s puro estilo Capello, este huesudo Madrid se ha convertido en una seria amenaza para todos los aspirantes al t¨ªtulo. Aunque sea a trompicones y aprovech¨¢ndose de la falta de consistencia del resto de candidatos, ha llegado vivo al tramo final de la Liga. Y con un punto por encima de sus contrincantes: pocos contaban con un Madrid tan agitador a estas alturas. Juego no tiene ni tendr¨¢, pero desde su puesta en escena en el Camp Nou sus futbolistas ya se lo creen. Lo mismo da que a alg¨²n inquilino del vestuario le disguste el maquillaje de Capello. Tal fue el efecto del empate en Barcelona, que el Madrid ha sido capaz de encadenar dos victorias consecutivas en Chamart¨ªn, lo que era una quimera hace unos meses. Frente a Osasuna sum¨® de nuevo, y por la v¨ªa que le ha aupado en la Liga: el Madrid no necesita ser brillante para ser eficaz.

?Qu¨¦ pocas emociones despiertan muchos de los partidos con el Real Madrid en el cartel! Al equipo no se le puede discutir su capacidad de sacrificio, la solidaridad de todo el grupo; pero su f¨²tbol no es nada sinf¨®nico. Bajo el dictado de Capello, este Madrid juega con casco, pico y pala. Si, adem¨¢s, logra adelantarse en el marcador, como ayer ante Osasuna, el equipo se achica cerca de Casillas y activa el campo de minas a la espera de alg¨²n contraataque. Cuando quienes deben pilotar son Emerson y Diarra ese f¨²tbol ¨¢spero es a¨²n m¨¢s contagioso.

El caso Emerson es singular. Lleg¨® al Madrid con el mecenazgo de Capello y con el precio de una estrella: unos doce millones de euros. Su fracaso ha sido tan estrepitoso que al ex internacional brasile?o se le ha cambiado la vara de medir. Ya no es examinado como corresponder¨ªa a una supuesta estrella, sino como a un jugador del pelot¨®n al que cabe ensalzar por una cesi¨®n de gol o por no estorbar m¨¢s de la cuenta cuando la pelota transita por el eje. O cuando se esfuerza por descolgarse en el ¨¢rea rival. Lo hizo en el fren¨¦tico arranque del partido, cuando el duelo promet¨ªa un interesante combate de ida y vuelta. Un puro espejismo desde que Ra¨²l superara a Ricardo tras recibir un cabezazo de Emerson, a su vez asistido por Diarra. Una jugada ins¨®lita por el perfil de los asistentes. Eso s¨ª, por una vez, con esos atributos, Emerson evit¨® la reprimenda de la grada.

El temprano tanto del capit¨¢n, su cuarto en la Liga, baj¨® la persiana al choque, que deriv¨® hacia la nada. Osasuna, que hab¨ªa entronizado a Casillas, que evit¨® el 0-1 con una soberbia estirada tras un remate de volea de David L¨®pez, se difumin¨®. Se mantuvo en el partido por la propia falta de vuelo del Madrid, m¨¢s ocupado por evitar que sus rivales le apuren que por dar la lata al hombre del marcador. Desde aquel parad¨®n del inicio, Casillas perdi¨® por completo de vista a los atacantes rojillos hasta que le prob¨® de nuevo David L¨®pez en el tramo final.

Algo m¨¢s de tajo tuvo Ricardo en la otra orilla, y su eficacia no fue la misma. El portero de Osasuna regal¨® el segundo gol al Madrid. La pelota se le escurri¨® de los dedos y Robinho anot¨® su tercer tanto consecutivo en la Liga: abri¨® la lata ante el N¨¤stic, sell¨® la victoria en Vigo y relaj¨® a su equipo ante Osasuna. Su mejor racha. Pese a su irregularidad, hoy d¨ªa Robinho es el ¨²nico regateador puro del equipo, el ¨²nico con un repertorio diferente cuando encara a las defensas contrarias. Su relaci¨®n con Capello ha tardado mucho en estabilizarse. Y puede que no del todo: de los tres encuentros en los que ha marcado, Robinho s¨®lo ha sido titular en el de ayer.

Lo mismo que Ra¨²l es el mejor escolta para el ariete. Ante el cuadro de Ziganda, Capello le ubic¨® por detr¨¢s del holand¨¦s Van Nistelrooy, su posici¨®n natural, y Ra¨²l, sin tener que desgastarse a cien leguas de la porter¨ªa enemiga, a¨²n resulta muy da?ino para cualquier defensa. Suyos fueron varios de los mejores remates ante Osasuna, que estuvo muy p¨¢lido toda la tarde, sobre todo por la ineficacia de algunos de sus puntales, caso de Valdo. El equipo navarro comenz¨® trenzando cada jugada y termin¨® con pelotazos hacia Web¨®. Desde el gol de Ra¨²l, Osasuna nunca tuvo claro su papel en el partido. Todo lo contrario que el Real Madrid, que cada d¨ªa negocia los resultados con mayor convicci¨®n. Por ello, el t¨ªtulo ya no es un sue?o. Cuando faltan de nueve jornadas le queda a un cent¨ªmetro, sin ocupaciones europeas o coperas. En esta Liga tan ingobernable todo es posible. Hasta que cuaje el mensaje de Capello.