?ltima tecnolog¨ªa para clases de siempre
Un colegio de Valencia introduce en las aulas las pizarras digitales, un sistema que multiplica los recursos docentes
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Si cre¨ªa que era dif¨ªcil quitarle a un ni?o el mando de la Play Station es porque no conoc¨ªa el fervor con el que las profesoras Cristina Jofre y Paula Jover defienden su pizarra digital. Un sistema tecnol¨®gico -compuesto por un ordenador, un proyector y una pantalla t¨¢ctil- que manda las transparencias y los power point a la era preindustrial.
Se puede coger un rotulador y escribir en la pizarra sobre fondos blancos, pautados -para aprender caligraf¨ªa- cuadriculados y pentagramas. Si la letra es buena, la pizarra se encargar¨¢ luego de convertirlo en un texto de word. Hasta ah¨ª, dir¨¢ alguien, poco que no pudiera hacerse con una tiza. Lo que nadie que saliera hace unos a?os del colegio pudo hacer es lo que Gabo y sus compa?eros de 13 a?os hacen esta ma?ana en el Colegio Americano de Valencia: coger el Nilo con el dedo y trasladarlo a trav¨¦s de un mapa de Oriente Medio y del Mediterr¨¢neo hasta su lugar en Egipto. Y hacerlo delante del resto de la clase, con la profesora de pie, a su lado. Como en los viejos tiempos.
La pizarra digital permite integrar la mayor¨ªa de los recursos audiovisuales que se manejan habitualmente en las aulas
En el Reino Unido funcionan 220.000 unidades. En Espa?a hay unas 700, pero la Junta de Extremadura quiere normalizar su uso
La pizarra digital permite ver Los horrores de la guerra de Rubens a un tama?o de 40 pulgadas, dividirlo en cuadr¨ªculas, levantar un segmento y comprobar c¨®mo debajo de su artista muerto emerge el artista muerto del Guernika. Y c¨®mo Picasso recuper¨® para ese cuadro sobre la Guerra Civil a la madre que abrazaba a su hijo fallecido con la que Rubens explic¨® la Guerra de los Treinta a?os.
La pizarra digital permite integrar la mayor¨ªa de los recursos audiovisuales. O¨ªr una sonata de Bach. Ver un DVD, pararlo, rodear con un rotulador el rostro de JFK y escribir su nombre junto al Cadillac en el que fue asesinado. Montar un concurso con los alumnos sobre los pa¨ªses que formaban los bandos europeos de la Guerra Fr¨ªa, encaj¨¢ndolos en el mapa. Se puede navegar por Internet, descargar toda clase de archivos e integrarlos en el programa de software libre con el que funciona la pizarra, lo que abre unas perspectivas de v¨¦rtigo para el intercambio de material docente entre los profesores.
Jofre y Jover son profesoras de historia pero dicen que la pizarra se adapta perfectamente al resto de asignaturas y a las necesidades de los alumnos de Infantil o de Universidad. "Hace las clases m¨¢s din¨¢micas, m¨¢s participativas", comenta la primera, "y es importante la motivaci¨®n del estudiante. Pero ?y la del profesor?".
Han conseguido que la direcci¨®n del colegio aumente el n¨²mero de pizarras del centro y que el resto de docentes las integre en sus clases a medida que se convenzan de su utilidad. Ninguna de las dos gana comisiones con la venta de las pizarras, y a¨²n as¨ª han ido a explicar sus ventajas a varios colegios y a alguna facultad.
El mayor obst¨¢culo para que se extiendan parece ser el precio. Depende del modelo, pero el sistema completo puede superar los 1.700 euros. En el congreso de inform¨¢tica educativa al que Jover y Jofre acudieron el verano pasado se dijo que en el Reino Unido funcionan ya unas 220.000 unidades. En Espa?a hab¨ªa por entonces unas 700, aunque la Junta de Extremadura, pionera en la introducci¨®n de las nuevas tecnolog¨ªas en la red p¨²blica, tiene la intenci¨®n de normalizar su uso.
La pizarra digital igual que los ordenadores tambi¨¦n tienen sus cr¨ªticos. Hay quien piensa que fomenta el aislamiento individual dentro de clase y que lo mismo que proporciona nuevas herramientas a los alumnos les quita otras.
"Nadie que lo haya visto nos ha hecho un comentario negativo. As¨ª, a priori, es posible que haya prejuicios", responde Jover, "pero en realidad se trata de unir el papel tradicional del profesor, porque sigues estando en la pizarra, con las nuevas tecnolog¨ªas. Ahora en la universidad se dan muchas clases en power point. Y el profesor ha dejado de existir, porque es una voz en off, que oyes pero que no ves, porque la clase est¨¢ oscura. Aqu¨ª est¨¢s delante, tocando y rayando encima de la pizarra, como se hac¨ªa antes".
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