"Extraviado loro. Su propietario advierte de que no comparte sus opiniones pol¨ªticas"
Josep Pernau publica 'Humor de combate', sobre los chistes contra las dictaduras
-?Qu¨¦ piensas, camarada, de la direcci¨®n del partido?
-Lo mismo que t¨².
-?Quedas detenido!
"Sonrisas en un paisaje de l¨¢grimas". As¨ª define Josep Pernau la recopilaci¨®n de muestras de humor producidas bajo las dictaduras que ha reunido bajo el t¨ªtulo Humor de combate y que acaba de publicar Roca Editorial. El chiste pol¨ªtico clandestino, de autor necesariamente an¨®nimo, es el protagonista del volumen consagrado a recuperar y valorar esa forma de enfrentarse a la tiran¨ªa que, pese a su humildad, no ha dejado a trav¨¦s de los tiempos de poner su desafiante granito de arena contra la injusticia, de, como escribe el propio Pernau, "erosionar el poder totalitario, alimentar las esperanzas de los que lo sufren y ayudar a soportarlo".
El veterano periodista explica que ha sido toda su vida un coleccionista de chistes pol¨ªticos, "de ese chiste de paternidad desconocida, de transmisi¨®n oral, que huele a clandestinidad y a acto de servicio, y en el que el mismo receptor se convierte en difusor". Pernau dedica los cap¨ªtulos de su libro a presentar y contextualizar los chistes nacidos bajos los diferentes reg¨ªmenes totalitarios, desde el nazismo -"Se ha perdido un loro. Se recompensar¨¢ a quien lo encuentre. Su propietario advierte de que no comparte sus opniones pol¨ªticas"- a las dictaduras militares del cono sur, con especial atenci¨®n al humor pol¨ªtico en la URSS y el viejo bloque comunista y al surgido bajo el franquismo. Los numerosos viajes que en su condici¨®n de periodista ha realizado Pernau a lo largo de su vida le han servido para atesorar muchos de los chistes que aparecen en el libro y que fueron recolectados in situ con toda su gracia y frescura. "El PC franc¨¦s organiza una t¨®mbola con los siguientes premios: primer premio, una semana en la URSS. Segundo premio, dos semanas en la URSS".
Un apartado se dedica al humor jud¨ªo producido en situaciones terribles, un humor negr¨ªsimo que tuvo una funci¨®n cat¨¢rtica reconocida incluso por los supervivientes del Holocausto -"los nazis eran due?os de la ¨²ltima bala, pero nosotros ten¨ªamos la ¨²ltima palabra"-. Al respecto, Pernau cita a Woody Allen, que dijo que escogi¨® el clarinete en vez del saxo porque es m¨¢s f¨¢cil de llevar si tienes que huir de un pogromo. Entre los chistes que cita el autor est¨¢ este:
-Los jud¨ªos tienen la culpa de todo, de la muerte de Cristo, del hundimiento del Titanic...
-Pero si el Titanic choc¨® contra un iceberg.
-Iceberg, Goldberg, Rosenberg... todos iguales.
El periodista, que no se limita a la parte amable del tema, no deja de incluir chistes realmente bestias, como el de que corr¨ªa por Berl¨ªn de que Hitler decidi¨® suicidarse "cuando le lleg¨® la factura del gas".
Los preferidos de Pernau son sin duda los chistes producidos bajo las dictaduras comunistas en el Este de Europa.
-?Cu¨¢l es el estilo art¨ªstico dominante en la URSS?
-El represionismo.
En otro chiste, se presenta el acto de inauguraci¨®n de un monumento a Chopin. Al destaparlo, el embajador polaco exclama: "?Aqu¨ª hay un error, ese hombre no es Chopin!". "Claro que no", le contestan, "es Stalin escuchando m¨²sica de Chopin".
Escenario, una celda; tres presos:
-A m¨ª me cogieron por estar a favor de Gomulka. ?Y a ti?
-Por estar en contra. ?Y a ti?
-Yo soy Gomulka.
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