Una catarsis necesaria

"La verdad es que no he tenido tiempo de escuchar las noticias y las informaciones pol¨ªticas no me interesan especialmente", comentaba en la tarde de ayer Ivana Zajovic, una administrativa veintea?era que trabaja en Belgrado para una instituci¨®n cultural. Desde esta opini¨®n, que representa a todo un sector juvenil serbio, harto ya de las secuelas de las guerras yugoslavas de los noventa, a la exigencia de responsabilidades de Natasa Kandic, presidenta de la ONG Humanitarian Law Center, se abre el abanico de reacciones de la sociedad serbia.

Kandic, la mensajera que recibi¨® el v¨ªdeo de la matanza que ha servido de base para la condena de los cuatro paramilitares serbios, lament¨® ayer la levedad de las penas de entre cinco y 20 a?os de prisi¨®n. "Las familias y los amigos de las v¨ªctimas", explic¨® la soci¨®loga Natasa Kandic a este diario, "no pueden entender que las penas hayan sido tan peque?as, no comprenden que el castigo se limite a esta sentencia. Por ello, los que hemos defendido la justicia no estamos satisfechos con esta sentencia". La responsable de Humanitarian Law Center record¨® que en 2003 un testigo de la matanza de Srebrenica le hizo llegar el v¨ªdeo que inculpaba a los paramilitares de Los Escorpiones con el compromiso de que no lo difundiera hasta que el donante hubiera abandonado Serbia

Fuentes de organismos internacionales en Belgrado mostraron ayer su decepci¨®n por la ausencia de cualquier menci¨®n en la sentencia a que los escuadrones de paramilitares fueron amparados, armados y financiados por los servicios de seguridad y de espionaje del r¨¦gimen de Slobodan Milosevic durante las guerras de Croacia (1991- 1992), Bosnia (1992-1995) y Kosovo (1999). "No va al fondo del asunto", se?al¨® una funcionaria internacional que pidi¨® el anonimato.

Desde la distancia del periodista veterano y con el conocimiento de la actualidad serbia, Dubravko Kolendic afirma tajante que "la sociedad serbia no est¨¢ preparada para mirarse en el espejo y ver que hizo cosas terribles durante la guerra en Bosnia-Herzegovina". A juicio de Kolendic, en Serbia no se ha producido el necesario debate pol¨ªtico y social que propicie una necesaria catarsis. Las fuentes consultadas reconocen que las constantes dificultades de Serbia para lograr Gobiernos estables -el pa¨ªs est¨¢ pendiente de la formaci¨®n de un nuevo Ejecutivo desde hace casi tres meses- y la asignatura pendiente del futuro estatus de Kosovo dificultan un proceso de depuraci¨®n de responsabilidades.

"Nuestros jueces", agrega Kolendic, "no est¨¢n dispuestos a instruir causas contra los que dieron las ¨®rdenes y no s¨®lo contra los que apretaron el gatillo". Al igual que otros analistas, Kolendic conf¨ªa en que este juicio por las matanzas en Bosnia no sea el ¨²ltimo.