Carta al juez
El ex director general de la Polic¨ªa y actual diputado europeo en las listas del Partido Popular, Agust¨ªn D¨ªaz de Mera, ha pretendido convertir en drama de capa y espada, con su acompa?amiento de honras sometidas a prueba y lealtades no correspondidas, lo que, en realidad, ha sido un episodio de desobediencia al tribunal que juzga la causa del 11-M.
Su declaraci¨®n ante el juez G¨®mez Berm¨²dez, el pasado 28 de marzo, era una de las ¨²ltimas bazas para seguir manteniendo la implicaci¨®n de ETA en los atentados. El ex alto funcionario trat¨® de jugarla a favor de los medios de comunicaci¨®n que han alentado esta especulaci¨®n sensacionalista y de su propio partido, pero tropez¨® con el Estado de derecho. Su supuesta pretensi¨®n de proteger a la fuente que le hab¨ªa revelado la existencia de v¨ªnculos entre el terrorismo etarra y el yihadista se apoyaba en un importante y deliberado error de concepto. Un jefe de Polic¨ªa no tiene fuentes: tiene informaci¨®n, y su deber es ponerla a disposici¨®n del tribunal que se la requiere en calidad de testigo. Y si fuera informaci¨®n clasificada, corresponder¨ªa al Gobierno tomar la decisi¨®n de entregarla o no al tribunal.
En su carta al juez, D¨ªaz de Mera asegura que hasta el pasado septiembre ignoraba que el informe sobre el que se ha pretendido construir la especulaci¨®n sobre la implicaci¨®n etarra en el 11-M -y que ¨¦l mismo present¨® entonces como una primicia informativa en la emisora de la Conferencia Episcopal- se encontraba ya incorporado al sumario. Con este reconocimiento de ignorancia retrospectiva, ha demostrado que, adem¨¢s de comportarse como un testigo desobediente, actu¨® cuando menos con escasa diligencia en su ins¨®lito papel de reportero de investigaci¨®n.
Pero conviene despejar todas las dudas: el informe no s¨®lo se encontraba a disposici¨®n de cualquier ciudadano que hubiese tenido la curiosidad de consultar el sumario una vez que se hizo p¨²blico, sino que, por otra parte, dice exactamente lo contrario de lo que ha defendido D¨ªaz de Mera, y con ¨¦l la c¨²pula dirigente del PP, durante estos tres a?os de desprecio a las v¨ªctimas, a los ciudadanos y a las instituciones. Es decir, que no existe ninguna prueba, ni siquiera el m¨¢s m¨ªnimo indicio, de que ETA y los yihadistas estuviesen en connivencia para perpetrar los atentados del 11-M.
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