Es el lobo...
En la pel¨ªcula El d¨ªa de ma?ana (2004), de Roland Emmerich, fuimos testigos de c¨®mo quedaba Nueva York asolada por un maremoto que devasta toda la ciudad cobr¨¢ndose cientos de miles de v¨ªctimas. En la miniserie Inundaci¨®n (Cuatro), cuya primera parte se emiti¨® el lunes, sucede algo muy parecido con Londres. En ambas se hace uso del impactante realismo que permiten actualmente los efectos especiales para visualizar con crudeza las consecuencias que podr¨ªan tener sobre las grandes concentraciones urbanas los cambios clim¨¢ticos que, dicen, se avecinan.
La serie brit¨¢nica usa todos los recursos de las pel¨ªculas de acci¨®n y mantiene la tensi¨®n del espectador con la trama de varias historias "humanas" que lo comprometen emocionalmente. Si bien las im¨¢genes de Nueva York o Londres azotados por olas que arrasan con todo son de las que se guardan en la memoria, no dejan de ser un par de cromos m¨¢s en el repertorio de montajes catastrofistas, tan habituales en el cine.
En estas ¨²ltimas semanas y meses se nos viene advirtiendo con mayor dramatismo sobre la inminencia de los cambios clim¨¢ticos que se avecinan a trav¨¦s de todo tipo de reportajes y documentales. El tsunami de hace tres a?os que mat¨® cerca de 200.000 personas en diversas costas del oc¨¦ano ?ndico o el azote del hurac¨¢n Katrina sobre Nueva Orleans son algunos de los ejemplos m¨¢s reales de la amenaza.
Me pregunto si, entre las pel¨ªculas de ficci¨®n que llevan hasta las peores consecuencias los presagios del desastre ecol¨®gico y las informaciones que adoptan advertencias no menos apocal¨ªpticas, los espectadores son capaces de interiorizar a fondo el problema. Si se lo creen, vamos. El ser humano est¨¢ asimilando tantas historias -no s¨®lo im¨¢genes- constantemente, se ha hecho tan adicto a ellas, que lo que hoy le aterroriza puede quedar sepultado por nuevos temores o intereses en s¨®lo unas semanas. Parece haber evidencias de que estamos a las puertas de grandes peligros. Pero como en la historia del pastorcillo mentiroso, nos estamos haciendo insensibles. Quiz¨¢ ¨¦se sea el mayor de los desastres.
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