Picasso y la polic¨ªa

La amistad de Picasso con Pere Ma?ach, su primer marchante, le cost¨® cara: por el simple hecho de estar alojado en su casa parisina, la polic¨ªa francesa calific¨® al pintor malague?o de anarquista y vigil¨® sus movimientos entre 1901 y l940: ¨¦sta es una de las revelaciones del libro Pablo Picasso. Dossiers de la Pr¨¦fecture de Police, 1901-1940 de Pierre Daix y Armand Isra?l (Editions Acatos, Moudon, Suiza, 2003). El libro es fascinante porque publica una serie de documentos de la polic¨ªa francesa que, tras estar 50 a?os archivados en Rusia, volvieron a Francia en 2001 tras unas largas negociaciones para ser recuperados.

La historia de este "dossier Picasso" es , en s¨ª misma, rocambolesca: se sabe que los alemanes, al invadir Francia, robaron un buen n¨²mero de dossieres no s¨®lo de ciudadanos alemanes, jud¨ªos y antifascistas, sino tambi¨¦n de personalidades extranjeras que estaban viviendo en Francia. Algunos de estos documentos fueron enviados a Berl¨ªn en l940 o l941, permaneciendo en Alemania durante la 2? Guerra Mundial, siendo transferidos en l945 o l946 a Mosc¨², tras la toma de Alemania del Este por los rusos, en donde fueron custodiados por la KGB.

La polic¨ªa francesa vigil¨® a Picasso entre 1901 y 1940, y lo calific¨® de 'anarquista'

Dos son los documentos m¨¢s interesantes de todo el libro y que arrojan nueva luz sobre detalles de la vida del pintor malague?o. El primero es el informe emitido por la Prefectura de la Polic¨ªa el 18 de junio de 2001 en donde se le acusa de anarquista. Picasso hab¨ªa ya estado en Par¨ªs en l900, al haber sido escogido para representar a Espa?a en la Exposici¨®n Universal de Par¨ªs y all¨¢ Pere Ma?ach se convirti¨® en su primer marchante, ofreci¨¦ndole una mensualidad de 150 francos y present¨¢ndole al famoso marchante franc¨¦s Ambroise Vollard. Al ofrecerle ¨¦ste una exposici¨®n, Picasso volvi¨® a la capital francesa en abril de 1901 para prepararla. Joven y pobre, se aloj¨® como es natural, en casa de Pere Ma?ach. Sin ¨¦l saberlo, y seguramente a causa del ¨¦xito obtenido por la muestra, fue objeto de una primera investigaci¨®n por parte de la polic¨ªa francesa. ?sta emiti¨® el 21 de junio un primer informe en el que se lee c¨®mo "el anarquista vigilado Pierre (sic) Ma?ach da asilo a Pablo Ruiz Picasso", quien "recibe visitas de desconocidos", cuyos horarios "son muy irregulares", "volviendo muy tarde por la noche e incluso no volviendo de noche".

Sin embargo, a?ad¨ªa la polic¨ªa, "no se ha detectado su presencia en reuniones anarquistas" ni la portera le ha o¨ªdo emitir "comentarios subversivos". El comisario Rouquet a?ad¨ªa una copia de un art¨ªculo de Gustave Cocquiot en Le Journal del 1 junio de 1901, muy elogioso sobre la exposici¨®n en Vollard, en donde se comentaba la maestr¨ªa y viveza con que Picasso representaba a las mujeres de la calle, as¨ª como a los obreros (el hecho da que pensar sobre ad¨®nde van a parar las rese?as art¨ªsticas o a qui¨¦n interesan...).

Lo que s¨ª es cierto es que por el 130 del Boulevard de Clichy, la casa de Ma?ach, se reun¨ªa una colonia catalana en donde hab¨ªa numerosos simpatizantes del anarquismo; en diciembre de l898, esta "colonia" hab¨ªa firmado un manifiesto (publicado en La Publicidad de Barcelona) pidiendo la liberaci¨®n de los anarquistas encarcelados por su oposici¨®n a la guerra de l898: Picasso y su amigo el pintor Casagemas estaban entre los firmantes. Por otro lado, la polic¨ªa francesa vigilaba estrechamente a los anarquistas (equivoc¨¢ndose, sin embargo, el 90% de las veces seg¨²n declaraciones del actual director de los archivos policiales) porque ¨¦stos, a finales del siglo XIX, estaban activ¨ªsimos en Francia, llegando a poner una bomba en el Parlamento y a asesinar al presidente Sadi Carnot.

Este informe ser¨¢ decisivo en el otro episodio b¨¢sico de este libro: la petici¨®n de naturalizaci¨®n francesa hecha por Picasso el 3 de abril de l940. En efecto, seguramente impulsado por la derrota republicana y la victoria franquista en Espa?a, un r¨¦gimen al cual Picasso siempre se opuso no s¨®lo de palabra, sino con una de las telas m¨¢s emblem¨¢ticas de la pintura pol¨ªtica, Guernica (1937), as¨ª como por el hecho de tener dos hijos franceses, Paul (en una casa de reposo en Suiza, y a quien visitaba con regularidad), habido con Olga Khokhlova y Maya, habida con Marie Th¨¦r¨¨se Walter, Picasso decide pedir la nacionalidad francesa. Es entonces cuando aparecen dos informes, uno positivo y el otro negativo, que determinan la denegaci¨®n de esta demanda, con lo cual Picasso sigui¨® siendo espa?ol.

El informe positivo -en forma de largu¨ªsimo cuestionario- ser¨¢ emitido por la comisar¨ªa del barrio de la Madeleine, al que pertenec¨ªa Picasso en l940 -viv¨ªa entonces en el 23 de la rue de la Bo¨¦tie-. En ¨¦l puede leerse que el artista goza de consideraci¨®n p¨²blica; que pag¨® 700.000 francos de impuestos en l939 (una suma muy elevada); que posee un castillo en el Eure (Boisgeloup); que no tiene antecedentes judiciales; que declara "no hacer pol¨ªtica", y que quiere naturalizarse franc¨¦s para "fijar su residencia definitivamente en Francia". Su nombre, en el cuestionario, se afrancesa en Paul en lugar de Pablo, mientras su esposa legal, Olga Khoklova, consta como separ¨¦e de corps.

El informe negativo, en cambio, emitido el 25 de mayo de l940 -en plena debacle del ej¨¦rcito franc¨¦s frente a los alemanes, quienes invadir¨¢n Par¨ªs el 14 de junio- indica que "desde 1905" (fecha equivocada) "est¨¢ fichado como anarquista por los servicios de polic¨ªa". Tambi¨¦n a?ade que, a pesar de tener 30 a?os en l914 (en realidad ten¨ªa 32) "no rindi¨® ning¨²n servicio a nuestro pa¨ªs durante la guerra", y que "a pesar de ganar millones, los guarda en el extranjero" (algo totalmente falso) y que "Picasso ha conservado sus ideas extremistas, evolucionando hacia el comunismo". Se recuerda acto seguido su adhesi¨®n a la causa republicana y su nombramiento como "conservador de los museos espa?oles" (sic) (en realidad fue nombrado Director del Museo del Prado, cargo que nunca ejerci¨®).

Este informe es el resultado no s¨®lo de la mala suerte de su primer fichaje como anarquista en l901, sino de las particulares condiciones pol¨ªticas de aquel 1940. En efecto, el Partido Comunista franc¨¦s fue prohibido el 26 de septiembre de1939, como consecuencia del Pacto germano-sovi¨¦tico, mientras sus militantes o simpatizantes eran perseguidos.

Picasso nunca hizo, seg¨²n Pierre Daix, alusi¨®n a esta petici¨®n ni a su rechazo, que debi¨® de humillarlo profundamente. Nunca m¨¢s volvi¨® a pedirla, quiz¨¢ considerando que, si el dictador mor¨ªa antes que ¨¦l, podr¨ªa volver a su pa¨ªs natal. As¨ª que la historia con Pere Ma?ach hizo que Picasso continuara siendo espa?ol, de lo cual, con los a?os, siempre se sinti¨® orgulloso.

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