Miguel Maura y la derecha que no pudo ser
El historiador Joaqu¨ªn Romero Maura recupera la gran obra de su abuelo con abundantes in¨¦ditos
"La educaci¨®n pol¨ªtica de Miguel Maura lo llev¨® a tener siempre presente una distinci¨®n que su padre, Antonio Maura, utiliz¨® de manera expresa: que hay un sistema pol¨ªtico basado en la tolerancia y otro construido sobre la dominaci¨®n. Si se persigue exclusivamente la dominaci¨®n se produce el choque con el adversario. Si se acepta, en cambio, que es necesario convivir hay que respetar las reglas de un cierto juego". Joaqu¨ªn Romero Maura (Niza, 1940), doctor en Historia por la Universidad de Oxford y primer director del Centro de Estudios Ib¨¦ricos del St. Antony's College, resume as¨ª las ideas centrales que orientaron la actividad pol¨ªtica de sus ilustres familiares.
El historiador acaba de publicar una nueva edici¨®n, la octava, de As¨ª cay¨® Alfonso XIII (Marcial Pons), de su abuelo Miguel Maura, que se public¨® originalmente en 1962 y que es uno de los libros de referencia para entender el final de la Monarqu¨ªa y, sobre todo, la llegada de la Rep¨²blica. Esta vez, el libro lleva el subt¨ªtulo De una dictadura a otra e incluye abundante material in¨¦dito. Si el texto inicial recog¨ªa las experiencias, recuerdos y reflexiones del pol¨ªtico conservador hasta julio de 1931, esta vez se incorporan otros cuatro bloques de escritos in¨¦ditos que recogen sus anotaciones sobre lo que vino despu¨¦s.
Hay textos que cubren el periodo que va del inicio de las Cortes Constituyentes a la salida del Gobierno de Maura (fue ministro de Gobernaci¨®n) en noviembre de 1931; sobre el bienio en el que gobern¨® Aza?a (de octubre de 1931 a noviembre de 1933); est¨¢ su discurso del 16 de noviembre de 1934 durante el Bienio Negro y sus colaboraciones en el peri¨®dico El Sol, donde analiz¨® los agitados meses que van de las elecciones de febrero de 1936 al inicio de la Guerra Civil.
El hilo conductor es el talante profundamente democr¨¢tico de Miguel Maura, su defensa a ultranza de las instituciones y su af¨¢n de proponer una pol¨ªtica conservadora que fuera compatible con el respeto a sus adversarios.
"La gran obsesi¨®n de Miguel Maura fue la de hacer viable la Rep¨²blica, y considera que una de sus grandes obras fue la de crear, junto a Alcal¨¢ Zamora, Lerroux, Aza?a, Prieto, Fernando de los R¨ªos y distintos pol¨ªticos catalanes, entre otros, el Pacto de San Sebasti¨¢n, que asegur¨® que no se desencadenara el caos cuando cay¨® Alfonso XIII", explica Joaqu¨ªn Romero Maura. "Cuando el Rey acept¨® la dictadura de Primo de Rivera, la Monarqu¨ªa se conden¨® a s¨ª misma, era como una bicicleta condenada a caerse en cuanto se parara. Y eso iba a ocurrir en cualquier momento. Hacia 1929, Maura comprende que su gran desaf¨ªo es construir un marco donde las derechas puedan incorporarse y luchar por sus ideas. Entend¨ªa que no pod¨ªa dejar la Rep¨²blica exclusivamente en manos de la izquierda. Cuando finalmente, con la ca¨ªda de Primo de Rivera y el par¨¦ntesis de Berenguer, se ve que ya no se sostiene el r¨¦gimen anterior, Maura y los otros pol¨ªticos ya tienen previsto un Gobierno provisional que fue el que garantiz¨® la solidez de unas instituciones que permitieron que la transici¨®n fuera lo menos costosa en conflictos sociales".
Cuando el Gobierno provisional elaboraba el texto del proyecto constitucional surgieron las diferencias entre Maura y muchos de los republicanos furibundamente anticlericales. "Les dec¨ªamos que era contada la familia espa?ola que no tuviera entre sus miembros o afines un cura, un fraile o una monja", explica en algunos de los in¨¦ditos rescatados. Pero no consigui¨® convencerlos. Cuando el proyecto se aprob¨® en las Cortes y estaban a punto de iniciarse las Constituyentes, Maura y Alcal¨¢ Zamora dejaron el Gobierno. Desde fuera de ¨¦l, sigui¨® en la batalla por un sistema basado en la tolerancia. "Hoy las fuerzas de derecha est¨¢n adscritas a una pol¨ªtica de guerra", dec¨ªa en su discurso en las Cortes de 1934, donde explicaba su radical diferencia con Gil Robles a la hora de "entender la funci¨®n de las clases conservadoras en este momento hist¨®rico de Espa?a" y criticaba all¨ª la estrategia puramente negativa de la CEDA (Confederaci¨®n de Derechas Espa?olas) en su af¨¢n de conquistar el poder. Maura no aceptaba que para ellos la democracia s¨®lo fuera un medio "para ir a la conquista de un Estado nuevo".
Si unos a?os antes Miguel Maura se neg¨® a incorporarse al partido de Lerroux por sus maneras corruptas, entonces denost¨® las maneras de un partido de derechas dispuesto a cualquier cosa con tal de llegar al poder. Las maneras, los modos de hacer pol¨ªtica (el respeto a las reglas del juego) eran para ¨¦l esenciales.
Hay adem¨¢s en la nueva edici¨®n del libro de Miguel Maura, que ma?ana se presenta en Madrid, un largo y sugerente pr¨®logo de Joaqu¨ªn Romero Maura donde muestra cu¨¢nto aprendi¨® el pol¨ªtico republicano en el taller de su padre.
"Antonio Maura fue un estadista, no s¨®lo un pol¨ªtico. Supo entender que el sistema que manten¨ªa a la Monarqu¨ªa era muy precario, que el caciquismo funcionaba pero que era una membrana demasiado d¨¦bil. Como rechazaba de manera expl¨ªcita cualquier f¨®rmula autoritaria, se empe?¨® en reforzar hasta donde fuera posible la democracia, y puesto que entonces las elecciones distaban mucho de ser representativas de lo que se coc¨ªa en el pa¨ªs, consideraba necesario que fueran los partidos en las Cortes los que defendieran a trav¨¦s de sus programas sus ideas divergentes sobre el mundo. Se convirti¨® en el f¨¦rreo l¨ªder del Partido Conservador y en un aguerrido defensor de la legalidad a ultranza", explica su nieto.Fue un f¨¦rreo l¨ªder del Partido Conservador y un defensor de la legalidad a ultranza
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