Alegr¨ªas de la huerta

Como suele suceder ¨²ltimamente cada fin de semana, ayer hubo manifestaci¨®n por el centro. En este caso eran campesinos de toda Espa?a convocados por la Asociaci¨®n Agraria de J¨®venes Agricultores (Asaja). Es razonable que la gente del campo se encuentre aqu¨ª como en su casa (San Isidro ostenta dos t¨ªtulos: patrono de Madrid y abogado de los labradores). Los agricultores montaron una romer¨ªa elegante y airada, pero divertida, cosa que debieran imitar de inmediato los organizadores de manifestaciones. Madrid, por da?os y perjuicios, tendr¨ªa que cobrar peaje a los convocantes: que sea obligatorio ofrecer un espect¨¢culo callejero digno y colorista, como hicieron ayer los agricultores; y si no, que paguen por las molestias colaterales que endosan a los sufridos vecinos de la Villa.

La manifestaci¨®n fue una fiesta pastoril: m¨²sicos, malabaristas, mojigangas con pla?ideras llorando desconsoladamente por la presunta muerte de la agricultura, jotas, seguidillas, trajes regionales. Se repartieron profusamente entre los viandantes frutas y hortalizas de toda la piel de toro. Un sobrio agricultor, con un pepino en la mano derecha, un micr¨®fono en la izquierda y mucha guasa, clamaba: "?Se?ora Ministra! ?Sabe usted lo que vale un pepino?". Adem¨¢s, vinillo de Jerez gratis. Es decir, lo que so?aba el Padre Feijo¨® para todos los espa?oles. Lo m¨¢s sorprendente fue la banda sonora del espect¨¢culo. Los fil¨®sofos de la concentraci¨®n optaron por un tema barroco y desmelenado del cantante Raphael: Esc¨¢ndalo. La verdad es que la canci¨®n, interpretada por curtidos campesinos, adquiere bastante m¨¢s consistencia que en la versi¨®n original. Un alucine casi surrealista. Con manifestaciones as¨ª, Madrid es mejor que Las Vegas.

?Por qu¨¦ los campesinos pasearon tan sosegados? La raz¨®n puede ser ¨¦sta: el jueves, en la entrega de los Premios Rey de Espa?a de Periodismo, y en presencia de los monarcas, cant¨® Mar¨ªa Dolores Pradera en la Casa de Am¨¦rica, al lado de Cibeles. Derram¨® lisura, elegancia, emoci¨®n y arte en estado puro. El aroma exquisito de la Pradera qued¨® en el ambiente. Siempre deber¨ªa actuar en la Casa de Am¨¦rica dos d¨ªas antes de cada manifestaci¨®n por esa zona.