El gallo
Anoche Canal + emiti¨® En la piel de Jacques Chirac, una s¨¢tira que, en primera persona, repasa la biograf¨ªa de Chirac. Con criterio sin¨¦rgico, la cadena ha convertido la voz en off original, interpretada por el c¨®mico imitador Didier Gustin, en la de ?ngel Soler, el actor que da voz al gui?ol chiraquiano (una opci¨®n que mejora la del DVD comercializado en Espa?a). La primera impresi¨®n es de crueldad, aunque, al cabo de un rato, el espectador aprecia su valor documental, un h¨ªbrido entre la caricatura despiadada y la reconstrucci¨®n rigurosa. Si el gran Marcel Ophuls (hijo de Max) ya demostr¨® que el mejor documental era compatible con la intromisi¨®n de un narrador subjetivo, aqu¨ª se apuesta por la acumulaci¨®n cr¨ªtica de contradicciones, mentiras, promesas incumplidas y patra?as de un pol¨ªtico con cuatro d¨¦cadas de coche oficial a sus espaldas. Y es precisamente esta acumulaci¨®n la que convierte al omnipresente protagonista en un sujeto fascinante, depredador, seductor y, al mismo tiempo, demagogo o irresponsable. La cronolog¨ªa, reforzada por un monumental trabajo de b¨²squeda de im¨¢genes, nos presenta a Chirac como una suma de cualidades circenses: con la oratoria enf¨¢tica de un jefe de pista, la agilidad de un trapecista, la temeridad de un funambulista, la autoridad de un domador y que, cuando ya nada le funciona, recurre a los atajos emocionales del clown.
El retrato, adem¨¢s, constituye una reflexi¨®n sesgada pero instructiva sobre el deterioro de ciertas formas de democracia y sus mecanismos de adicci¨®n al poder. El partido como un instrumento, las elecciones como tapadera de intereses, todo tiende a justificar frases como "s¨®lo los imb¨¦ciles no cambian nunca de opini¨®n" o "me encanta explicar a los dem¨¢s lo que soy incapaz de hacer en casa". Re¨ªrse con este Chirac poli¨¦drico e hip¨®crita, mujeriego y comediante, constituye m¨¢s una forma de an¨¢lisis pol¨ªtico que de entretenimiento. Y en estos d¨ªas de negligencia del sector, y cuando Francia se dispone a repetir, empeorados y ampliados, sus errores electoralistas recientes, resulta especialmente oportuno.
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