Lluvia fina
Ha vuelto Lluvia de estrellas (TVE), el concurso que consiste en imitar a los mitos de nuestro canon mel¨®dico. Lo presenta Sonia Ferrer, que ya fue eficaz suplente de Anne Igartiburu en ?Mira qui¨¦n baila! y que est¨¢ pidiendo a gritos que no la encasillen en su papel de presentadora del pringoso Gente. A la que explote un poco m¨¢s las dotes de actriz que cultiv¨® en el culebr¨®n Luna negra, Ferrer ser¨¢ una de esas damas de la televisi¨®n que tan ¨²tiles resultan en cualquier cadena. El d¨ªa de su estreno, la vistieron de emperatriz y, como es l¨®gico, sufri¨® horrores cada vez que tuvo que descender por los escalones del plat¨® sin tropezar con el vestido y pegarse una leche digna de animar el sadismo de YouTube, que es como V¨ªdeos de primera pero a lo bestia.
Como anfitriona, le toc¨® animar a 8 de los 32 concursantes de una ronda clasificatoria de cl¨®nicos que, en algunos casos, perfeccionan tanto la imitaci¨®n de su mito que casi lo reencarnan. Esto ocurri¨® con la concursante Tamara, que, igual que la otra Tamara, que tambi¨¦n pas¨® por el Lluvia de estrellas primigenio, bord¨® una imitaci¨®n de Roc¨ªo Jurado tan perfecta como paranormal. Funcional, blanco, digno y con un jurado algo blandengue (al que le vendr¨ªa bien un cursillo acelerado de ristomejidismo), si de algo peca Lluvia de estrellas es de cierta sosez en el tono. En cuanto al canon de mitos a imitar, est¨¢ evolucionando. Se mantienen cl¨¢sicos del patrimonio como Raphael y la Jurado (de los que se subraya la grandilocuencia gestual) y se a?aden referencias recientes como Bisbal, Amaral o Rosana. Los fieles seguidores del concurso, pues, deber¨¢n esperar a otra ocasi¨®n para ver uno de los cl¨¢sicos del formato: cuando alguien interpreta Soy minero, de Antonio Molina. En lo escenogr¨¢fico se ha a?adido iluminaci¨®n, espacio y elegancia, y la realizaci¨®n ha tenido la buena idea de conservar una de las se?as de identidad del programa: esa puerta humeante y algo primaria que separa la personalidad del concursante de la del mito y que puede llevar al triunfo o al rid¨ªculo.
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