Trilog¨ªas de lujo

William Goldman, novelista, guionista de t¨ªtulos como La princesa prometida o Dos hombres y un destino, y maestro del cine, siempre ha defendido que en Hollywood "nadie sabe nada". Que en realidad todo el negocio se mueve por pulsiones, por extra?os fen¨®menos que los ejecutivos de los grandes estudios, las majors, aseguran dominar, cuando en realidad no hay ni un humano que certifique el ¨¦xito o el fracaso de un filme.

Hollywood sabe que las mal llamadas secuelas (en realidad, a veces estas pel¨ªculas s¨ª son secuelas, porque desde luego parecen el trastorno que queda tras la curaci¨®n de una enfermedad) dan dinero, y que jam¨¢s debe rechazar su posible producci¨®n. Matrix reloaded y Matrix revolutions oficializaron un camino ya experimentado por la serie Z: para ahorrar dinero es preferible rodar a la vez la pel¨ªcula original y sus continuaciones -una apuesta demasiado arriesgada- o filmar del tir¨®n sus secuelas. Tienes los decorados, el equipo art¨ªstico y t¨¦cnico y las localizaciones preparadas. No hay contratos que renegociar, ni viajes que repetir, ni escenarios que reconstruir. De esa forma se han producido El se?or de los anillos, las dos partes finales de Matrix y de Piratas del Caribe... Si el filme huele a ¨¦xito, alimentemos a la platea con m¨¢s dosis de lo mismo.

Eso no impide que ocurran accidentes. Como el que pas¨® con Matrix revolutions. Reunido todo el equipo en Sidney para filmar Reloaded y Revolutions, Gloria Foster, la actriz que encarnaba al Or¨¢culo, falleci¨® y la sustituy¨® a la carrera Mary Alice. Para explicar el cambio de int¨¦rprete, los hermanos Wachowski, los creadores de la serie, a?adieron un par de l¨ªneas al gui¨®n. Al final, para dolor del productor, Joel Silver, las dos partes finales no supusieron ni la cantidad econ¨®mica ni la calidad art¨ªstica que s¨ª obtuvo la inicial Matrix. Aun as¨ª, este punto final de la trilog¨ªa sirve para dar luz a todo lo anteriormente visto, a este mundo virtual en el que un pu?ado de humanos se rebela contra las m¨¢quinas, y para disfrutar de una participaci¨®n europea de la calidad de Monica Bellucci, que encarna a Pers¨¦fone.

Curiosamente, el marido de la actriz, Vincent Cassel, es uno de los malvados que ponen en apuros a los chicos de George Clooney en Ocean's twelve, el filme de aventuras urbanas que aparece el domingo con EL PA?S. En esta ocasi¨®n, los atracos tienen lugar en Europa, el equipo aumenta con la llegada de Catherine Zeta-Jones (para apuntalar un ya de por s¨ª f¨¦rreo reparto: Clooney, Brad Pitt, Matt Damon, Julia Roberts, Andy Garc¨ªa, Elliot Gould, Don Cheadle...) y un par de apariciones sorpresa con lo mejor del cine europeo y Bruce Willis, que pasaba por all¨ª, y que hab¨ªa sido la primera opci¨®n, tres a?os antes, para haber interpretado a Danny Ocean, el g¨¢nster descarado, lig¨®n y con clase que lidera este pelot¨®n de ladrones.

Clooney vuelve a bordarlo como protagonista y en ning¨²n momento se percibe en la pantalla la dif¨ªcil singladura de un rodaje realizado con un mont¨®n de estrellas, poco presupuesto y a trav¨¦s de media Europa. Pitt y Clooney animaron la filmaci¨®n: el primero envi¨® un informe a todos los miembros del equipo para advertirles que deb¨ªan dirigirse a George Clooney llam¨¢ndole Danny Ocean o se?or Ocean so pena de ser despedidos; en venganza, Clooney se dedic¨® a adherir pegatinas con los lemas "Pene peque?o a bordo" o "Soy gay y voto" en el coche de Pitt. Por supuesto, habr¨¢ un Ocean's thirteen, la ¨²ltima pel¨ªcula de la productora montada por Clooney y Soderbergh (el director de la trilog¨ªa), y en esta ocasi¨®n participar¨¢n Al Pacino y Ellen Barkin. El resultado, el 8 de junio. Antes, en su pantalla de televisi¨®n, los muchachos de Ocean se llevar¨¢n hasta un huevo Faberg¨¦.