El Sevilla desnuda al Deportivo

L¨®gico. Salir a empatar es salir a perder. Joaqu¨ªn Caparr¨®s alist¨® a un equipo para mantener el marcador a cero pese a jugar con la ilusi¨®n de la grada a favor. Juande Ramos, en cambio, sali¨® a sentenciar las semifinales de Copa en A Coru?a. En el tercer minuto el Sevilla ya hab¨ªa botado tres saques de esquina. Nadie en Riazor musit¨® el t¨ªpico "se ve¨ªa venir". Estaba cantado. Fue un duelo desigual. El Sevilla juega con una marcha m¨¢s. Y as¨ª, le fue demasiado f¨¢cil ningunear al Depor. Durante el primer tiempo lo desnud¨®.

El duelo se acab¨® en el minuto 11. Y eso que la afici¨®n se agarr¨® al pasado para querer creer. Pero la historia y las grandes gestas europeas no juegan. Fue un palo enorme. El conjunto gallego se estrell¨® contra la realidad.

Andrade cometi¨® un penalti tonto con la mano en el tiempo de descuento

En el minuto 11 se acab¨® el duelo. Y eso que la afici¨®n del Depor se agarr¨® al pasado

Con la salvaci¨®n casi amarrada, la Copa se presentaba como la oportunidad para sacar pecho y regresar otra vez a Europa, aunque fuese la UEFA. Y Riazor, que hab¨ªa visto c¨®mo hace cuatro temporadas se levantaba un 4-1 en Liga de Campeones al Milan, se encontr¨® con que al Super Depor le llaman Baby Depor y que su pelea actual es evitar el descenso. La dos Copas, la Liga y la semifinal de Liga de Campeones que se malogr¨® contra el Oporto por un penalti quedan demasiado lejos.

En el minuto 11 Adriano arranc¨® y regal¨® un buen pase a Kanout¨¦. Fue un regalo. El equipo planteado por Joaqu¨ªn Caparr¨®s para no recibir un gol se limit¨® a contemplar c¨®mo el brasile?o enviaba el pase y c¨®mo el larguirucho delantero de Mal¨ª bat¨ªa sin piedad a Mun¨²a.

La torrija del Depor era de dimensiones descomunales. No pod¨ªa jugar la pelota porque los que saben hacerlo -Riki, Verd¨². Estoyanoff o Iago estaban en la grada- y tampoco se sent¨ªa c¨®modo defendiendo, a priori para lo que hab¨ªa dise?ado el once de Caparr¨®s.

Dos minutos despu¨¦s el Depor qued¨® retratado. En una jugada en el ¨¢rea del Sevilla, medio equipo protest¨® un penalti sobre Juanma, que volv¨ªa a la alineaci¨®n. El rechace lo recogi¨® Alves, un tipo que primero dispara y luego pide perd¨®n. Por delante se encontr¨® con sombras en vez de defensas. Condujo la pelota durante unos 40 metros y se la entreg¨® mansa a Navas para que fusilase a la red.

Se comentaba que el Sevilla llevaba 53 a?os sin ganar en Riazor, se dec¨ªa que Caparr¨®s conoc¨ªa demasiado bien a su ex equipo, se dec¨ªa que los sevillanos pod¨ªan pagar el cansancio por las tres competiciones en las que ha presentado su candidatura al t¨ªtulo. Pero en 11 minutos el sue?o del Depor se rompi¨® como una pompa de jab¨®n. Futbolistas como Alves o Navas piensan demasiado r¨¢pido para Cristian o Capdevila, los encargados de jugarse con ellos la banda. Y Duscher y Juan Rodr¨ªguez quedaron en muy poca cosa al lado de Poulsen y Mart¨ª, que gestionaron con criterio y contundencia el centro del campo.

Ante estas premisas y con el lastre en el marcador y en la eliminatoria, al Depor s¨®lo le quedaba el recurso Caparr¨®s, el pelotazo a los delanteros Adri¨¢n y Arizmendi. El cuadro gallego olvid¨® que, si a un delantero nadie le lleva agua o una pelota en condiciones, acaba desquiciado y desquiciando a la grada.

El Sevilla, navegando a favor del marcador, dej¨® pasar el primer tiempo porque ya sab¨ªa que ten¨ªa la clasificaci¨®n atada. Caparr¨®s tir¨® a principios del segundo tiempo de Taborda, el ¨²nico delantero que ten¨ªa en el banquillo, para que hiciese de controlador a¨¦reo. Minutos despu¨¦s prescindi¨® de Arizmendi para que Sergio devolviese el bal¨®n al piso. La banda derecha la tap¨® con De Guzm¨¢n, que sustituy¨® a Juan Rodr¨ªguez. Taborda hab¨ªa entrado por Barrag¨¢n, que no acaba de encontrar la forma de los primeros partidos.

Y este Deportivo extra?o, como lo ha sido durante toda la temporada, se sacudi¨® el complejo y le busc¨® las cosquillas al Sevilla m¨¢s por convicci¨®n que por f¨²tbol.

Pudo Adriano anotar el tercero tras una llegada de Alves, pero malogr¨® una ocasi¨®n inmejorable. Al Sevilla s¨®lo lo incomodaron el inacabable Taborda y un par de disparos de Sergio. Voluntad y ganas, nada m¨¢s, frente a criterio, porque Juande Ramos apost¨® por Aitor Ocio para paliar los t¨ªmidos problemas que creaba Taborda.

Y ya comenzaba a desfilar la afici¨®n consol¨¢ndose con lo que fue este equipo en otros tiempos, cuando Andrade cometi¨® un penalti tonto con una mano en el tiempo de descuento. Lo transform¨® Luis Fabiano. Otro m¨¢s. Daba lo mismo.