Siete contra siete
M¨¢s all¨¢ del partido, Ra¨²l y Villa se disputan el derecho a portar el hist¨®rico dorsal de la selecci¨®n

Los hom¨ªnidos defienden su territorio mediante conflictos rituales, normalmente, incruentos. El asunto suele dirimirse entre los machos m¨¢s fuertes de la manada. En el f¨²tbol, que tambi¨¦n es un rito colectivo, no es diferente. A veces los equipos se juegan la preponderancia lanzando a sus jugadores m¨¢s representativos a una especie de duelo psicol¨®gico. Un mano a mano que remite a conductas gregarias heredadas de los antepasados prehist¨®ricos. El Bernab¨¦u ser¨¢ testigo esta noche (22.00 horas, La Sexta) de uno de estos fen¨®menos. El Madrid recibe al Valencia. Al frente del equipo local, Ra¨²l Gonz¨¢lez, hombre de esp¨ªritu reivindicativo, torero frustrado, intentar¨¢ demostrar que el verdadero siete de Espa?a es ¨¦l. A la cabeza del conjunto visitante, David Villa, hijo de un minero, defender¨¢ su condici¨®n de leg¨ªtimo heredero del dorsal de la selecci¨®n que una vez correspondi¨® a Ra¨²l. Porta el siete como si fuera suyo.
"Me gusta mucho, es muy peligroso. Un jugador muy importante'', dijo Capello de Villa
Pocos partidos recrean con m¨¢s claridad los cambios en el orden establecido y sus desagradables consecuencias. Ninguno de los adversarios est¨¢ dispuesto a ceder terreno. Ra¨²l se resiste a creer que su tiempo ha concluido. Villa se empecina en considerarse a s¨ª mismo como el mejor delantero de Espa?a. No se genuflexiona ante la historia. A Ra¨²l le reserva un trato indiferente.
El entrenador del Madrid, Fabio Capello, no le quita ni le da la raz¨®n a Villa. Pero reconoce que no va desencaminado. "Es un jugador importante", dijo ayer. "Me gusta mucho. Es muy peligroso".
Si el peligro lo anuncian las estad¨ªsticas, el delantero del Valencia lleva una ventaja considerable. Al menos esta temporada. Villa suma 13 goles y ocho asistencias en Liga, mientras que Ra¨²l acumula cinco tantos y tres asistencias. S¨®lo en una variable Ra¨²l supera a Villa, las acciones de juego: 1.421 a 1.232. El l¨ªder del Madrid brilla por su vocaci¨®n participativa, sobre todo en defensa. Alej¨¢ndolo del ¨¢rea hacia la banda, Capello pretendi¨® explotar su veta disciplinada, para que ayude en la presi¨®n y en la creaci¨®n, dos tareas en las que padece. Aunque no es un extremo, ni un media punta, Ra¨²l siempre dijo que s¨ª a todos los t¨¦cnicos. Villa ha centrado 106 veces (provocando siete goles) y Ra¨²l se ha quedado en 40 centros (un gol).
Villa tiene 25 a?os y Ra¨²l 30. Uno es un joven lleno de energ¨ªa y el otro un veterano que se rebela contra el reloj. A Villa lo rastrean los principales clubes de Europa, dispuestos a pagar una elevada cl¨¢usula. A Ra¨²l, el Madrid pondera la posibilidad de ofrecerle la carta de libertad, siempre y cuando ¨¦l desee cambiar de aires, claro. Porque los dirigentes madridistas, cautos y supersticiosos, tienen por seguro que quien deje marchar al ¨ªdolo ser¨¢ tomado por los socios como un malhechor y sufrir¨¢ una maldici¨®n. Como le ocurri¨® a Howard Carter, el arque¨®logo que desenterr¨® la momia de Tutankam¨®n.
Ra¨²l dice que quiere cumplir su contrato en el Madrid (termina en 2010). Al parecer, ha cambiado de opini¨®n. Porque cuando empez¨® la temporada puso su cargo a disposici¨®n del presidente, Ram¨®n Calder¨®n. Seg¨²n un miembro de la directiva, el capit¨¢n dijo que estaba harto de la falta de "esp¨ªritu" que hab¨ªa contaminado el vestuario, y se?al¨® a Ronaldo y a Roberto Carlos como elementos perturbadores. Sea porque estos dos jugadores ya no cuentan para el club, o sea porque se recuper¨® el "esp¨ªritu", el hecho es que Ra¨²l dice que seguir¨¢ en el Madrid.
El que probablemente no siga en el Valencia es Villa. Uno de los clubes que lo pretende es el Chelsea. El consejero del Chelsea para el f¨²tbol espa?ol es Juan Cruz Sol. "Villa tiene un futuro incre¨ªble", dice Sol; "es fant¨¢stico, uno de los mejores nueves del mundo. De Ra¨²l no hay que esperar que d¨¦ lo que ha dado en a?os anteriores. Sigue siendo un gran jugador, rinde, aporta al conjunto, lucha... Pero normalmente, los jugadores que han estado a un alt¨ªsimo nivel tanto tiempo lo pagan caro. Pierden la sexta velocidad. Lo m¨¢s importante".
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