Varita m¨¢gica
Cuando Mariano Rajoy llevaba una hora de fuego graneado en TVE-1, Tele 5 sac¨® al infalible Jes¨²s V¨¢zquez con una serpiente enrollada al cuerpo. Su piquito de oro lograba hacer atractivo el arranque de la nueva temporada de Supervivientes, pero el reptil se iba acercando m¨¢s y m¨¢s a la cara del presentador, sacando una lengua un¨ªvocamente b¨ªfida. Contagiado del esp¨ªritu aventurero de Supervivientes, dej¨¦ a la serpiente reptando por el plat¨® y volv¨ª a Tengo una pregunta para usted en busca del minuto de oro del otro gran pico de la noche; Rajoy dec¨ªa en ese momento que, llegado el caso, se sentir¨ªa orgulloso de un hijo gay y, si as¨ª lo decidiera ¨¦ste, acudir¨ªa a su boda con otro hombre. ?Y la disciplina de partido qu¨¦? ?No lo ten¨ªan prohibido?
El l¨ªder del PP estuvo m¨¢s suelto que Zapatero, saliendo pronto no dir¨¦ que del armario pero s¨ª de detr¨¢s del atril, y entreg¨¢ndose durante las dos horas largas del programa a un doble ejercicio que a m¨ª me extenu¨®: el peloteo y la deambulaci¨®n. No paraba Rajoy de ir de un lado a otro, haciendo girar en sus dedos un bol¨ªgrafo (gesto al que el Dr. Freud le sac¨® una amplia simbolog¨ªa sexual) y afirmando que todas las preguntas, incluso las envenenadas, le parec¨ªan "importantes", "inteligentes"; el muy pelota lleg¨® a decirle a una se?ora de Valencia, abuela preocupada por la ense?anza religiosa de sus nietos, "yo a usted no la veo mayor". Y luego quer¨ªa quedar con todo el mundo fuera del plat¨®, siendo de hecho la ¨²ltima imagen del programa el apuntamiento en un papel del tel¨¦fono de la administrativa que se le quej¨® de los sueldos del funcionariado. Para esa situaci¨®n el bol¨ªgrafo freudiano ven¨ªa que ni pintado. Hablando de s¨ªmbolos f¨¢licos: aunque Rajoy sabe ser un orador sutil, el jueves repiti¨® no menos de tres veces lo de la varita m¨¢gica. ?l, confes¨®, no la tiene para solucionar las listas de espera m¨¦dicas, la inseguridad ciudadana, la especulaci¨®n inmobiliaria. Pues vamos apa?ados. Los concursantes de Tele 5, a esa misma hora, mostraban en un cayo de Honduras m¨¢s arrojo.
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