Diez en dise?o europeo

Cuando el dan¨¦s Verner Panton, visionario de la est¨¦tica pop aplicada al dise?o, cre¨® la Panton Chair, marc¨® un hito en la historia de la creaci¨®n art¨ªstica. De redondeadas formas un tanto sexys, realizada en pl¨¢stico y de una sola pieza, la silla empez¨® a comercializarse con ¨¦xito en 1967. Hoy representa un icono del siglo XX. La Panton Chair es un ejemplo de lo que se conoce como buen dise?o. Incorporaba funcionalidad, innovaci¨®n, durabilidad, universalidad y, como todo gran invento, la idea de hacer la vida m¨¢s f¨¢cil.

Cuarenta a?os despu¨¦s, y en gran parte debido a las aportaciones de maestros como Panton, sigue vivo el debate sobre la raz¨®n de ser del dise?o europeo, sobre su presente y futuro en una etapa que ya es de bonanza. El fen¨®meno no es tan determinante como para hablar de un movimiento ?y, mucho menos, homog¨¦neo entre pa¨ªses?, pero lo que est¨¢ en juego ahora es sentar las bases de un panorama que puede llegar a ser a¨²n m¨¢s prometedor. En palabras de Pepe Cort¨¦s, premio Nacional de Dise?o 2006, "la visibilidad y el reconocimiento del dise?o han proliferado, se ha popularizado mucho en Europa y Espa?a; el futuro pasa por dise?ar, y por descubrir nuevos valores".

Muchas son las razones que convierten la nueva creaci¨®n europea en centro de atenci¨®n. El relevo generacional es una de ellas; quiz¨¢, de las m¨¢s significativas. Pero tambi¨¦n existen otras que ayudan a entender la importancia del dise?o en su entorno, como el papel que desempe?a con vistas al uso de nuevas tecnolog¨ªas, al compromiso social y medioambiental o lo que representa como valor estrat¨¦gico en la empresa? Todas ellas obligan a reconducir la producci¨®n y la forma de llegar al consumidor. Se trata de algo as¨ª como dise?ar con gran conocimiento de causa.

El informe Temas de dise?o en la Europa de hoy, publicado por Bureau of European Design Associations (BEDA), federaci¨®n de 39 asociaciones de dise?adores en 26 pa¨ªses europeos, recoge parte de estas conclusiones en su estudio de 2004, difundido por la Sociedad Estatal para el Desarrollo del Dise?o y la Innovaci¨®n (DDI). Si bien se reconoce que Europa ocupa una posici¨®n de liderazgo por su influencia en el mundo, su hegemon¨ªa no permanecer¨¢ por largo tiempo si no es capaz de implantar "pol¨ªticas de innovaci¨®n" para el desarrollo del dise?o. Y menos para hacer frente a mercados como el asi¨¢tico, firme competidor a precios baratos. El informe tambi¨¦n atribuye roles decisivos al dise?ador, como el de "analista e int¨¦rprete de los deseos humanos". Y subraya: "Su responsabilidad social va en aumento? Tiende a comunicarse cada vez m¨¢s de forma directa con los consumidores". Adem¨¢s, interactuar con otros campos de creaci¨®n, como el arte, la publicidad o la moda, supone otra de las tendencias futuras m¨¢s claras.

Con sus m¨¢s y sus menos, el dise?o europeo, en su amplio sentido del t¨¦rmino (industrial, de interiores, gr¨¢fico, textil, de p¨¢ginas web?), juega al alza. Firmas, ferias, galer¨ªas, universidades, escuelas o centros de promoci¨®n contribuyen al auge de un fen¨®meno que mueve cerca de 35.000 millones de euros al a?o en Europa (un 5,4% del sector servicios), seg¨²n estimaciones de BEDA. Iniciativas como Barcelona Design Week ?encuentro internacional de expertos organizado recientemente por Barcelona Centro de Dise?o, y que ofreci¨® una cifra aproximada del negocio mundial: 200.000 millones de d¨®lares? nacen para fomentar este campo creativo mediante la formaci¨®n de dise?adores o su relaci¨®n con la empresa. En territorio europeo se consolidan otras iniciativas globales como el A?o del Dise?o, que se celebra anualmente en distintos pa¨ªses y ciudades. El FAD lo promovi¨® con ¨¦xito en Barcelona en el a?o 2003, con un presupuesto de 4,6 millones de euros.

Uno de los retos del nuevo dise?o es mejorar la inversi¨®n en promoci¨®n, un asunto bien distinto seg¨²n de qu¨¦ pa¨ªses se trate. En cabeza se encuentran los escandinavos, sobre todo Dinamarca. Adem¨¢s, Holanda, Alemania, Italia y el Reino Unido, que destin¨® 9,5 millones de euros al Design Council en 2005. Francia invierte 10 veces menos en proporci¨®n a su riqueza. Entre los vecinos del este destaca la Rep¨²blica Checa. Espa?a dedica 4,5 millones de euros anuales a la promoci¨®n del dise?o. Sumado a programas de desarrollo empresarial, se alcanza los 20 millones; pero, aun as¨ª, en la cola en Europa. Pero el ¨¦xito o el fracaso del dise?o no es solamente cuesti¨®n de cifras. Panton muri¨® sin poder calibrar la repercusi¨®n de su emblem¨¢tica silla. Entre las metas del dise?ador europeo est¨¢ la de dar con esa pieza universal con la que entrar en la historia. Y a ser posible, la de vivir para contarlo.