Veh¨ªculos hu¨¦rfanos de personal
Los concesionarios espa?oles traen profesionales de Europa del Este ante la falta de chapistas y mec¨¢nicos
Mientras la automoci¨®n vive en Espa?a regulaciones de empleo y reducciones de plantilla, los concesionarios, en cambio, presentan un d¨¦ficit de 17.000 profesionales. Ingenieros superiores de Europa del Este cubren parte de esta carencia, muy aguda entre mec¨¢nicos electr¨®nicos y oficiales de primera de chapa y pintura. La patronal reclama un plan al Gobierno para compatibilizar la formaci¨®n profesional y el trabajo a tiempo parcial en las empresas.
Faconauto viene reclamando a la Administraci¨®n un plan con el que modernizar y prestigiar los estudios de formaci¨®n profesional
Las carencias tienen cifras concretas: faltan 8.000 mec¨¢nicos electr¨®nicos, 6.000 oficiales de chapa y pintura y unos 2.500 vendedores
El sector de la automoci¨®n en Espa?a vive sumido en la paradoja. Mientras los fabricantes de coches y componentes pierden empleo ante el empuje de las deslocalizaciones hacia Europa del Este, los concesionarios se ven obligados a acudir a la contrataci¨®n en origen en Polonia, Rumania y otros pa¨ªses de esa zona. La necesidad obliga. No hay ahora mismo otra forma de paliar, al menos parcialmente, el d¨¦ficit de profesionales especializados en sus talleres.
Seg¨²n la Federaci¨®n de Asociaciones de Concesionarios de la Automoci¨®n (Faconauto), en la que se agrupa el 90% de estas empresas, de las que dependen 160.000 empleos directos e indirectos, las carencias tienen cifras concretas: faltan 8.000 mec¨¢nicos electr¨®nicos, 6.000 oficiales de primera de chapa y pintura, y unos 2.500 vendedores. En total, casi 17.000 especialistas, a los que hay que a?adir, seg¨²n Blas Vives, director general de Faconauto, un n¨²mero creciente de administrativos.
El aumento del parque automovil¨ªstico, pese a la ligera desaceleraci¨®n del mercado de turismos en 2006, es el causante de esta situaci¨®n, que no tiene visos de cambiar en el futuro mientras la bonanza econ¨®mica siga tirando de la matriculaci¨®n. "Vienen ingenieros superiores polacos o rumanos que no tienen ning¨²n problema en trabajar como mec¨¢nicos porque el sueldo que cobran les compensa. Donde m¨¢s se colocan es en las m¨¢quinas de diagnosis de aver¨ªas, que requieren conocimientos inform¨¢ticos y manejo de ordenadores", un ¨¢rea en la que adem¨¢s es ya muy dif¨ªcil lograr que se reciclen los empleados de m¨¢s edad, tal y como radiograf¨ªa Blas Vives a modo de resumen. "Tambi¨¦n se recurre a chapistas de Europa del Este, que vienen con muy buena formaci¨®n y muchas ganas de trabajar, lo que hace que resulten muy efectivos y competitivos", a?ade el directivo de Faconauto.
?De d¨®nde procede este fuerte d¨¦ficit de mano de obra cualificada? Gin¨¦s Huertas, presidente del grupo de concesionarios Huertas Automoci¨®n, con m¨¢s de una veintena de centros distribuidos entre Murcia y Almer¨ªa y casi 1.000 trabajadores en plantilla, lo atribuye sobre todo "a la desproporci¨®n del peso de los estudios universitarios respecto a la formaci¨®n profesional, lo que se agrava adem¨¢s con una oferta relativamente alta de primeros empleos con buena remuneraci¨®n para j¨®venes en edad de estudiar, como los de grandes centros comerciales, pero con escasas perspectivas de desarrollo profesional a medio y largo plazo".
Formaci¨®n profesional
As¨ª, entre unos y otros desertizan los estudios de formaci¨®n profesional (FP) y ahuyentan a los potenciales estudiantes que podr¨ªan "dotarse de un adiestramiento que lleva su tiempo pero que les da m¨¢s proyecci¨®n", prosigue Gin¨¦s Huertas. Para acabar con esta situaci¨®n, agudizada en los ¨²ltimos a?os, Faconauto viene reclamando un plan a las Administraciones p¨²blicas con el que modernizar y prestigiar los estudios de formaci¨®n profesional, con particular ¨¦nfasis en los encaminados hacia el ramo de la automoci¨®n.
"El actual modelo de FP", relata Blas Vives, "se ha impuesto de arriba abajo, no se ha contrastado con las empresas, y lo que necesitamos es que los estudiantes puedan compatibilizar su periodo educativo con un trabajo a tiempo parcial en los propios concesionarios, con un compromiso de contrataci¨®n por parte de ¨¦stos si cumplen las expectativas". El salario medio de un profesional del ramo de posventa de veh¨ªculos se sit¨²a en torno a los 1.500 euros mensuales, llegando a los 2.500 en Madrid en el caso de oficiales de primera de chapa con 10 a?os de experiencia, recuerda el director general de Faconauto.
En su opini¨®n, "se debe recuperar la figura del aprendiz, dado que son los concesionarios los que tienen toda la maquinaria apropiada para que los estudiantes de FP aprendan a fondo el oficio, algo que, por ejemplo, no posee el Sistema Nacional de Empleo en los cursos acelerados que da a quienes salen de la formaci¨®n profesional". Vives se?ala que, dado que las competencias educativas en este terreno est¨¢n descentralizadas, son las comunidades aut¨®nomas las que deben empezar a dar pasos.
Hace un lustro, la edad media de los veh¨ªculos en Espa?a se situaba en torno a los siete a?os y medio. En la actualidad se encuentra en ocho a?os, algo en lo que ha influido, seg¨²n Blas Vives, "la entrada masiva de emigrantes, que compran veh¨ªculos usados que antes se achatarraban". En algunas comunidades, como Andaluc¨ªa, aumenta hasta los nueve a?os la edad media, en parte debido al menor desgaste de los veh¨ªculos por cuestiones clim¨¢ticas. Estos alargamientos multiplican los trabajos de reparaci¨®n en concesionarios, y agravan, por tanto, la carencia de profesionales con cualificaci¨®n.
Seg¨²n Gin¨¦s Huertas, "hay subsectores en los que es especialmente duro encontrar personal, como el montaje de neum¨¢ticos de camiones, un trabajo que tiene escasa deseabilidad". Huertas explica el recurso a la contrataci¨®n en pa¨ªses del Este tambi¨¦n por el hecho de estar pr¨®ximos a las sedes centroeuropeas de las grandes marcas, lo que crea mayor inter¨¦s formativo entre los j¨®venes. Algo que, por ejemplo, no sucede en Latinoam¨¦rica, donde los esfuerzos del sector por contratar no han sido tan alentadores. "Carrocer¨ªas y chapa", reconoce, "tienen en Espa?a un d¨¦ficit apabullante y muy dif¨ªcil soluci¨®n".
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