Valor po¨¦tico de 'El Quijote'
Tengo que preguntarme por el acontecer de mi escritura. Pronto se me depara la evidencia de algo que, m¨¢s que cualquiera otra circunstancia o raz¨®n, ha condicionado a una y a otra, a mi vida y a mi escritura. Hablo de la pobreza. Porque yo vengo de la penuria y del trabajo alienante. Mis fuentes, en lo que concierne al saber, a la vigilia de la sensibilidad y al acendramiento de la conciencia, son, perm¨ªtaseme decirlo crudamente, de baja extracci¨®n. Dentro de esa cultura de la pobreza yo no soy m¨¢s que un caso m¨ªnimo y ocasional. M¨ªnimo, dentro del inmenso dolor planetario; ocasional, porque mi vida se ha hecho, finalmente, llevadera.
Es verdad que, en 1936, en mi casa hab¨ªa un solo libro en el que aprend¨ª a leer. Quiz¨¢ aquel libro no fuese una se?al completa de infortunio: al tiempo que me recordaba mi orfandad, ten¨ªa la intensidad y la atracci¨®n de ser un libro de poes¨ªa escrito por mi padre. Es verdad que mi primera informaci¨®n sobre la vida civil consisti¨® en advertir la horrible represi¨®n en el barrio m¨¢s tristemente obrero de Le¨®n, y es verdad tambi¨¦n que, al d¨ªa siguiente de cumplir 14 a?os, a las cinco de la ma?ana, yo estaba cargando carb¨®n en la caldera del extinguido Banco Mercantil y que, a esa misma hora, mi madre, desde otra hora lejana del d¨ªa anterior, inclinaba m¨¢s de la cuenta su cabeza sobre una m¨¢quina Singer.
Pero, dentro de la cultura de la pobreza, ?qui¨¦n soy yo al lado de un Fran?ois Villon, de un C¨¦sar Vallejo o de un Miguel de Cervantes?Yo quiero decir algo sobre la obra creativa de Cervantes considerando que fue hecha, precisamente, desde la pobreza. En modo general, se ha considerado la presencia de esta pobreza en su vida, pero quiz¨¢ no se ha estimado como causa de peculiaridad en su obra.
Fue ¨¦l quien encendi¨® la poes¨ªa en el interior del discurso narrativo y dio cuerpo a las revelaciones quiz¨¢ m¨¢s bellas, m¨¢s incre¨ªbles y ciertas, surgidas de la lengua espa?ola. El conocimiento vacilante que tiene Cervantes de la que es radical esencialidad po¨¦tica de su obra pros¨ªstica mayor se corresponde, poco menos que punto por punto, con el "no saber sabiendo" de san Juan de la Cruz, que estaba pose¨ªdo por una inocencia an¨¢loga. Tambi¨¦n ¨¦l pertenece a la cultura de la pobreza.
Hay un juicio de Ortega y Gasset que mucho me importa, aunque sea por motivos que Ortega no vio o no quiso ver. Cito abreviadamente: "No existe libro alguno cuyo poder de alusiones simb¨®licas al sentido universal de la vida sea tan grande, y, sin embargo, no existe libro alguno en el que hallemos menos (...) indicios (...) para su interpretaci¨®n". Habla de un texto herm¨¦tico. Preferir¨ªa que pensase en un texto inmensamente abierto. En cualquier caso, sabi¨¦ndolo o sin saber que lo sabe, Ortega alude al pensamiento po¨¦tico ya en su modernidad. La aseveraci¨®n de Ortega me hace pensar en los inicios de tal pensamiento; en Garcilaso, en G¨®ngora, en los vanguardismos inscritos en la generaci¨®n del 27, en las tendencias iberoamericanas predominantes en el siglo XX y en el ahora mismo. Sin embargo, no me hace pensar en el realismo convencional, ornamentado o no, que a¨²n circula y hasta predomina en el castellano, asistido por parte de mis coet¨¢neos y por abundantes ep¨ªgonos, aunque algunas opiniones cr¨ªticas y, sobre todo, la decreciente adscripci¨®n de poetas j¨®venes, empiezan a indicar una cierta "cotizaci¨®n a la baja". No ser¨¦ yo quien olvide que se hizo moralmente presente en la Espa?a de la dictadura, y s¨¦ que puede transportar buena voluntad en su tematismo social, aunque se dan casos en que se propone como simple divertimento. En mi opini¨®n, se atiene, sorprendentemente, a una especie de pensamiento y de lenguaje po¨¦ticamente reaccionarios.
Quiero traer aqu¨ª una afirmaci¨®n de Jos¨¦ Manuel Caballero Bonald: "... la poes¨ªa en prosa del Quijote tuvo un poder anticipatorio...". S¨ª; lo tuvo. Cervantes es el origen de la novela moderna, y lo es porque instal¨® bien instalada la poes¨ªa moderna en el seno de la narratividad. Cervantes impulsa la tradici¨®n en un sentido determinante de modernidad. Su poder anticipatorio consiste en la creaci¨®n de claves liberadoras que, siglos despu¨¦s, ser¨¢n activas en la obra po¨¦tica (sigo insistiendo: po¨¦tica) de un Kafka, de un Joyce, de un Faulkner y de otros muchos.
Me interesa precisar aqu¨ª que el pensamiento espec¨ªficamente po¨¦tico se distingue del pensamiento discursivo, reflexivo o de cualquiera otra especie, en que procede de lo desconocido y en que lo revela; en que realiza lo irreal; en que puede crear lo que no exist¨ªa; y en que se hace presente en un instante en que se produce la disoluci¨®n de la normativa com¨²n del pensar. El lenguaje representativo de este ser y de este acontecer en poes¨ªa, yo lo advierto ligado a la cultura de la pobreza. La relaci¨®n dial¨¦ctica entre el poder injusto y el sufrimiento est¨¢ pr¨¢cticamente en todas las "locas aventuras" que configuran el curso po¨¦tico del Quijote. La locura de don Alonso es m¨¢s que un recurso literario; es creaci¨®n de la funci¨®n ling¨¹¨ªstica que integra lo cierto en lo inveros¨ªmil, que hace suya y revela la verdad incre¨ªble, la verdad nueva y desconocida, propia e interna de una tradici¨®n decidida por la invenci¨®n progresiva del pensamiento po¨¦tico moderno. No obstante, el libro lleva consigo la voluntad de crear placer, efectos en los que algo hay que se asemeja a una salvaci¨®n, a una interrupci¨®n del dolor. Toda poes¨ªa, incluida la que se deriva del sufrimiento, de la crueldad o de la injusticia, est¨¢ orientada a la creaci¨®n de una forma de placer.
Hasta aqu¨ª, he intentado demostrar que, desde la pobreza y a trav¨¦s de la prosa, Cervantes es uno de los creadores, el m¨¢s importante en la lengua espa?ola, del pensamiento po¨¦tico moderno y de su realizaci¨®n en el lenguaje. N¨®tese que no he entrado en el dislate de atribuir en exclusiva a la cultura de la pobreza la creaci¨®n de tal pensamiento. Conviene recordar el aviso de Eliot relativo a que "la poes¨ªa es la aprehensi¨®n sensible y directa del conocimiento", o, como yo me atrevo a decir, que la poes¨ªa es antes sensible que inteligible, o que es inteligible bajo condiciones de sensibilidad. Por no tener g¨¦nero, por no ser, en rigor, literatura, la poes¨ªa puede estar en todas las formas que la literatura adopte. Su esencialidad y su sentido han de buscarse en la sensibilidad y en la existencia antes que en el lenguaje convenido.
El individuo y, por tanto, el poeta, se realiza en la colectividad. Por esta indefectible circunstancia, toda poes¨ªa, aun siendo "irremediablemente subjetiva" (nos lo dice Sartre), es tambi¨¦n siempre, en su significaci¨®n ¨²ltima, poes¨ªa social. Puede o no llevar consigo convicciones ideol¨®gicas. Dicho m¨¢s brevemente: hablar desde el interior de la pobreza no es lo mismo que solidarizarse con la pobreza.
Extracto del discurso pronunciado por Antonio Gamoneda.
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