Del Rosal denuncia la pasividad ante los abusos urban¨ªsticos
El ex S¨ªndic critica al Consell, a los ayuntamientos y a los jueces
El ex S¨ªndic de Greuges Bernardo del Rosal, que abandon¨® la instituci¨®n hace un a?o, denuncia que en sus cinco a?os de mandato la Generalitat no hizo lo necesaro para corregir actitudes indolentes o abusivas de los Ayuntamientos en relaci¨®n con el urbanismo, que est¨¢ en situaci¨®n "calamitosa". Del Rosal denuncia esa pasividad y "el desprecio hacia los derechos e intereses de los vecinos" por parte de las administraciones.
Bernardo del Rosal, que fue S¨ªndic de Greuges de la Comunidad Valenciana del 9 de abril de 2001 al 9 de abril de 2006, publica en la revista Derechos Ciudadanos, que editan los defensores del pueblo auton¨®micos, un art¨ªculo titulado El impacto social y medioambiental de la actividad urban¨ªstica. Es la transcripci¨®n de su intervenci¨®n en la inauguraci¨®n de las jornadas de coordinaci¨®n de defensores del pueblo auton¨®micos con el Defensor del Pueblo celebradas en octubre pasado en Le¨®n.
Libre ya del cors¨¦ que durante cinco a?os le supuso su trabajo al frente de la Sindicatura de Greuges, Bernardo del Rosal aborda la cuesti¨®n del urbanismo -que centr¨® en gran medida su trabajo en la instituci¨®n, con miles de quejas tramitadas- desde una posici¨®n cr¨ªtica. Empieza por afirmar que la aplicaci¨®n de la Ley Reguladora de la Actividad Urban¨ªstica de 1994 ha generado una situaci¨®n "que no puede ser calificada sino de calamitosa". Porque, aunque reconoce que esa norma consigui¨® uno de sus objetivos, el de liberar suelo, ha sido "a costa de generar un aut¨¦ntico oligopolio de empresas urbanizadoras" -que considera el "caldo de cultivo ideal para la especulaci¨®n y el encarecimiento de los precios del suelo y de la vivienda"- y ha permitido "un ritmo fren¨¦tico de construcci¨®n de nuevas viviendas que ha llevado a la Comunidad Valenciana a unas cotas de insostenibilidad en su desarrollo y a unos niveles de degradaci¨®n medioambiental no conocidos hasta ahora". Un ritmo que ha llevado a que las finanzas de los Ayuntamientos entren en "una rueda infernal, de casi imposible soluci¨®n".
Del Rosal critica que en la Comunidad Valenciana se haya apostado por un "planteamiento econ¨®mico muy arriesgado", el del "monocultivo del ladrillo" y critica a la Administraci¨®n por no impedir los efectos indeseables de esa apuesta. Porque la convicci¨®n de que la construcci¨®n genera empleo y riqueza "ha justificado la dejaci¨®n de responsabilidades de las autoridades locales y auton¨®micas en materia de vigilancia y control de los abusos y desmanes urban¨ªsticos". En relaci¨®n con esta "fren¨¦tica" actividad urbanizadora, el ex S¨ªndic menciona la aparici¨®n de "algo tan preocupante como son los fen¨®menos de corrupci¨®n pol¨ªtica y econ¨®mica y blanqueo de capitales". Y recuerda que la Comunidad Valenciana "ocupa el primer lugar, con 30 causas abiertas por presunta corrupci¨®n administrativa, siendo los casos m¨¢s destacados los de Orihuela, Torrevieja, Terra M¨ªtica en Benidorm y Alicante".
Del Rosal asegura que "en ninguna materia como en esta" ha visto, en su etapa como S¨ªndic, "m¨¢s desprecio hacia los derechos e intereses de los vecinos, fueran o no propietarios de tierras". Y denuncia: "Los Ayuntamientos, en t¨¦rminos bastante generalizados, demostraban sistem¨¢ticamente un escas¨ªsimo o nulo inter¨¦s por incentivar, o por lo menos respetar, la participaci¨®n de los vecinos en los procesos de aprobaci¨®n, ya fuera de los planes generales de ordenaci¨®n urbana, ya de los programas de actuaci¨®n urban¨ªstica". A?ade que los responsables pol¨ªticos municipales y auton¨®micos han evidenciado una "resistencia feroz" a respetar la Ley de Contratos, denuncia los "preocupantes niveles de lentitud y pasividad" ante las infracciones y asegura que "pr¨¢cticamente nunca", durante sus cinco a?os, la Generalitat hizo algo para corregir esas actitudes "indolentes o abusivas".
A todo eso, en su art¨ªculo Del Rosal sumaba el "clamoroso fracaso" de los tribunales a la hora de frenar los abusos y garantizar los derechos de los ciudadanos, algo que, seg¨²n comentaba ayer, parece haber cambiado algo en los ¨²ltimos meses.
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