Siah Armajani exhibe en el Artium su denuncia del ataque norteamericano a civiles en Irak
La presentaci¨®n de 'Fallujah' coincide con el 70? aniversario del bombardeo de Gernika
Hace 70 a?os, un d¨ªa como hoy, la aviaci¨®n nazi que apoyaba a los alzados con el general Franco bombarde¨® Gernika, inaugurando la infausta lista de ataques a¨¦reos indiscriminados contra la poblaci¨®n civil. Picasso pint¨® como denuncia de aquel crimen Guernica, una de las obras de arte que mejor reflejan la barbarie humana. Ayer se inaugur¨® en el Artium la exposici¨®n Fallujah, del artista iran¨ª Siah Armajani, obra que bebe del cuadro de Picasso y que denuncia otro acto de guerra: el bombardeo de esa ciudad iraqu¨ª por el ejercito de los EE UU, en el que murieron 6.000 civiles.
La inauguraci¨®n de Fallujah en el Artium supone tambi¨¦n la presentaci¨®n internacional de la obra que Siah Armajani termin¨® el 29 de agosto de 2005. La censura que se vive en Estados Unidos con todo lo referente a la guerra de Irak ha impedido que este creador iran¨ª residente en el pa¨ªs norteamericano haya podido presentar su obra, ni siquiera en una galer¨ªa de arte privada. "Durante toda mi vida art¨ªstica, he contado con facilidad para exponer mi trabajo, incluso cuando era joven: Y ahora, a los 68 a?os, he tenido que pedir ayuda a amigos espa?oles para poder presentar mi trabajo", explic¨® ayer.
Armajani, que ya ha presentado algunos de sus trabajos en Madrid y Barcelona, habl¨® concretamente con la historiadora del arte Mar¨ªa Dolores Jim¨¦nez-Blanco quien le gestion¨® la posibilidad de presentarlo en el Artium, en Vitoria, muy cerca de Gernika. Todo un est¨ªmulo para el creador iran¨ª, ya que en su obra no faltan las referencias al Guernica de Picasso. Fallujah es una instalaci¨®n que surge de una fotograf¨ªa de aquel bombardeo, en la que una familia consigue salvar algunas de sus pertenencias de su casa, semidestruida.
La pieza creada por Armajani, de considerables dimensiones, recupera ese momento cr¨ªtico y pat¨¦tico de indefensi¨®n ante un ataque indiscriminado, la tragedia de aquel bombardeo en el que 36.000 de las 50.000 casas de la ciudad iraqu¨ª de Fallujah fueron destruidas, al igual que 60 de sus 200 mezquitas. Muchos de sus antiguos residentes no han regresado: viven en campamentos de refugiados, desplazados en otras ciudades iraqu¨ªes o emigrados fuera del pa¨ªs.
El director del Artium, Javier Gonz¨¢lez de Durana afirm¨® ayer en la presentaci¨®n de la muestra que, "inevitablemente y por desgracia, a cada generaci¨®n le toca readaptar el Guernica a las circunstancias de cada ¨¦poca". Fallujah es una obra formalmente muy distinta al Guernica, aunque guarda ciertas referencias a la pintura de Picasso. Unas directas, como las llamas del edificio y la l¨¢mpara; y otras m¨¢s distantes, como la presencia de un caballo o las ventanas.
Armajani representa una casa peque?a, de dos pisos, el segundo de los cuales se ha derrumbado sobre el primero aplastando los objetos y las personas (a las que no se ve) que se encontraban en el dormitorio. Un caballito de balanc¨ªn, una alfombra, una jaula vac¨ªa y otros objetos de uso cotidiano a?aden dramatismo a la obra.
Jim¨¦nez-Blanco, presente ayer en la inauguraci¨®n, se refiri¨® a la tan tra¨ªda y llevada vinculaci¨®n del artista con lo que ocurre en el mundo, el compromiso pol¨ªtico o ¨¦tico del creador. "Tanto la censura de su obra en Estados Unidos, como que su presentaci¨®n coincida con el 70? aniversario del bombardeo de Gernika, no deja lugar a las dudas sobre la capacidad del arte para comprometerse con la sociedad", coment¨®.
Siah Armajani naci¨® en Teher¨¢n en 1939 aunque reside en EE UU desde 1960. Su trabajo est¨¢ marcado por un intenso car¨¢cter social, con abundantes referencias al anarquismo. Merecen citarse sus obras de mobiliario urbano como la Mesa de picnic de Huesca (1998); los puentes, como el First Bridge en Minnesota (1986), o sus salas de lectura, como la Sacco and Vanzetti Reading Room, del Museo de Arte Moderno de Frankfurt. Su obra se caracteriza por su car¨¢cter abierto y su capacidad para la sorpresa.
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