Un elemento clave para la seguridad
El Tratado sobre Armas Convencionales (CFE, en sus siglas en ingl¨¦s) est¨¢ considerado uno de los elementos b¨¢sicos para la seguridad en Europa. Este acuerdo, que fue negociado en los ¨²ltimos a?os de la Guerra Fr¨ªa, limita el despliegue de armas en el Viejo Continente.
El CFE fue firmado por 23 pa¨ªses en Par¨ªs en 1990 a iniciativa de la Organizaci¨®n para la Seguridad y la Cooperaci¨®n en Europa (OSCE). El objetivo era limitar el emplazamiento de cinco tipos de armamento -carros de combate, blindados, artiller¨ªa y aviones y helic¨®pteros de combate- que los pa¨ªses de la OTAN y el Pacto de Varsovia pod¨ªan desplegar en la Europa continental.
Pero la desaparici¨®n de la Uni¨®n Sovi¨¦tica, y con ella de un mundo visto a trav¨¦s de dos grandes bloques, hizo necesaria una revisi¨®n del tratado. Una nueva versi¨®n fue aprobada en 1999 en Estambul, con l¨ªmites fijados por pa¨ªses (no bloques). Rusia, Ucrania, Bielorrusia y Kazajist¨¢n lo ratificaron, pero los pa¨ªses de la OTAN siempre se han opuesto a hacerlo hasta que las fuerzas armadas rusas se retiren de sus bases en Georgia y Moldavia.
El tratado tambi¨¦n determin¨® en su d¨ªa restricciones suplementarias en unas regiones que se han llamado flancos. Se trata de Moldavia, Armenia, Georgia y Azerbaiy¨¢n. Tambi¨¦n incluye los distritos militares del C¨¢ucaso Norte y Leningrado en la Federaci¨®n Rusa. El concepto de estas zonas m¨¢s limitadas fue producto de la inquietud de Turqu¨ªa y Noruega. Esos pa¨ªses no quer¨ªan de ninguna firma que las fuerzas sovi¨¦ticas retiradas de la regi¨®n central reaparecieran sobre sus fronteras.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
