El velo de Pepa Bueno
De las cosas que me gustan de Pepa Bueno (Los desayunos de TVE) dije una alguna vez: que es una actriz excelente. Esto no va en dem¨¦rito de su car¨¢cter como periodista, que es muy bueno. Eso le ha ayudado a tener una naturalidad pasmosa en momentos complicados; a contorsionarse con soltura frente a entrevistados dif¨ªciles, y a llevar de la mano, con energ¨ªa, y tambi¨¦n con una mirada fiera, a los contertulios que se desparraman; los contertulios suelen (solemos) cometer un error que asusta: hablan (hablamos) de todo, y no somos capaces de dudar cuando conviene. Pasa en todas las tertulias, de desayunos y de cenas; algunas son tertulias muy estridentes (como las de Telemadrid, donde todo el mundo habla como si se insultara, o como las ya antiguas de 59 segundos, donde la algarab¨ªa a veces supera los decibelios de cualquier coloquio) y otras son m¨¢s tranquilas. Los brit¨¢nicos son de tertulias sosegadas; hab¨ªa gente que se levantaba los domingos para ver a David Frost, que en lugar de excitar congelaba la pol¨ªtica, como si la metiera en una taza de t¨¦. Bernard Pivot, en Francia, convirti¨® un programa de libros en un espect¨¢culo pol¨¦mico, en el que la gente hablaba de unas obras o de otras como si estuvieran presentando a los contrincantes de un ring.
?Y por qu¨¦ viene Pepa Bueno hoy a este espacio? Porque el martes pasado aplic¨® la tranquilidad y el sosiego con el que se desenvuelve a una sorprendente entrevista con el presidente de Ir¨¢n. Desde que dijo el nombre, uno de estos nombres impronunciables que nos vienen de Oriente, hasta que empez¨® la entrevista y condujo a su invitado (?o era ella su invitada?) a explicarse sobre el p¨¢nico que produce en el mundo la amenaza nuclear iran¨ª, se ve¨ªa qui¨¦n mandaba en el plat¨®. Con su velo bien puesto, sus piernas cruzadas y su tranquilidad de actriz que sabe sentarse hizo que Ahmadineyad se pusiera a sus ¨®rdenes. Eso lo agradecen los telespectadores, y como lo digo lo siento.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.